Un cambio más: Miguel Ceballos, comisionado de Paz, renuncia al cargo
Miguel Ceballos expresó que formalmente deja el Gobierno el próximo 26 de mayo. Se va del ejecutivo, a pesar de que su entidad es la encargada de liderar las conversaciones con el Comité del Paro.
Miguel Ceballos anunció que deja el Gobierno a partir del 26 de mayo. En entrevista con El Tiempo, el saliente comisionado de paz explica que su renuncia la había pasado desde el pasado 22 de diciembre de 2020, y que reiteró esa voluntad el 3 de mayo, día en el que finalmente formalizó esa decisión. “El último día en Palacio sería el 25 de mayo”, le dijo este sábado a la periodista María Isabel Rueda.
(Lea: “Reconozco a la juventud como única protagonista del paro”: Petro)
Ceballos se va, a pesar de que su entidad estaba encargada, entre otras cosas, de concertar una mesa de diálogo con el Comité del Paro. Tras casi un mes de paro nacional, esa tarea venía adelantándose sin anuncios mayores todavía. Sobre esto, manifestó que aceptó esa responsabilidad porque “todo funcionario público debe trabajar hasta el último de sus días en el Gobierno y mi responsabilidad era apoyar al presidente y responder a lo que él me encargaba”, señaló. En ese sentido, afirmó que el primer mandatario, Iván Duque, sabía de sus intenciones de renunciar desde antes de que se presentara la coyuntura del paro. No obstante, reiteró que a lo que nunca renunciará es “a servirle a los colombianos siempre”.
Además de ese diálogo que aún no ha dado sus frutos respecto a las peticiones del Comité del Paro, Ceballos tenía el deber constitucional de verificar la voluntad de hacer la paz de los actores armados. Por ello, uno de los puntos más convulsos a lo largo de su trasegar por el ejecutivo fue su postura frente a las negociaciones de paz con el ELN. Su voz fue una que insistió en que para tender puentes con ese grupo al margen de la ley, este debía primero mostrar intenciones reales de entrar a la legalidad, reflejadas en el cese del fuego. No obstante, los acercamientos al ELN se hicieron trizas cuando el grupo armado admitió ser el responsable del atentado a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, ocurrido el 17 de enero de 2019.
(Vea: El video en el que Duque culpa a Petro del paro (y sus imprecisiones))
Pese a esto, y a sus constantes declaraciones en las que ponía en la cancha del ELN la decisión de dialogar para llegar a la paz, Ceballos reveló recientemente que su oficina, en conjunto con la ONU y el Vaticano, llevaban 17 meses de exploraciones indirectas con ese grupo armado. “[Ese trabajo] arrojó como resultado que ese grupo aún no tiene esa voluntad, porque no ha liberado a todos los secuestrados y sigue cometiendo actos criminales”, agregó. Además, también fue encargado de construir un plan social para el Cauca que, según dijo, tiene una apropiación presupuestal “sin precedentes” en el país: “Pasamos en el 2019 de 900 mil millones de pesos, a casi 2 billones de pesos este año”, asintió.
“He podido concertar con las comunidades negras, afrodescendientes y campesinas, para avanzar en ayudarles a superar sus más delicadas dificultades. Y, también he estado coordinando la Zona Futuro del Bajo Cauca antioqueño y sur de Córdoba”, agregó el saliente funcionario, quien destacó que en todos estos proyectos ha puesto total voluntad y esfuerzo. Tanto así que en dicha entrevista afirmó que se va satisfecho de su labor como alto comisionado de Paz, y rechazó la lectura de que se va en medio de la dificultad de un paro.
(Conozca: “En el fondo todo eso está en la Constitución de 1991”: exconstituyente Jaime Fajardo)
“La gente sabrá valorar el esfuerzo que ha hecho el Comisionado de Paz. Primero, por instalar una mesa que no tenía esperanza alguna de ser instalada. Segundo, por escuchar y entender a la contraparte y valorar sus posiciones. Y tercero, habiéndolas valorado, no haber sacrificado los aspectos esenciales de la institucionalidad. Aquí no se ha dejado nada a medias”, resaltó.
Su descontento con el expresidente Álvaro Uribe
Ceballos expuso también que se siente inconforme con la discusión nacional tan polarizada en la que, afirmó, se encuentra de un lado la voz del expresidente Álvaro Uribe, y del otro, la figura del senador Gustavo Petro. Tanto así que aseguró que ambos políticos, uno de derecha y el otro de izquierda, han sido “irresponsables en presionar a este Gobierno y al Congreso para que la moneda se incline más hacia su lado. Tengo muchas distancias, que conoce el país con Petro, y tengo otras muchas también con Uribe”, dijo.
Aunque aclaró desde un principio que reconoce en Uribe una persona que “transformó al país cuando se necesitaba”, Ceballos contó que sentía incomodidad con la sombra del expresidente sobre su trabajo como comisionado. “En dos ocasiones, desafortunadamente, no fui consultado por el ex presidente Uribe en un par contactos que tuvieron él y representantes suyos con el ELN”, declaró el saliente comisionado.
(Lea: Así fue el camino tortuoso que recorrieron las curules de paz)
Se refirió exactamente a un viaje que realizó uno de los representantes del expresidente, sin ser él consultado. La segunda ocasión constó de una reunión entre Uribe y Juan Carlos Cuéllar, exintegrante del ELN y quien fue nombrado por el gobierno como gestor de paz, reunión de la que tampoco le avisaron, narró. “Eso, por supuesto, creó en mí una incomodidad, que aún permanece, no porque no solamente no haya sido consultado, sino porque hay el respeto a la dignidad de un cargo tan complejo como el mío, en el cual el contacto que pueda derivar en un resultado que ayude a la paz o que aleje a la paz, hace parte esencial de mis funciones”, detalló. Con la confesa información, reiteró que no se va por esos roces con Uribe, sino por decisiones personales que, añadió, quisiera que desembocaran en otra actividad pública. Recordó, además, que no hace parte del Centro Democrático.
Miguel Ceballos anunció que deja el Gobierno a partir del 26 de mayo. En entrevista con El Tiempo, el saliente comisionado de paz explica que su renuncia la había pasado desde el pasado 22 de diciembre de 2020, y que reiteró esa voluntad el 3 de mayo, día en el que finalmente formalizó esa decisión. “El último día en Palacio sería el 25 de mayo”, le dijo este sábado a la periodista María Isabel Rueda.
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Ceballos se va, a pesar de que su entidad estaba encargada, entre otras cosas, de concertar una mesa de diálogo con el Comité del Paro. Tras casi un mes de paro nacional, esa tarea venía adelantándose sin anuncios mayores todavía. Sobre esto, manifestó que aceptó esa responsabilidad porque “todo funcionario público debe trabajar hasta el último de sus días en el Gobierno y mi responsabilidad era apoyar al presidente y responder a lo que él me encargaba”, señaló. En ese sentido, afirmó que el primer mandatario, Iván Duque, sabía de sus intenciones de renunciar desde antes de que se presentara la coyuntura del paro. No obstante, reiteró que a lo que nunca renunciará es “a servirle a los colombianos siempre”.
Además de ese diálogo que aún no ha dado sus frutos respecto a las peticiones del Comité del Paro, Ceballos tenía el deber constitucional de verificar la voluntad de hacer la paz de los actores armados. Por ello, uno de los puntos más convulsos a lo largo de su trasegar por el ejecutivo fue su postura frente a las negociaciones de paz con el ELN. Su voz fue una que insistió en que para tender puentes con ese grupo al margen de la ley, este debía primero mostrar intenciones reales de entrar a la legalidad, reflejadas en el cese del fuego. No obstante, los acercamientos al ELN se hicieron trizas cuando el grupo armado admitió ser el responsable del atentado a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, ocurrido el 17 de enero de 2019.
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Pese a esto, y a sus constantes declaraciones en las que ponía en la cancha del ELN la decisión de dialogar para llegar a la paz, Ceballos reveló recientemente que su oficina, en conjunto con la ONU y el Vaticano, llevaban 17 meses de exploraciones indirectas con ese grupo armado. “[Ese trabajo] arrojó como resultado que ese grupo aún no tiene esa voluntad, porque no ha liberado a todos los secuestrados y sigue cometiendo actos criminales”, agregó. Además, también fue encargado de construir un plan social para el Cauca que, según dijo, tiene una apropiación presupuestal “sin precedentes” en el país: “Pasamos en el 2019 de 900 mil millones de pesos, a casi 2 billones de pesos este año”, asintió.
“He podido concertar con las comunidades negras, afrodescendientes y campesinas, para avanzar en ayudarles a superar sus más delicadas dificultades. Y, también he estado coordinando la Zona Futuro del Bajo Cauca antioqueño y sur de Córdoba”, agregó el saliente funcionario, quien destacó que en todos estos proyectos ha puesto total voluntad y esfuerzo. Tanto así que en dicha entrevista afirmó que se va satisfecho de su labor como alto comisionado de Paz, y rechazó la lectura de que se va en medio de la dificultad de un paro.
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“La gente sabrá valorar el esfuerzo que ha hecho el Comisionado de Paz. Primero, por instalar una mesa que no tenía esperanza alguna de ser instalada. Segundo, por escuchar y entender a la contraparte y valorar sus posiciones. Y tercero, habiéndolas valorado, no haber sacrificado los aspectos esenciales de la institucionalidad. Aquí no se ha dejado nada a medias”, resaltó.
Su descontento con el expresidente Álvaro Uribe
Ceballos expuso también que se siente inconforme con la discusión nacional tan polarizada en la que, afirmó, se encuentra de un lado la voz del expresidente Álvaro Uribe, y del otro, la figura del senador Gustavo Petro. Tanto así que aseguró que ambos políticos, uno de derecha y el otro de izquierda, han sido “irresponsables en presionar a este Gobierno y al Congreso para que la moneda se incline más hacia su lado. Tengo muchas distancias, que conoce el país con Petro, y tengo otras muchas también con Uribe”, dijo.
Aunque aclaró desde un principio que reconoce en Uribe una persona que “transformó al país cuando se necesitaba”, Ceballos contó que sentía incomodidad con la sombra del expresidente sobre su trabajo como comisionado. “En dos ocasiones, desafortunadamente, no fui consultado por el ex presidente Uribe en un par contactos que tuvieron él y representantes suyos con el ELN”, declaró el saliente comisionado.
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Se refirió exactamente a un viaje que realizó uno de los representantes del expresidente, sin ser él consultado. La segunda ocasión constó de una reunión entre Uribe y Juan Carlos Cuéllar, exintegrante del ELN y quien fue nombrado por el gobierno como gestor de paz, reunión de la que tampoco le avisaron, narró. “Eso, por supuesto, creó en mí una incomodidad, que aún permanece, no porque no solamente no haya sido consultado, sino porque hay el respeto a la dignidad de un cargo tan complejo como el mío, en el cual el contacto que pueda derivar en un resultado que ayude a la paz o que aleje a la paz, hace parte esencial de mis funciones”, detalló. Con la confesa información, reiteró que no se va por esos roces con Uribe, sino por decisiones personales que, añadió, quisiera que desembocaran en otra actividad pública. Recordó, además, que no hace parte del Centro Democrático.