Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
No queda claro en el ambiente cuál fue la intención del Gobierno Nacional al emitir, a través del Ministerio del Interior, el decreto 418 de 2020, en el que quedaba de manera explícita que, ante la emergencia sanitaria por el coronavirus en el país, el manejo del orden público quedaba en cabeza del presidente de la República, Iván Duque Márquez. La confusión fue tal, que desde varios medios de comunicación se tituló que ese acto administrativo tumbaba de manera inmediata medidas previas adoptadas por varios alcaldes y gobernadores, como los toque de queda.
En el artículo segundo del documento se señala que las órdenes del presidente, por ejemplo, se aplicarían de “manera inmediata y preferente sobre las disposiciones de gobernadores y alcaldes. Las instrucciones, los actos y órdenes de los gobernadores se aplicarán de igual manera y con los mismos efectos en relación con los de los alcaldes”.
Ante la falta de claridad, la interpretación fue inmediata y uno de los mayores efectos, se dijo, se tendría en Bogotá, donde la alcaldesa Claudia López ordenó un simulacro de aislamiento obligatorio en la capital durante todo el fin de semana, incluido el lunes festivo. ¿Quedaba cancelada la orden de López? La alcaldesa respondió al decreto en su cuenta de Twitter: “#SimulacroVital Bogotá fue consultado/coordinado por mi personal y directamente ayer con el presidente. Hoy recibiremos aportes al decreto. Mañana se expedirá y regirá obligatorio. Este no es momento de competencias y vanidades infantiles sino de cuidarnos”.
Contexto: Decreto del Gobierno deja en veremos simulacro de aislamiento y toques de queda
En Cartagena, el alcalde William Dau Chamat, en rueda de prensa, también confirmó que su decisión de toque de queda en la ciudad hasta el 5 de abril sigue adelante, una medida que se inició desde las 6:00 de la tarde del martes 17 de marzo. “El toque de queda permanece. El toque de queda dictado por el alcalde mayor de la ciudad de Cartagena está en consonancia, no contraviene el decreto emitido hoy por el presidente Duque. Quiero aprovechar y manifestar que yo tengo mucho respeto por el presidente y acato las órdenes presidenciales. En este momento estamos actuando dentro de la legalidad (...) A mí me eligieron los cartageneros, gobierno para los cartageneros y hago lo mejor que conviene para Cartagena, por encima de cualquier otra consideración”.
Dau Chamat, además, acudió al artículo tercero del decreto del Gobierno Nacional, en el que se señala que las acciones tomadas desde las alcaldías deben ser comunicadas de manera inmediata al Ministerio del Interior. En consecuencia, desde Cartagena se le envió una carta a la ministra Alicia Arango, informándole de la decisión que se había tomado previamente.
El episodio desatado por el decreto de Duque, en medio de la coyuntura del coronavirus en el país, y las respuestas que tuvo por parte de diferentes mandatario locales, no hizo más que remitir a la historia, a la época de la Colonia y del reinado de la Casa Austria, en España, cuando desde miles y miles de kilómetros se enviaban órdenes hacia el Nuevo Reino de Granada y los cabildos presentes en estas tierras, y sobre todolos criollos, las rechazaban de una manera, por decirlo, elegante: “Se acata, pero no se cumple”.
Para algunos historiadores consultados por El Espectador, lo que se quería decir con aquella frase en aquella época era que las ordene se recibían, pero había una imposibilidad para cumplirlas porque, en realidad, no funcionaban o no eran pertinentes
Esos hechos de desobediencia colonial podían ser, explican, producto de la distancia de la incapacidad del Estado en España, especialmente bajo el poder de los Habsburgo, para controlar a todas las colonias. Guardando las proporciones, por supuesto, hoy varios alcaldes han continuado con sus planes locales para contrarrestar el contagio del coronavirus, muy a pesar de que la interpretación dada por el decreto era que todo quedaba sin efecto.
Respecto a la determinación del Gobierno Nacional, lo mismo hizo la Alcaldía de Manizales, al informar que el toque de queda programado se mantenía. El alcalde Carlos Mario Marín señaló que “el toque de queda está firme. Que, en disposición como lo ha dicho el nuevo decreto de la Presidencia de la República, lo hemos acordado con el señor presidente y ayer enviamos una comunicación desde el despacho donde pedimos, además, que nos ayudara con el Ejército Nacional”.
Sobre el asunto también se pronunció la gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán. “El día de hoy ha salido una disposición presidencial, la cual acatamos. Seguimos unidos con el alcalde de Santiago de Cali y los alcaldes de todos los municipios del Valle en que tenemos que seguir adelante con el toque de queda y seguir con las restricciones de movilidad. Estamos en un momento de contención, es el momento de estar unidos, de acatar las disposiciones del presidente de la República”, señaló Roldán. La gobernadora también envió, al igual que el alcalde de Cartagena, una comunicación informando quelas medidas se adoptadas previamente se mantendrán.
“Nosotros notificamos al Gobierno Nacional del toque de queda que se venía estableciendo en la ciudad de Villavicencio, y que nos íbamos a unir a las dinámicas de contención establecidas por Bogotá. En ese sentido, consideramos que se mantienen en firme esas medidas e invitamos al Gobierno Nacional a mantener el principio de centralización conforme a que estos asuntos de orden público también hacen parte de una política de prevención y contención en el ejercicio del aislamiento preventivo para evitar el contagio”, dijo por su parte el alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, quien pidió de manera directa al presidente Duque que “flexibilice las condiciones y nos demos cuenta que es mejor garantizar medidas más estrictas en los territorios a que siga creciendo el número de personas con coronavirus”.
Aunque el Gobierno Nacional ha permitido que la confusión se sigua esparciendo, pues ni la ministra del Interior Alicia Arango ni ningún funcionario ha salido a resolver las dudas de los alcaldes, conllevando también a un choque político en diversos sectores del Congreso de la República, curtidos juristas aseguran que el decreto no deroga ninguna decisión de las alcaldías y que lo que pide es coordinación de las acciones. No obstante, sí establece que, en caso de que haya contradicción entre una medida local y una nacional, tendrá prevalencia la del Gobierno central y, dado el caso, se impondrían sanciones.