Después de las jornadas de movilización de este miércoles, persistía la expectativa por la intervención y reacción del presidente Iván Duque en su habitual espacio de Prevención y Acción. En el programa diario, el mandatario empezó hablando de forma general de la pandemia, las muertes por el COVID-19 y las afectaciones a nivel económico y social que ha ahondado la situación.
Después de manifestar esto, el mandatario señaló los esfuerzos que desde el Gobierno han hecho para conjurar la crisis, mencionando los programas sociales, el incremento de la capacidad del sistema de salud, salvamentos a las empresas, entre otros.
“Nos ha costado, en endeudamiento y aumento del déficit”, reconoció como factura de la situación actual que vive el país y motivo por el cual presentaron una reforma tributaria, llamada “Ley de Solidaridad Social Sostenible”, pese a que no la mencionó en su discurso en el programa.
Aunque aceptó el descontento y la molestia en la ciudadanía, Duque atinó a decir que “hay que adaptar a nuestras sociedades a esta triste realidad, con entusiasmo y optimismo”, para mantener los programas sociales, las finanzas públicas y la calificación para los inversores.
“Mantener la calificación crediticia, que nos presenta con solidez para mostrar porque nuestras finanzas públicas se pueden diferenciar y cuando la relación de deuda en algunos países está llegando al 99% del PIB, que en unos años les puede representar en una crisis de deuda”, comentó a modo de explicación, como lo ha hecho en otras ocasiones, de por qué una reforma tributaria en la actualidad, sin mencionarla.
También, como lo ha dicho en medios y otros espacios, dijo, sin aludir a la reforma, que lo que presentan en el proyecto para el recaudo no es para su administración. “No es un tema de Iván Duque como presidente o mi gobierno. Las medidas están diseñadas para que sus efectos tengan vigencia después de nuestro gobierno”.
Y en ese sentido, volvió a hacer el llamado de establecer diálogos y consensos, pero “en el marco de la democracia y las instituciones”. El ministro del Interior, Daniel Palacios, esta semana señaló que el espacio para hacerlo es el Congreso, desestimando que no era momento para las protestas por la situación del COVID-19 en el país y que la discusión no es en las calles, sino en el Legislativo.
“Valoro las propuestas de diferentes sectores, porque es así como se construye la democracia, no hay triunfos individuales. Salir de esta coyuntura debe ser un propósito nacional. Esa es la invitación, que queremos propiciar encuentros sin líneas rojas, con sentido de país, en el seno de las instituciones”, insistió el presidente, reiterando que las manifestaciones y discusiones deben ser en el Congreso.
Así mismo, el mandatario advirtió que las jornadas de hoy mostrarán las consecuencias a nivel de salud en los próximos días. “Las aglomeraciones de hoy pueden ser las ucis que van a solicitar en dos semanas (…) Una movilización no puede exacerbar más la situación de ocupación de uci”, insistió.
Como era de esperarse y en línea a sus ministros del Interior y Defensa, concentró sus comentarios de la protesta alrededor de los desmandes. “Entendemos el derecho constitucional de la protesta pacífica, pero lo que hemos visto hoy es vandalismo criminal, es atentar contra la infraestructura, contra los negocios, contra los medios de comunicación. La violencia no nos va a resolver los retos que debemos de hacerlo como país”, resaltó. En ese sentido, pidió rechazar los hechos de violencia y vandalismo.
Como mensaje final, el mandatario, a quien la ciudadanía y varios partidos políticos le han pedido retirar el proyecto de reforma tributaria, terminó diciendo: “el sentido de mi obrar es pensando en el interés general del país. Buscaremos todas las opciones para proteger la vida, la salud, nuestras finanzas, el empleo y la reactivación (…) Actuaremos buscando consensos y soluciones, donde aquí no hay victorias individuales y podamos transitar por estas tempestades”.