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Fue uribista, pero dice que lo sacaron corriendo cuando el proyecto político del Primer Mandatario se volvió un proyecto burocrático de repartición de puestos. Hoy, desde su curul de senador por el Partido Liberal, Héctor Helí Rojas se ha convertido en uno de los mayores opositores del Gobierno. Esta semana lideró el debate en el Congreso en contra del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por las denominadas ejecuciones extrajudiciales, en el que le exigió con vehemencia la renuncia.
¿Todavía cree que Santos debe renunciar?
Esta crisis no se va a superar mientras no haya alguien que responda políticamente y ese alguien se llama Juan Manuel Santos. Él es quien dirige la política de seguridad democrática y debe responder si esa política tiene éxitos limpios o manchados con la sombra de violaciones atroces a los derechos humanos, como es el caso de la desaparición y asesinato de miles de jóvenes en el país.
Pero de todas maneras la salida del general Montoya tiene un trasfondo político...
Aquí hay varias responsabilidades: una profesional de los oficiales y suboficiales, quienes pueden ser separados de sus cargos; está la penal, que es ante los jueces; también la patrimonial, porque se tendrá que indemnizar a los parientes de las víctimas. Hay que tener en cuenta también la responsabilidad internacional, en la que Colombia tendrá que decirle al mundo que no es una nación de bárbaros incivilizados donde la muerte es parte fundamental de su política de seguridad. Y está la responsabilidad política, que la tiene que asumir el ministro Santos.
El Ministro dice que esos hechos no pueden manchar a toda la Fuerza Pública...
Es que esto de los falsos positivos viene de hace tiempo. Hasta me acuerdo de un cuento de Tola y Maruja en el que decían que no son sino 5.000 casos aislados. Así está el ministro Santos y aunque fuera un solo muerto por las balas oficiales, eso ya sería terrible. Pero llevamos más de 5.000 con nombre propio que no se pueden soslayar ni minimizar. Santos no puede pasar de agache frente a semejante desastre humanitario. Él se puede justificar, pero que no nos crea tan tontos de que descabezando a oficiales y suboficiales se arregló el problema. Mientras no renuncie, Colombia seguirá cuestionada ante la comunidad internacional. Mire que ya están suspendiendo ayuda militar, recortaron el Plan Colombia y se va a fregar el TLC.
¿Cree que organismos internacionales pueden entrar a mirar este tema?
Santos se burla de nosotros, nos desconoce como contradictores válidos, nos insulta, trata de ridiculizarnos, nos llama desinformados y se ríe porque entre más le pidamos su renuncia o entre más le digamos a Uribe que lo saque, más se quedará en el puesto. Pero el mundo ha cambiado, hoy hay tratados y tribunales internacionales que investigan los crímenes de lesa humanidad en cualquier parte del mundo. Tenga la seguridad de que la comunidad internacional ya está mirando a Colombia y como vamos, nos van a seguir condenando como nos condenaron por lo de La Rochela, Cimitarra, El Aro o La Granja. Y de eso no se pueden reír ni el ministro Santos ni el gobierno del presidente Uribe.
¿Por qué será que el presidente Uribe no tiene la palabra renuncia en su vocabulario?
Él es un hombre terco y quiere a sus ministros como a los caballos viejos: los adora y los aprecia aunque ya no sirvan para mucho. Así no puede funcionar un país que demanda actitudes éticas y responsables. El general Montoya al menos tuvo la dignidad de irse.
¿Qué responsabilidad cree que le cabe al presidente Uribe?
La inmensa responsabilidad por ser el jefe del Estado y comandante supremo de las Fuerzas Militares. Este es un régimen civil, no militar, y si ante los ojos del Presidente ocurren estas violaciones, tiene responsabilidad. Pero como no se puede caer, a Uribe lo sancionará la historia y ella dirá que durante su gobierno miles de jóvenes fueron reclutados, engañados, vestidos de camuflados, asesinados por el Ejército y enterrados en fosas comunes.
Por cierto, ¿será que Uribe busca otra reelección?
Yo creo que Uribe se ‘mamó’ de soportar las habilidosas posiciones de Cambio Radical y las pretenciosas y envidiosas solicitudes de muchos de los miembros del Partido de la U. Es que él ha sido el más conservador de los presidentes en la historia de Colombia, les dio todo el poder a los godos, quienes han sido sus socios fieles. Eso ha despertado unas envidias terribles y por eso creo que Uribe se cansó y les dijo ‘hagan lo que quieran’.
¿Germán Vargas Lleras debe volver al liberalismo?
En 2010 habrá una gran coalición de uribistas donde estarán Santos, Noemí, Marta Lucía Ramírez, Andrés Felipe Arias y otros. Y una gran coalición antiuribista donde estarán Lucho Garzón, Pardo, Alfonso Gómez y Fajardo, con otros independientes. Creo que a Vargas le iría mejor en el bloque antiuribista, porque en el otro lado no es que lo quieran mucho. Es que él no es el hijo predilecto del príncipe.
O sea que le está pasando lo mismo que le pasó a usted...
Yo estuve en el uribismo, pero a tiempo el doctor Uribe me sacó. Y en la primera crítica que le hice a la burocracia de los consulados, me tachó de mañoso y perverso.
Claro que dijeron que la pelea fue por puestos...
A mí me dicen que soy el peor político del mundo porque voté por Uribe en 2002 y cuando comenzó a repartir puestos me salí. Es que para una persona tan independiente como yo es difícil tener un jefe y más aún si ese jefe es un autócrata y un hombre agresivo.
Un legislador con el don de la palabra
La primera experiencia en el Congreso para Héctor Helí Rojas fue en la Cámara de Representantes donde, al igual que en Senado, se destacó por promover debates de control político a los altos funcionarios del Gobierno. El legislador de oposición es abogado, experto en temas penales y desde muy joven se dedicó al litigio. En Cómbita, Boyacá, donde nació, se hizo famoso porque era quien defendía y asesoraba a sus coterráneos en todos los temas judiciales. Por los pasillos del Congreso, sus colegas políticos destacan de este cacique electoral, de manera especial, su don de la palabra, que sabe usar magistralmente a la hora de debatir con sus contradictores.
Uno de los debates recientes fue el que se le hizo al ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por el tema de las desapariciones de jóvenes y presuntas ejecuciones extrajudiciales. Como siempre, el liberal fue persuasivo y directo.
¿Liberal o uribista?
Hace algunas semanas, el senador Héctor Helí Rojas estuvo en el ojo del huracán dentro de su partido, el Liberal, hasta el punto de que se llegó a decir que estaba arrimándose al uribismo. Saliéndoles al paso a esos comentarios, Rojas asegura que ello se debe a la falta de autocrítica que existe dentro de la colectividad: “El Partido Liberal está mal parqueado porque no tenemos grandes líderes que estén bien posicionados en las encuestas y programados con unas ideas que permitan decir que esto se puede cambiar y que vamos a hacer un país con menos desigualdad social. La verdad es que estamos sin un gran candidato y sin un gran programa, pero cuando uno critica esa situación, entonces le dicen que se está acercando a Uribe, en lugar de aceptar la autocrítica”.
Sin embargo, Rojas está convencido de que la única opción que tiene hoy el liberalismo, de cara a la contienda electoral de 2010, es que haga lo que está promocionando el ex presidente César Gaviria: “Una gran coalición de partidos y grupos de ciudadanos a quienes no les gusta la reelección del Presidente, ni esta situación de desastre humanitario, ni la desigualdad abrumadora que se está profundizando entre los que tienen y los que no tienen. Es allí, con el liderazgo del Partido Liberal, que tenemos que enfrentar a quienes quieren o que siga Uribe, o que sigan las cosas de Uribe, o que sigan los hombres de Uribe”.
Y a una última pregunta obligada sobre su regreso o no al Senado en 2010, responde: “Dios proveerá. Las elecciones están lejos y cada día trae su afán”.