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Mezclar en un gabinete a figuras de alta experiencia con académicos y activistas derivó en una falta de coordinación que hoy padece el Pacto Histórico. Esa fue la apuesta del presidente Gustavo Petro al conformar su equipo ministerial, pero en las últimas semanas se ha visto que no todos los miembros del gabinete están interpretando la misma sinfonía. Han sido ya varias las ocasiones en que algunos ministros salen a hacer declaraciones que luego deben ser explicadas o rectificadas por otros coequiperos, por congresistas de la bancada oficialista o incluso por el propio Petro.
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Viene ocurriendo, por ejemplo, con declaraciones en temas como salud, los contratos de exploración de hidrocarburos y el control de precios, entre otros, que provienen de las titulares de las carteras de Minas (Irene Vélez), Trabajo (Gloria Inés Ramírez) y Salud (Carolina Corcho), y que según algunos parlamentarios de la bancada de gobierno le “están haciendo un daño enorme al Gobierno”.
Esto ha generado que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien debería estar centrado en la aprobación de la reforma tributaria se esté convirtiendo en un “bombero” del gabinete, desmintiendo noticias falsas, enviando mensajes de calma, aclarando anuncios y reconociendo incluso que hay declaraciones de sus colegas que son contraproducentes para el Gobierno.
Esa tesis la viene reforzando en los últimos días el presidente del Senado, Roy Barreras (Pacto Histórico), quien ha pedido a los miembros del gabinete que estén más sincronizados para evitar salidas en falso que puedan generar desconfianza ante la opinión pública, y de paso aumentar la incertidumbre en ciertos sectores económicos.
Tras una nueva declaración, esta vez de la ministra de Agricultura, Cecilia López, quien palabras más, palabras menos, dijo en una entrevista con la Revista Semana que al Gobierno no lo tumbará la derecha, sino la propia izquierda, el senador del Pacto volvió a reiterar que hay declaraciones inconvenientes para el Gobierno.
“Querida ministra López, no nos va a tumbar nadie”, expresó con cierto tono de irritación el presidente del Senado, que reiteró la “inconveniencia de declaraciones que generan incertidumbres”. Barreras señaló que ese tipo de declaraciones, tal como las que han hecho otros miembros del gabinete proviene de una posible “desconexión entre algunos de sus funcionarios y la bancada del Pacto Histórico”.
Barreras ya había insinuado, durante la plenaria del Senado en que se adelantaba la discusión de la prórroga y modificación a la Ley 418 (también conocida como ley de orden público), que algunas declaraciones se debían evitar para evitar “fuga de capitales”. Lo dijo de forma puntual sobre la ministra Vélez, tras sus vacilaciones sobre el tema de los contratos de exploración de hidrocarburos.“Ningún funcionario, ningún ministro, ningún consejero debe generar incertidumbre con sus declaraciones, sino certezas”, pues esto solo genera “miedo y fuga de capitales”, mencionó durante la sesión.
Y es que, como esa declaración de Vélez, ya son varias las muestras de una posible falta de alineación del gabinete, que puede estar convirtiéndose en un nerviosismo que percibe el Congreso. Así lo planteó Yann Basset, del Grupo de Estudios Políticos de la Universidad del Rosario, quien destaca que las posturas diversas son habituales en una coalición oficialista tan diversa, pero no en el Gobierno. “Las declaraciones contradictorias sobre temas no concertados evidentemente generan mucha incertidumbre y zozobra”, dijo.
Por su parte, Daniela Garzón, politóloga e investigadora de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), describe que esto ha llevado al ministro Ocampo a hacer las veces de “adulto responsable” del gabinete. “Es un muro de contención que Petro puso para tratar de validar ideas controversiales desde su elección”, añade la analista, y señala que desde un principio se sabía que la elección de Petro, debido a sus orígenes rebeldes, podría generar temores en un país conservador, “pero tener a Ocampo genera confianza en inversionistas y gremios, y permite tender puentes”.