“Un virus me ha mantenido en cama”: Petro padece nuevo quebranto de salud
El presidente anunció que sufre de un virus, pero ya se descartó que se tratara de coronavirus. A mediados de septiembre, el presidente también tuvo que pausar su agenda por una “bronquitis aguda no obstructiva”.
“Un virus me ha mantenido hoy en cama. Se ha descartado el covid. Espero restablecerme”. De esa forma, el presidente Gustavo Petro anunció un nuevo quebranto de salud, que le impidió tener agenda este jueves. El virus, al parecer, lo desarrolló tras su recorrido por Antioquia, donde el mandatario les pidió perdón a las víctimas de las masacres de los corregimientos El Aro y La Granja, y sostuvo un encuentro con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Si el presidente Petro se recupera del virus que le aqueja se espera su asistencia a la primera Convención Nacional Campesina de Colombia, que se desarrollará entre este viernes 2 de diciembre y el próximo domingo 4 de diciembre. El encuentro, que espera contar con la participación de más de 2.000 campesinos del país, se realizará desde las 9:00 a.m. en las instalaciones de la Hemeroteca de la Universidad Nacional.
La idea del encuentro, al que confirmó su asistencia el ministro del Interior y portavoz del Gobierno, Alfonso Prada, es escuchar y recoger propuestas del campesinado en el marco de la construcción del Plan Nacional de Desarrollo que se discutirá desde febrero en el Congreso.
Esta es la segunda vez desde que asumió como presidente que Petro debe cancelar su agenda por afecciones respiratorias. El pasado percance ocurrió a mediados de septiembre, cuando tuvo que cancelar un encuentro con la bancada del Partido Comunes y los integrantes de las curules de paz, así como otros compromisos de su agenda privada.
Pero esa no fue la primera vez que Petro se vio obligado a mover o cancelar su agenda debido a problemas de salud. Vale recordar que diez días después de su posesión como presidente, Petro no asistió a la ceremonia de reconocimiento que le iban a hacer las Fuerzas Militares.
En ese entonces, el jefe de Estado adujo un “profundo dolor de estómago” para no haber asistido a la, hasta ese momento, ceremonia más importante desde su posesión, algo que para muchos sectores políticos y de opinión pública fue casi como un “desplante” a las tropas.
“Un virus me ha mantenido hoy en cama. Se ha descartado el covid. Espero restablecerme”. De esa forma, el presidente Gustavo Petro anunció un nuevo quebranto de salud, que le impidió tener agenda este jueves. El virus, al parecer, lo desarrolló tras su recorrido por Antioquia, donde el mandatario les pidió perdón a las víctimas de las masacres de los corregimientos El Aro y La Granja, y sostuvo un encuentro con el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
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Si el presidente Petro se recupera del virus que le aqueja se espera su asistencia a la primera Convención Nacional Campesina de Colombia, que se desarrollará entre este viernes 2 de diciembre y el próximo domingo 4 de diciembre. El encuentro, que espera contar con la participación de más de 2.000 campesinos del país, se realizará desde las 9:00 a.m. en las instalaciones de la Hemeroteca de la Universidad Nacional.
La idea del encuentro, al que confirmó su asistencia el ministro del Interior y portavoz del Gobierno, Alfonso Prada, es escuchar y recoger propuestas del campesinado en el marco de la construcción del Plan Nacional de Desarrollo que se discutirá desde febrero en el Congreso.
Esta es la segunda vez desde que asumió como presidente que Petro debe cancelar su agenda por afecciones respiratorias. El pasado percance ocurrió a mediados de septiembre, cuando tuvo que cancelar un encuentro con la bancada del Partido Comunes y los integrantes de las curules de paz, así como otros compromisos de su agenda privada.
Pero esa no fue la primera vez que Petro se vio obligado a mover o cancelar su agenda debido a problemas de salud. Vale recordar que diez días después de su posesión como presidente, Petro no asistió a la ceremonia de reconocimiento que le iban a hacer las Fuerzas Militares.
En ese entonces, el jefe de Estado adujo un “profundo dolor de estómago” para no haber asistido a la, hasta ese momento, ceremonia más importante desde su posesión, algo que para muchos sectores políticos y de opinión pública fue casi como un “desplante” a las tropas.