Senado eligió al conservador Juan Diego Gómez como su nuevo presidente
Después de 18 años vuelve un antioqueño a ocupar la dignidad legislativa más importante del país, sin embargo, llega con un pasado en el que se cuenta negocio con socios narcos, una denuncia por estafa, disputa por tierras y embargo de sus bienes, según advirtió una investigación de medios alternativos.
La última legislatura del Congreso 2018-2022 estará al mando del senador conservador Juan Diego Gómez. Con 93 votos a favor y solo 7 en contra, la postulación de su nombre que hizo su partido fue acogida por las mayorías, cumpliendo con los acuerdos de mesas directivas que se hacen cada cuatro años.
“Sabemos que Juan Diego hará una excelente Presidencia. Es un senador de origen antioqueño, viene ocupando por varios períodos este Congreso, tiene la experiencia y sobre todo las calidades para ocupar esta posición tan honrosa”, dijo la vocera conservadora Esperanza Andrade, al momento de presentar su nombre.
Lea: Así quedarían conformadas las mesas directivas del Congreso.
Con Gómez, los antioqueños vuelven a tener representación en la Presidencia del Senado. El último que ocupó el cargo fue Luis Alfredo Ramos, investigado por parapolítica. La llegada del conservador tampoco ha estado exenta de críticas, pues en los últimos días los medios alternativos Vorágine y Cuestión Pública han revelado su pasado judicial que incluye un negocio con socios narcos, una denuncia por estafa, disputa por tierras y embargo de sus bienes.
Además de esto, los defensores ambientales criticaron su Presidencia en la Comisión Segunda del Senado, donde terminó engavetado el proyecto de ratificación del Acuerdo Escazú, fueron varias maniobras de la coalición de gobierno que impidieron que la iniciativa pasara su primer debate en su primer año de trámite en el Congreso.
Puede ver también la primera entrevista de Gómez como presidente del Senado
Pese a esto, el electo presidente prometió que esta última legislatura la enfocará en la agenda ambiental y social. Sin embargo, por acción y omisión la oposición y sectores medioambientales ponen en entredicho su palabra.
Estas reservas se materializaron en que la Alianza Verde presentara la candidatura de Antonio Sanguino como alternativa a Gómez, destacándole su lucha para que se aprobara el Acuerdo de Escazú. Su postulación no tuvo mucha acogida, solo siete votos, que también dan cuenta de la poca unidad con la que asumió la oposición la jornada de este 20 de julio. No se pusieron de acuerdo para la réplica al presidente Iván Duque y tampoco fueron capaces de apoyar de forma conjunta a Sanguino.
En su discurso como presidente del Senado, Gómez reconoció el momento en el que asume el cargo y, en ese mismo sentido, manifestó su compromiso para liderar el trámite y la discusión de los reclamos y las necesidades de la ciudadanía. “En la historia reciente del país no habíamos iniciado una legislatura en medio de tensiones sociales, políticas, sanitarias y económicas que causan desconcierto y desconfianza hacia las diferentes Instituciones del Estado, pero es precisamente cuando se presentan estas dificultades que necesitamos fortalecernos, hacernos visibles, propositivos y presentar soluciones que nos lleven por el camino de la recuperación”, inició su intervención, luego de rendirle un tributo a las víctimas mortales de COVID-19 y sus familias.
Más: “El Congreso es donde se deben dar las soluciones que la sociedad espera”: Char.
Planteando esto, dijo que el primer paso es reconocer que la situación del país no está bien y que es necesario trabajar a favor de la reconciliación, para ello insistió que es imperativo sentarse a escuchar y procesar lo que se pide en el estallido social. Eso sí, rechazó todo tipo de violencia y vías de hecho.
“Hoy el ciudadano puede entender las dificultades que nos trajo la pandemia, pero no nos podemos equivocar, lo que no entiende es que se encuentre frente a un Estado que no escucha y da un portazo a la voz individual y colectiva”, señaló, resaltando que escuchar debe estar relacionado con la voluntad política de tomar decisiones.
Así pues, reconoció al Congreso como el escenario natural para el diálogo social y el consenso. E invitó a toda la corporación a escuchar sobre los cambios de enfoques que deben de hacer. “Es hora de revisar cómo estamos abordando la lucha contra el narcotráfico. ¿Cuál es el saldo de esta guerra? Mucha sangre se ha derramado durante décadas, es hora de preguntarnos cuánta más estamos dispuestos a seguir derramando, cuando vemos que, en otras latitudes, de manera rápida y progresiva, está cambiando el filtro con el que se mira el asunto de las drogas”, apeló.
Además de esto, antecedió que este año con él en la Presidencia se dará prioridad a los jóvenes, a la reactivación económica, el emprendimiento, las labores de cuidado, las víctimas del conflicto armado, la agenda ambiental, tema en que dijo que trabajará parala aprobación de Escazú.
Al presidente Iván Duque también le habló y destacó que la pandemia le dio una oportunidad al mandatario de retomar el liderazgo en el país. “Fue la chispa que encendió el liderazgo que muchos estaban esperando”. Dicho esto, se puso a disposición del Gobierno para trabajar de la mano por una agenda a favor del país.
Así mismo, le pidió al presidente ejercer una “gobernanza de la escucha”. “Que le permita enriquecer su visión, por fuera de los radicalismos que nos asfixian, para encontrar en el pragmatismo, el equilibrio y la unidad que significa y debe representar la figura presidencial”.
El presidente del Senado concluyó prometiendo que trabajará para reducir la polarización, comunicar permanentemente el trabajo de la corporación, acercarse a las regiones, garantizar la diversidad de voces.
Siguiendo los acuerdos, la plenaria eligió a Maritza Martínez (de la U) como primera vicepresidenta, sin embargo, el voto en blanco le ganó al candidato de la oposición para ocupar la segunda vicepresidencia, Gustavo Bolívar. Por tal motivo, Gómez pidió que desde la oposición postularán a alguien más. Desde la Alianza Verde pusieron a consideración el nombre de Iván Name, mientras que el Polo, MAIS, Unión Patriótica, Decentes y Comunes insistieron en que su candidato es Bolívar, entendiendo que debe haber alternancia de géneros y de partidos, según el Estatuto de la Oposición, y alegando que las mayorías del Congreso no pueden imponer al representante que desean de la oposición en la Mesa Directiva del Senado.
En últimas, la plenaria votó nuevamente por quién sería el segundo vicepresidente del Senado, elección en la que únicamente estaba postulado el senador Name. Con 68 votos, la corporación votó a favor del congresista del verde, mientras que la otra facción de la oposición (Polo, MAIS, Unión Patriótica y Comunes) se retiraron del recinto, alegando ilegalidad en la votación y anunciando que interpondrán recursos judiciales.
La última legislatura del Congreso 2018-2022 estará al mando del senador conservador Juan Diego Gómez. Con 93 votos a favor y solo 7 en contra, la postulación de su nombre que hizo su partido fue acogida por las mayorías, cumpliendo con los acuerdos de mesas directivas que se hacen cada cuatro años.
“Sabemos que Juan Diego hará una excelente Presidencia. Es un senador de origen antioqueño, viene ocupando por varios períodos este Congreso, tiene la experiencia y sobre todo las calidades para ocupar esta posición tan honrosa”, dijo la vocera conservadora Esperanza Andrade, al momento de presentar su nombre.
Lea: Así quedarían conformadas las mesas directivas del Congreso.
Con Gómez, los antioqueños vuelven a tener representación en la Presidencia del Senado. El último que ocupó el cargo fue Luis Alfredo Ramos, investigado por parapolítica. La llegada del conservador tampoco ha estado exenta de críticas, pues en los últimos días los medios alternativos Vorágine y Cuestión Pública han revelado su pasado judicial que incluye un negocio con socios narcos, una denuncia por estafa, disputa por tierras y embargo de sus bienes.
Además de esto, los defensores ambientales criticaron su Presidencia en la Comisión Segunda del Senado, donde terminó engavetado el proyecto de ratificación del Acuerdo Escazú, fueron varias maniobras de la coalición de gobierno que impidieron que la iniciativa pasara su primer debate en su primer año de trámite en el Congreso.
Puede ver también la primera entrevista de Gómez como presidente del Senado
Pese a esto, el electo presidente prometió que esta última legislatura la enfocará en la agenda ambiental y social. Sin embargo, por acción y omisión la oposición y sectores medioambientales ponen en entredicho su palabra.
Estas reservas se materializaron en que la Alianza Verde presentara la candidatura de Antonio Sanguino como alternativa a Gómez, destacándole su lucha para que se aprobara el Acuerdo de Escazú. Su postulación no tuvo mucha acogida, solo siete votos, que también dan cuenta de la poca unidad con la que asumió la oposición la jornada de este 20 de julio. No se pusieron de acuerdo para la réplica al presidente Iván Duque y tampoco fueron capaces de apoyar de forma conjunta a Sanguino.
En su discurso como presidente del Senado, Gómez reconoció el momento en el que asume el cargo y, en ese mismo sentido, manifestó su compromiso para liderar el trámite y la discusión de los reclamos y las necesidades de la ciudadanía. “En la historia reciente del país no habíamos iniciado una legislatura en medio de tensiones sociales, políticas, sanitarias y económicas que causan desconcierto y desconfianza hacia las diferentes Instituciones del Estado, pero es precisamente cuando se presentan estas dificultades que necesitamos fortalecernos, hacernos visibles, propositivos y presentar soluciones que nos lleven por el camino de la recuperación”, inició su intervención, luego de rendirle un tributo a las víctimas mortales de COVID-19 y sus familias.
Más: “El Congreso es donde se deben dar las soluciones que la sociedad espera”: Char.
Planteando esto, dijo que el primer paso es reconocer que la situación del país no está bien y que es necesario trabajar a favor de la reconciliación, para ello insistió que es imperativo sentarse a escuchar y procesar lo que se pide en el estallido social. Eso sí, rechazó todo tipo de violencia y vías de hecho.
“Hoy el ciudadano puede entender las dificultades que nos trajo la pandemia, pero no nos podemos equivocar, lo que no entiende es que se encuentre frente a un Estado que no escucha y da un portazo a la voz individual y colectiva”, señaló, resaltando que escuchar debe estar relacionado con la voluntad política de tomar decisiones.
Así pues, reconoció al Congreso como el escenario natural para el diálogo social y el consenso. E invitó a toda la corporación a escuchar sobre los cambios de enfoques que deben de hacer. “Es hora de revisar cómo estamos abordando la lucha contra el narcotráfico. ¿Cuál es el saldo de esta guerra? Mucha sangre se ha derramado durante décadas, es hora de preguntarnos cuánta más estamos dispuestos a seguir derramando, cuando vemos que, en otras latitudes, de manera rápida y progresiva, está cambiando el filtro con el que se mira el asunto de las drogas”, apeló.
Además de esto, antecedió que este año con él en la Presidencia se dará prioridad a los jóvenes, a la reactivación económica, el emprendimiento, las labores de cuidado, las víctimas del conflicto armado, la agenda ambiental, tema en que dijo que trabajará parala aprobación de Escazú.
Al presidente Iván Duque también le habló y destacó que la pandemia le dio una oportunidad al mandatario de retomar el liderazgo en el país. “Fue la chispa que encendió el liderazgo que muchos estaban esperando”. Dicho esto, se puso a disposición del Gobierno para trabajar de la mano por una agenda a favor del país.
Así mismo, le pidió al presidente ejercer una “gobernanza de la escucha”. “Que le permita enriquecer su visión, por fuera de los radicalismos que nos asfixian, para encontrar en el pragmatismo, el equilibrio y la unidad que significa y debe representar la figura presidencial”.
El presidente del Senado concluyó prometiendo que trabajará para reducir la polarización, comunicar permanentemente el trabajo de la corporación, acercarse a las regiones, garantizar la diversidad de voces.
Siguiendo los acuerdos, la plenaria eligió a Maritza Martínez (de la U) como primera vicepresidenta, sin embargo, el voto en blanco le ganó al candidato de la oposición para ocupar la segunda vicepresidencia, Gustavo Bolívar. Por tal motivo, Gómez pidió que desde la oposición postularán a alguien más. Desde la Alianza Verde pusieron a consideración el nombre de Iván Name, mientras que el Polo, MAIS, Unión Patriótica, Decentes y Comunes insistieron en que su candidato es Bolívar, entendiendo que debe haber alternancia de géneros y de partidos, según el Estatuto de la Oposición, y alegando que las mayorías del Congreso no pueden imponer al representante que desean de la oposición en la Mesa Directiva del Senado.
En últimas, la plenaria votó nuevamente por quién sería el segundo vicepresidente del Senado, elección en la que únicamente estaba postulado el senador Name. Con 68 votos, la corporación votó a favor del congresista del verde, mientras que la otra facción de la oposición (Polo, MAIS, Unión Patriótica y Comunes) se retiraron del recinto, alegando ilegalidad en la votación y anunciando que interpondrán recursos judiciales.