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Justo cuando se cumplen dos semanas de movilizaciones y protestas en Colombia, este miércoles se conoció un pronunciamiento de las organizaciones de derechos humanos y en defensa de la vida reunidas alrededor de la denominada ‘Semana por la Paz’, que abogó por un diálogo “nacional, territorial y local”, respaldado también por la comunidad internacional.
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Advirtiendo que el país vive un “momento de profundo dolor” y que el Gobierno que dirige Iván Duque ha actuado de forma “tardía y errática” frente a la protesta, ‘Semana por la Paz’ llama la atención por “la represión violenta de la Fuerza Pública” hacia las manifestaciones, particularmente contra los jóvenes.
“El mundo ha conocido a través de diferentes canales, tanto redes sociales como medios masivos de comunicación, las violaciones contra los derechos humanos, que incluyen asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, violencia sexual y detenciones arbitrarias; además de agresiones oculares, incitación a la respuesta violenta y armada de grupos de la ciudadanía por prejuicios raciales y clasistas, cortes de energía y de internet durante las protestas, y censura”, señalaron.
Para ‘Semana por la Paz’, en las manifestaciones se ha escalado el conflicto hacia actos de violencia contra bienes públicos y privados, atribuidos a “actores infiltrados u otros que erróneamente creen que la violencia y la destrucción es la ruta para las transformaciones sociales y políticas”. Según las organizaciones, ello le ha permitido al Gobierno “justificar la asistencia militar”.
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Por ello, le pidieron tanto al Ejecutivo como a la ciudadanía garantías al derecho a la protesta, así como respeto por la vida e integridad de los manifestantes. Adicionalmente, abrir caminos de diálogo “y hacer de la diferencia y la diversidad de pensamientos una realidad que nos enriquezca, contrario a una que nos polarice y nos niegue mutuamente”.
Por último, ‘Semana por la Paz’ asegura que en el diálogo deben reconocerse las demandas de la población por un cambio político, social y económico, “con verdad y sin impunidad frente los hechos victimizantes acaecidos durante las manifestaciones”. De esta manera, agregan, se podrá comenzar a construir un modelo de país en el que quepan todos, con la paz y la reconciliación como horizonte común.