Representantes del Pacto Histórico rechazaron acuerdos que salvaron reforma a la educación

El proyecto de Ley Estatutaria de Educación propuesto por el gobierno de Petro fue aprobado en su tercer debate en la mañana de este 5 de junio con una votación histórica. El texto fue aprobado con 19 votos a favor y no obtuvo ninguno en contra. La propuesta fue respaldada, incluso, por la oposición.

La aprobación fue posible gracias a un acuerdo entre los congresistas que presentaron ponencias alternativas, entre los que estuvo la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) y David Luna (Cambio Radical), y la ministra Aurora Vergara.

Tras una larga reunión el martes, en la que se lograron los acuerdos, se radicó una enmienda, que fue la aprobada y que resolvió algunas de las dudas de la oposición y de congresistas de partidos independientes.

Esa enmienda, según el senador Alfredo Deluque (partido de la U), incluyó los siguientes puntos: “Establecimos el alcance de las obligaciones del Estado en la garantía del derecho fundamental a la educación, blindamos el carácter mixto (público y privado) del Sistema Educativo Nacional y establecimos lineamientos de aceptabilidad y adaptabilidad de la educación, particularmente en lo que respecta a la formación en habilidades digitales”, dijo.

(Lea: “No es posible vetar a Thomas Greg para escrutinios: registrador Penagos a Petro”)

La radicación de esa enmienda fue la que logró salvar la reforma, que estuvo atascada por aproximadamente un mes en la Comisión Primera del Senado y que solo había logrado avanzar en la negación de la ponencia alternativa de Valencia. Pero, todos los pronósticos indicaban que se hundiría en los días siguientes.

No obstante, la ley estatutaria por la cual se regula el derecho fundamental a la educación fue aprobada en su tercer debate con los votos del total de la comisión y ahora se dirige a la plenaria del Senado. “Con la conciliación que acaba de mostrar esta Comisión, todos los partidos acuerdan la construcción de una enmienda colectiva que es la que se acaba de votar”, dijo Germán Blanco, presidente de esa célula legislativa.

Aunque la enmienda dejó feliz a la oposición y a otros miembros de la Comisión, incluso afines al Gobierno, algunos miembros del Pacto Histórico, especialmente representantes a la Cámara, han rechazado lo aprobado, así como los acuerdos a los que llegó ese recinto.

El primero de ellos fue el representante y ponente del proyecto en la Cámara, Gabriel Becerra, quien aseguró que la enmienda “es objeto de serias observaciones que tendríamos que discutir y preparar, ojalá en una ponencia unificada hacia la plenaria”, dijo.

De acuerdo con él, esas preocupaciones tienen que ver con que se establece el derecho a la educación terciaria o educación para el trabajo: “Este texto está dejando cuatro derechos fundamentales: inicial, básica, media, superior y terciaria. Yo creo que la educación terciaria no cuenta con el respaldo, ni en el campo del derecho comparado, ni en el desarrollo jurisprudencial nuestro, para justificarse”, dijo.

Por otro lado, criticó lo referente a la educación mixta: “La educación privada tiene garantía constitucional y legal. Díganme, la primera institución de carácter mixto. Yo creo que ahí hay una equivocación que deberíamos revisar con los expertos en estos temas”.

Además, según Becerra, la enmienda limita la autonomía del SENA, ya que la propuesta ubica a la institución en la educación terciaria. “El SENA entonces no podría desarrollar programas en el campo agrario. Son temas que no se pueden resolver a la ligera, que tienen implicaciones”, fueron algunos de los argumentos.

No obstante, Becerra reconoció que la enmienda era necesaria por el corto tiempo que tiene la propuesta, que estaba frenada en la Comisión y que todavía necesita ser aprobada en un debate adicional antes del 20 de junio.

Por otro lado, la representante Alexandra Vásquez, también del Pacto Histórico, indicó que varios de ellos no se sienten “representados en el cambio de sentido que le hicieron. El fortalecimiento a la educación pública se desnaturalizó (...) Espero que en la plenaria del Senado logre corregirse el texto”, dijo.

Y el representante Andrés Cancimance también rechazó la propuesta: “Quedo con muchas preocupaciones sobre el texto aprobado. Me aparto de los acuerdos a los que llegaron. Las luchas por la educación superior no se ven reflejadas en ese texto”, señaló.

No obstante, la senadora María José Pizarro, una de las voces más visibles del Pacto en el Senado, les envió un mensaje de tranquilidad: “No existen acuerdos perfectos cuando los hacemos con quienes piensan distinto, pero sin duda avanzamos. Hay puntos que no compartimos pero tengan la tranquilidad que plantearemos el debate necesario en la plenaria del Senado. O llegábamos a un acuerdo o el proyecto se hundía hoy”, explicó.

Pero, los acuerdos también fueron criticados por la representante Jennifer Pedraza, de Dignidad y Compromiso, quien dijo que van “en contra de la educación como derecho, no engañen a la gente”. Según dijo, el texto como fue aprobado es regresivo porque equipara la educación universitaria con la educación para el trabajo, incluye la evaluación obligatoria a los maestros sometida solo a las pruebas saber 11 y permitiría la injerencia del Estado en la metodología de los maestros. Calificó la enmienda como “una vergüenza”.

👁‍🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.

👉 Lea más sobre el Congreso, el gobierno Petro y otras noticias del mundo político.

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El proyecto de Ley Estatutaria de Educación propuesto por el gobierno de Petro fue aprobado en su tercer debate en la mañana de este 5 de junio con una votación histórica. El texto fue aprobado con 19 votos a favor y no obtuvo ninguno en contra. La propuesta fue respaldada, incluso, por la oposición.

La aprobación fue posible gracias a un acuerdo entre los congresistas que presentaron ponencias alternativas, entre los que estuvo la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) y David Luna (Cambio Radical), y la ministra Aurora Vergara.

Tras una larga reunión el martes, en la que se lograron los acuerdos, se radicó una enmienda, que fue la aprobada y que resolvió algunas de las dudas de la oposición y de congresistas de partidos independientes.

Esa enmienda, según el senador Alfredo Deluque (partido de la U), incluyó los siguientes puntos: “Establecimos el alcance de las obligaciones del Estado en la garantía del derecho fundamental a la educación, blindamos el carácter mixto (público y privado) del Sistema Educativo Nacional y establecimos lineamientos de aceptabilidad y adaptabilidad de la educación, particularmente en lo que respecta a la formación en habilidades digitales”, dijo.

(Lea: “No es posible vetar a Thomas Greg para escrutinios: registrador Penagos a Petro”)

La radicación de esa enmienda fue la que logró salvar la reforma, que estuvo atascada por aproximadamente un mes en la Comisión Primera del Senado y que solo había logrado avanzar en la negación de la ponencia alternativa de Valencia. Pero, todos los pronósticos indicaban que se hundiría en los días siguientes.

No obstante, la ley estatutaria por la cual se regula el derecho fundamental a la educación fue aprobada en su tercer debate con los votos del total de la comisión y ahora se dirige a la plenaria del Senado. “Con la conciliación que acaba de mostrar esta Comisión, todos los partidos acuerdan la construcción de una enmienda colectiva que es la que se acaba de votar”, dijo Germán Blanco, presidente de esa célula legislativa.

Aunque la enmienda dejó feliz a la oposición y a otros miembros de la Comisión, incluso afines al Gobierno, algunos miembros del Pacto Histórico, especialmente representantes a la Cámara, han rechazado lo aprobado, así como los acuerdos a los que llegó ese recinto.

El primero de ellos fue el representante y ponente del proyecto en la Cámara, Gabriel Becerra, quien aseguró que la enmienda “es objeto de serias observaciones que tendríamos que discutir y preparar, ojalá en una ponencia unificada hacia la plenaria”, dijo.

De acuerdo con él, esas preocupaciones tienen que ver con que se establece el derecho a la educación terciaria o educación para el trabajo: “Este texto está dejando cuatro derechos fundamentales: inicial, básica, media, superior y terciaria. Yo creo que la educación terciaria no cuenta con el respaldo, ni en el campo del derecho comparado, ni en el desarrollo jurisprudencial nuestro, para justificarse”, dijo.

Por otro lado, criticó lo referente a la educación mixta: “La educación privada tiene garantía constitucional y legal. Díganme, la primera institución de carácter mixto. Yo creo que ahí hay una equivocación que deberíamos revisar con los expertos en estos temas”.

Además, según Becerra, la enmienda limita la autonomía del SENA, ya que la propuesta ubica a la institución en la educación terciaria. “El SENA entonces no podría desarrollar programas en el campo agrario. Son temas que no se pueden resolver a la ligera, que tienen implicaciones”, fueron algunos de los argumentos.

No obstante, Becerra reconoció que la enmienda era necesaria por el corto tiempo que tiene la propuesta, que estaba frenada en la Comisión y que todavía necesita ser aprobada en un debate adicional antes del 20 de junio.

Por otro lado, la representante Alexandra Vásquez, también del Pacto Histórico, indicó que varios de ellos no se sienten “representados en el cambio de sentido que le hicieron. El fortalecimiento a la educación pública se desnaturalizó (...) Espero que en la plenaria del Senado logre corregirse el texto”, dijo.

Y el representante Andrés Cancimance también rechazó la propuesta: “Quedo con muchas preocupaciones sobre el texto aprobado. Me aparto de los acuerdos a los que llegaron. Las luchas por la educación superior no se ven reflejadas en ese texto”, señaló.

No obstante, la senadora María José Pizarro, una de las voces más visibles del Pacto en el Senado, les envió un mensaje de tranquilidad: “No existen acuerdos perfectos cuando los hacemos con quienes piensan distinto, pero sin duda avanzamos. Hay puntos que no compartimos pero tengan la tranquilidad que plantearemos el debate necesario en la plenaria del Senado. O llegábamos a un acuerdo o el proyecto se hundía hoy”, explicó.

Pero, los acuerdos también fueron criticados por la representante Jennifer Pedraza, de Dignidad y Compromiso, quien dijo que van “en contra de la educación como derecho, no engañen a la gente”. Según dijo, el texto como fue aprobado es regresivo porque equipara la educación universitaria con la educación para el trabajo, incluye la evaluación obligatoria a los maestros sometida solo a las pruebas saber 11 y permitiría la injerencia del Estado en la metodología de los maestros. Calificó la enmienda como “una vergüenza”.

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