“Con los derechos de los niños no se podía improvisar”: Martha Peralta
La senadora por el Pacto Histórico y líder wayú habla sobre la gestión de Concha Baracaldo en la dirección del ICBF y sobre las dificultades que enfrenta La Guajira por el hambre y la sequía.
Luego de alrededor de 20 años, La Guajira vuelve a tener representación en el Senado: Martha Peralta Epieyú es uno de los rostros nuevos del Congreso. No solo es senadora, sino que ha sido líder wayú y es la actual presidenta del partido Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS). Llegó al Congreso para poner en la agenda legislativa la reducción de la desigualdad y la protección del medio ambiente, especialmente para su departamento, en donde las sequias y la pobreza consumen los derechos y la vida de las comunidades indígenas, entre niños, niñas y mujeres, que habitan en las rancherías y periferias.
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Luego de alrededor de 20 años, La Guajira vuelve a tener representación en el Senado: Martha Peralta Epieyú es uno de los rostros nuevos del Congreso. No solo es senadora, sino que ha sido líder wayú y es la actual presidenta del partido Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS). Llegó al Congreso para poner en la agenda legislativa la reducción de la desigualdad y la protección del medio ambiente, especialmente para su departamento, en donde las sequias y la pobreza consumen los derechos y la vida de las comunidades indígenas, entre niños, niñas y mujeres, que habitan en las rancherías y periferias.
Es su primera vez en el Congreso, ¿cómo ha sido pasa de los procesos comunitarios a una corporación pública?
De pronto, los procesos organizativos regionales me ayudaron a adaptarme fácilmente, no hemos perdido el ritmo en las actividades que hacíamos, pero, ahora con un enfoque legislativo. Hay temas que quisiéramos trabajar más, pero, en el Congreso no todo es como quisiéramos. Si no tienes la mayoría o si no es de interés para el resto, hasta ahí se queda. Estando acá, siento que falta apoyo para los territorios, hay muchas zonas que son invisibilizadas porque no tienen un representante, entonces, sus necesidades y problemáticas no son legisladas.
¿Cuáles son sus apuestas desde lo que representa, como una mujer wayú?
Hemos tratado de liderar una agenda ambiental, en defensa del agua y de la madre tierra, pero, sobre todo por los derechos de las comunidades indígenas, que hoy están limitados por falta de reglamentación. Estamos revisando los recursos de las transferencias, que deberían ir directamente a los resguardos y no a las alcaldías, ese será nuestro próximo proyecto. Con eso, se respetaría la autonomía y se podría disminuir la desigualdad y la pobreza. A veces, esos recursos se quedan en la caja menor de los alcaldes.
La creación del Ministerio de la Igualdad se aprobó este periodo, ¿qué espera de la reglamentación?
Apoyamos y necesitamos el Ministerio de la Igualdad, pero, debemos construir estrategias sobre cómo se va a implementar, especialmente en lo presupuestal y en las dependencias. Hay que demostrar que no se ha creado algo de nombre. Igualmente, la reglamentación debe desarrollarse con consulta previa de los indígenas, pues, tenemos derecho a escoger si seguimos debajo de la cartera del Ministerio del Interior.
No queremos que los derechos adquiridos queden supeditados a si esa política continúa. Apoyamos al presidente Petro, pero, como representante indígena, no puedo ser irresponsable: puede llegar otro gobierno que quiera acabar con ese ministerio, por lo que hay una solicitud de mayorías indígenas que dicen que ellos quisieran seguir dentro de la dependencia política.
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Según Petro, en lo que va de su gobierno, 20 niños indígenas han perdido la vida por causas asociadas al hambre, ¿cómo evalúa lo que está pasando en La Guajira?
Es una situación de abandono estatal que viene desde hace mucho tiempo. Es lamentable y pienso que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) debe reestructurar su modalidad de atención, para que vaya más allá del negocio. La mayoría de los recursos van para contrataciones y, las raciones de comida son irresponsables por parte de los operadores, que suelen tener intereses con los directores territoriales del ICBF.
Se trata de la corrupción, pero, también falta una política pública que se ajuste a la realidad de los niños wayú: no es el mismo el costo del menú de un niño de La Guajira que uno de Bogotá y, no pueden ser los mismos alimentos. Otro factor es la cobertura del ICBF, debe ser del 100%, mientras no sea así, van a quedar niños desatendidos: debe haber una reglamentación más estricta y los proveedores deben tener sanciones ejemplares.
¿Qué piensa del nombramiento de Concha Baracaldo en el ICBF?, ¿fue un error?
En este tema, que tiene que ver con los derechos de los niños, no se podía improvisar y, mucho menos, colocar a una persona sin experiencia y sin conocimiento de los temas. Ella (Concha Baracaldo) nunca tiene espacio de escucha y pienso que hay gente muy valiosa al interior del ICBF, pero, la directora es la que define todas las políticas.
La directora actual no tiene la experiencia, no había laborado en esos temas. Aclaro que no tengo nada en contra de las personas mayores, pero, uno cree que por ser una señora, tiene amplia experiencia y no es así. Creo que sí fue un error y está a tiempo de corregirse, este no puede ser un gobierno de amiguismos.
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La protección de la niñez wayú es un mandato de la Corte Constitucional con la Sentencia T-302 de 2017, ¿cómo ve el panorama para ese tema de cara al Plan Nacional de Desarrollo (PND)?
He visto que hay voluntad, pero, lo que se está disponiendo no va a ser suficiente. Por ejemplo, el rubro del Ministerio de Vivienda para la solución del deficit de agua fue de 79 mil millones y, solo terminar la represa vale 600 mil millones. Se queda corto en lo que estábamos esperando para La Guajira. Como van las cosas, si no se hace un plan especial, estoy viendo un desacato a la Corte.
Alertó que ha sido amenazada, ¿qué ha pasado con ello?
Nosotros estamos trabajando en regiones que son muy distantes. Precisamente, meterse allá genera choques con otros liderazgos y a mucha gente no le gusta, por lo que nos han enviado mensajes de alerta. Nos han querido limitar y hay que tener cuidado, pero, no vamos a dejar de trabajar. Si creen que porque soy indígena y mujer no me voy a defender están equivocados, voy a responder con criterio y carácter. Quisiéramos estar en libertad de hacer nuestro trabajo y hacer la cosas bien.
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Instalaron la Comisión Accidental del Agua y la Biodiversidad, ¿cuál es la idea para trabajar por el agua desde el Congreso?
Queremos que nuestra agenda legislativa y este gobierno empiece a legislar alrededor del agua. Estamos viviendo una crisis climática, con épocas de mucha sequia o, en las que se desbordan los ríos. Con la comisión queremos, de la mano de sectores que han trabajado por esta causa, empezar a llevar foros y conversaciones. No se trata solamente de concientización, también de políticas públicas que brinden soluciones sobre el derecho al agua potable, a sembrar nuestros alimentos y para cuidar las distintas fuentes hídricas. Para eso, presentamos nuestro primer proyecto para declarar el río Ranchería como sujeto de derechos.
¿Qué se logra haciéndolo sujeto de derechos?
Distintos factores ponen en riesgo al río Ranchería. Primero, el proyecto de construcción de la represa se quedó en la fase uno; segundo, en La Guajira hay arroceros y ese cultivo exige mucha agua; tercero, hay una tala indiscriminada de árboles. Por último y, lo más importante, es el impacto ha acusado la mina del Cerrejón. No es posible que se gasten 17 mil millones de litros de agua al día en regar el polvillo del carbón mientras los niños mueren de sed en el departamento. Debe haber una regulación y una ley que los obligue a cuidar del río.
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La Guajira es una región en la que ha habido mucho clientelismo y poca gobernabilidad, ¿qué tiene preparada la coalición del Pacto Histórico de cara a las elecciones regionales de 2023?
Desde el movimiento MAIS y la coalición estamos organizándonos para ganar la alcaldía del distrito de Riohacha. También estamos pensando en el municipio en donde está El Cerrejón, Albania, y, nos anima mucho la de Maicao, que es en la frontera de Paraguachón, con Venezuela. En las otras regiones tendremos incidencia; trabajaremos haciendo coaliciones o, buscando que un candidato con nuestros ideales, al que podamos apoyar y que, renueve las formas de hacer política en el departamento.
¿Portar el wayuushein (la manta tradicional) y el uwomü (el sombrero wayú) en el Congreso ha sido un mensaje político?
Mi sombrero y mi atuendo es mi identidad, pero, sí quiero decirle a los demás que soy distinta, que vengo de una región en donde pensamos diferente y que hay espacios para nuevas voces. Este congreso tiene bastantes particularidades y, pienso que desde acá se empiezan a disminuir esas brechas de desigualdad.