Santos le sacó un ‘memorial de agravios’ a Petro tras 15 meses en el poder

La conmemoración de los siete años de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc parecía el escenario propicio para un encuentro público entre el expresidente Juan Manuel Santos y el presidente Gustavo Petro. Sin embargo, terminó siendo la confirmación de un distanciamiento entre las visiones de quien negoció con las Farc y quien hoy promueve la llamada paz total.

La conmemoración de los siete años de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc parecía el escenario propicio para un encuentro público entre el expresidente Juan Manuel Santos y el presidente Gustavo Petro. Sin embargo, terminó siendo la confirmación de un distanciamiento entre las visiones de quien negoció con las Farc y quien hoy promueve la llamada paz total.

Santos, quien usualmente permanece al margen de los asuntos de gobierno, pues ha dicho en varias ocasiones que los “expresidentes calladitos se ven más bonitos”, rompió su propia regla esta semana y cargó en varias oportunidades contra la administración de Petro, en parte porque volvió a llamar la atención de los medios por el lanzamiento de su nuevo libro: “La batalla contra la pobreza”.

Uno de los puntos más llamativos de este choque es que Santos y Petro, a pesar de sus evidentes diferencias ideológicas, no han tenido una mala relación; de hecho, lograron trabajar de la mano cuando uno era presidente y el otro alcalde de Bogotá. Además, Petro respaldó la reelección de Santos argumentando la necesidad del acuerdo y, ocho años después, su campaña acogió a algunos de los principales alfiles de Santo, como Alfonso Prada y Roy Barreras.

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El foco de sus críticas ha sido la apuesta de paz del Gobierno, que a su modo de ver ha sacrificado la implementación de lo acordado en La Habana y ratificado en el Teatro Colón el 24 de noviembre de 2016. Pero también ha planteado sus cuestionamientos a la reforma a la salud, al anuncio de una posible modificación a la regla fiscal y hasta a la falta de “certidumbre” en el estilo de gobierno.

Aunque ha dicho que Petro heredó varios problemas del expresidente Duque, a quien acusa de haberle puesto “freno de mano” a la implementación de la paz y de politizar la fuerza pública, también asegura que Petro está empeorando la situación. “Lo que pasa es que en lugar de construir sobre lo construido, está destruyendo lo destruido”, dijo hace unos días durante la presentación de su libro.

La puja por el sistema de salud

Durante el accidentado debate de la reforma a la salud, que luego de nueve meses de su radicación aún no logra superar el segundo de cuatro debates en el Congreso, el expresidente Santos apenas ha hecho un par de comentarios sobre el proyecto, uno de los cuales generó bastante molestia en la Casa de Nariño. “Provoqué la ira santa del presidente Petro”, reconoció el exmandatario.

El choque fue en abril, cuando Santos dijo que, contrario a lo que pensaban en el Gobierno, el sistema de salud colombiano era uno de los mejores del mundo, a lo que Petro respondió llamándolo “mentiroso”. Esta semana, Santos ratificó su posición y sacó pecho por los logros en materia de salud durante su administración.

Dijo que en su mandato se alcanzó la cobertura universal, se acabaron los famosos paseos de la muerte y se controló el precio a los medicamentos, logro por los cuales la revista médica The Lancet calificó al sistema de salud colombiano como uno de los mejores del mundo.

“El sistema puede tener mejoras en materia preventiva o en el acceso a salud en las zonas rurales, pero lo que no se puede es darle un vuelco de 180 grados, porque estaríamos destruyendo algo que, en términos generales, está funcionando bien”, concluyó en otra de sus recientes intervenciones.

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Modificar la regla fiscal: “un tiro en el pie”

El pasado viernes, durante un conversatorio con Mauricio Santamaría, quien fue su ministro de Protección Social y también director de Planeación, el expresidente Santos se dejó picar lengua con otro tema que atañe al gobierno Petro: el cumplimiento de la regla fiscal, que el propio presidente propuso cambiar, paso que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, no descartó.

Santos recordó que la primera reforma que presentó ante el Congreso incluyó en la Constitución el criterio de responsabilidad fiscal, medida que permite demandar leyes o actos de gobierno que afecten la estabilidad fiscal del país: “Es una condición necesaria para garantizar los derechos en todos los ámbitos y de ahí nace la regla fiscal, que no es nada diferente a una especie de manual de disciplina para los gobiernos”.

Aseguró que la norma tiene un margen de maniobra, por lo que su recomendación a Petro es respetarla. “Eso de que la economía decreció el trimestre pasado y por consiguiente vamos a romper la regla fiscal es pegarse un tiro en un pie (...) lo que resulta de eso es que después no habrá plata para la política social”, precisó.

El expresidente le dijo a Petro que se deben evaluar las repercusiones a largo plazo, pues, según explicó, la economía está globalizada y Colombia depende de los mercados internacionales y las calificadoras de riesgo, por lo que no debería cometer errores como los que incluso llevaron al presidente Iván Duque a perder el grado de inversión del país.

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Reparos a la paz total

La ausencia del presidente en la conmemoración de los siete años del Acuerdo de Paz, que según fuentes del Gobierno se habría dado por la descoordinación en el envío de una invitación formal, la suplieron cuatro personajes cercanos al mandatario: la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez; el canciller, Álvaro Leyva; el director de la Unidad Nacional de Protección, Augusto Rodríguez; y Danilo Rueda, hasta hace poco comisionado de Paz.

Fueron ellos los que recibieron las críticas a la paz total que hicieron Santos y otros de los invitados al evento, como la alcaldesa Claudia López, el exministro Juan Fernando Cristo, el general (r) Óscar Naranjo y el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, entre otros.

Justo cuando el canciller entraba al auditorio Generación de Paz, del Centro Nacional de Memoria, el expresidente Santos resaltaba lo que para él es el error más grave que ha cometido el gobierno Petro en materia de paz: “Darle patente de corso a la intención de las llamadas disidencias de presentarse como las Farc-EP y como el Estado Mayor, porque el acuerdo que estamos celebrando los firmamos para que las Farc dejaran de existir como grupo armado”.

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Durante su discurso también cuestionó los malos resultados de la implementación, pues según datos del Instituto Kroc, de los 578 compromisos del Acuerdo, el 11 % están sin iniciar y otro el 38 % tiene un progreso mínimo. Así mismo, habló del asesinato de 406 firmantes de paz, el estancamiento de la sustitución de cultivos y la incertidumbre sobre los proyectos productivos de los excombatientes.

Al final, su mensaje a Petro fue una petición, que la paz total no opaque la implementación de lo firmado en 2016. Según explicó, si no se cumple con lo escrito en las 320 páginas del acuerdo, “cualquier otro proceso de paz nacerá muerto”.

Antes de cerrar su intervención, Santos le pidió a quien sería el nuevo comisionado de Paz, Otty Patiño, dotar de presupuesto y autonomía a un funcionario que vigile el cumplimiento de lo pactado, y al presidente incluir en el acuerdo nacional la obligatoriedad de la implementación. “Yo pensé que el presidente nos traía esa solución”, dijo una vez más en referencia al desplante de Petro, que no es el primero, pues en marzo de este año ya había faltado a una reunión en Cartagena, precisamente, sobre el tema de la implementación.

Varias personas cercanas a Santos aseguraron que el expresidente mantiene su compromiso de no estorbar a los gobiernos, que dará más declaraciones en el marco del lanzamiento de su libro, pero que no busca protagonismo, que rechaza que ahora todos los expresidente tengan su propio partido político y que incluso ya no está en la carrera por ser el próximo secretario general de Naciones Unidas.

Petro, por su parte, no hizo ningún comentario sobre Santos, pero, fiel a su estilo, publicó en X un mensaje sobre su compromiso con la paz. “La sociedad colombiana puede tener la seguridad de que este gobierno hará todos los esfuerzos por hacerla una realidad”, dijo.

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