“La izquierda llegó al escenario político para quedarse”: representante Gabriel Becerra

Representante del Pacto Histórico y secretario general de la Unión Patriótica, Gabriel Becerra.

Foto: Redes Sociales

¿Cuáles fueron esas conclusiones principales del Congreso de la Unión Patriótica (UP) con respecto a la unidad de la izquierda para el 2026?

Las conclusiones principales fueron como tres en el Congreso. La primera, el respaldo al proceso del cambio, al Gobierno, al presidente [Gustavo Petro], el compromiso de defender la voluntad popular en el caso de lo que el presidente mismo ha llamado el “golpe blando” y cualquier intento por desconocerla. Una segunda conclusión ha sido el tema de la unidad. La Unión Patriótica en sí misma fue una experiencia de unidad en los años 80 y nuestro proyecto político tiene, diría yo, como corazón, como esencia, contribuir a que todas las fuerzas que están por un cambio en la conducción del Estado, en la sociedad colombiana, puedan agruparse. Creo que eso ha quedado suficientemente demostrado que es lo que nos permite avanzar.

Entonces, en este momento donde la experiencia del Pacto Histórico ya quemó una primera etapa, logró sacar una muy importante bancada, elegir el primer gobierno progresista de la historia de Colombia, tenemos el desafío de competir en el 2026 y para hacerlo hay que superar obstáculos que la ley actualmente nos impone, sobre todo en el caso del Congreso de la República. Eso exige que, como superamos el 15 % del umbral, tengamos que buscar un reagrupamiento de las fuerzas políticas para seguir manteniéndonos como pacto histórico.

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La decisión que nosotros hemos tomado es sencilla: autorizar al Comité Ejecutivo Nacional de la UP para que, con las facultades del Congreso, pueda participar en ese proceso y concretarlo jurídicamente. Eso implicaría firmar un compromiso de creación de la organización, unos estatutos, unas reglas de juego que nos permiten ceder nuestra personería jurídica, como en el caso de Colombia Humana, y jurídicamente estar agrupados todos en una sola personería.

Eso, lógicamente, por una organización que tiene personería, que tiene identidad, que tiene historia, no es fácil, pero nosotros más que girar en torno al fetiche jurídico de la personería, lo que vemos es que estamos enfrentados a una situación política, este es un problema político y no tenemos dificultad, conforme a nuestra tradición, de dar ese paso. Y el Congreso lo autorizó. Las otras conclusiones fueron conclusiones propias de cualquier Congreso, elegir una nueva dirección, ratificar la continuidad de la Unión Patriótica con o sin personería jurídica.

¿Y cómo estuvieron los consensos en la UP? Como usted decía, no es fácil ceder la personería jurídica.

Yo creo que, para el caso de la Unión Patriótica, lo importante es saber sobre la base de qué criterio se da la unidad. En primer lugar, uno se une alrededor de unas ideas y un programa. Lo que nosotros quisiéramos es que se hiciera una unidad, no simplemente para competir y ganar en elecciones, sino para brindarle a la sociedad colombiana un instrumento, un sujeto político que haga parte de las luchas democráticas.

En segundo lugar, queremos que el Pacto Histórico no mate la pluralidad que tiene actualmente, porque este país es plural y logramos unirnos alrededor de eso. Entonces, para nosotros el Pacto Histórico como movimiento político debe ser lo que en otros contextos se llamaría un partido de tendencias, en sí mismo un frente político. Eso no lo prohíbe la constitución, no lo prohíbe la ley, significaría que en el interior de ese movimiento conviviríamos varias corrientes, varias tendencias: sería una organización que podría estar conformada por agrupaciones políticas, por procesos sociales y por ciudadanos de a pie que quieran vincularse.

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El otro tema lo que llamaba el maestro Fals Borda el “pegamento ideológico”. No es lo mismo ser del Pacto que ser liberal, que ser conservador. Nosotros queremos ser del Pacto porque somos de izquierda, somos progresistas, luchamos por la igualdad y estamos comprometidos con la paz. Y yo diría un último punto es tener reglas de juego claro para las elecciones. O sea, que se van a seleccionar los candidatos mediante un mecanismo democrático, que las directivas van a ser democráticas.

Yo creo que las opiniones, no diría tanto que estaban en contra, pero en los demás partidos estaban viendo con mucha prevención esto. En la medida en la que se aclaran las reglas de juego, pues la gente va cediendo. Una decisión por consenso, prácticamente.

Los partidos más pequeños del Pacto ven con cierta reserva esa unificación por el tema de la personería jurídica. ¿Qué pasó tras la decisión de la UP y otros partidos?

Ya la UP dio el paso, la Colombia Humana lo había dado, creo que el Partido Comunista también, está lo de Mais, en el que un sector tomaría la decisión de hacer una escisión, que tiene que aprobar su convención nacional y ellos se vendrían para el Pacto. Adicionalmente, el Polo Democrático ha expresado la voluntad. Yo creo que, en la medida en que a ellos se les brinden las garantías, pues van a ir cediendo. Van a haber muchas posibilidades de que el cambio se mantenga, se fortalezca y pueda ser victorioso en el 2026. Queremos avanzar en la unidad para ganar, no simplemente para competir.

Y también habría cierta preocupación alrededor de cómo se elegirían las listas al Congreso, porque muchos no quieren ceder su curul, y también para las precandidaturas...

Ese es un tema crucial, creo que es el que más preocupa aquí en el Congreso. Lo que creo es que hay que ver las cosas con mucho realismo. La gente que quiere preservar sus personerías jurídicas y no entra a la unidad se va a enfrentar a un escenario en marzo donde, si no superan el 3% solos, pues igual pierden la personería. Le he dicho a algunas personas: pueden perderla en noviembre o diciembre porque la cede para llegar a un acuerdo unitario, o la pierde en marzo porque no pasó el umbral. Entonces rendirle culto a ese tema es complicado.

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Ahora, las reglas de juego tienen que ser construidas entre todos. Hay un escenario de opciones, empezando por los consensos, que son relativamente fáciles para cargos uninominales, podría decir uno, y pasando por niveles de consulta. Hay que mirar bien, en la reforma política se estaba hablando de primarias, pero las primarias tendrían que ser obligatorias y simultáneas, o sea, que otros partidos no se te metan en tu consulta y te definan los candidatos, eso hay que reglamentarlo.

También tiene que pesar, pienso yo, la parte de los acuerdos entre las direcciones de los partidos. Que vayamos un poco más allá de lo que fuimos la vez pasada, que hicimos un colegio electoral que definió la conformación de las listas. Eso dejó contenta a alguna gente, pero pues como en toda decisión en la vida, hubo gente que no. Sea como sea, yo creo que el éxito es indiscutible, tuvimos la bancada más grande, prácticamente todos los partidos avanzamos. Hay razones para decir que se puede lograr, si no una decisión unánime, sí una decisión por mayoría que permita avanzar.

¿Y ha habido comunicación con el presidente a medida que han ocurrido esas decisiones?

El presidente lo ha hecho público. En el caso de la UP vi que trinó o retuiteó algo a propósito del mensaje que yo transmití de que había sido un éxito en el Congreso. Creo que no es novedad, porque él, cuando falleció Piedad Córdoba— avalada por la UP—, dijo que el mejor homenaje que le podemos es pasar a constituirnos en un partido unitario. Él nos lo planteó desde el primer día que nos reunimos, después de que ganó la Presidencia. Dijo “bueno, hemos ganado la Presidencia, vamos a asumir retos que no habíamos asumido nunca y dentro de eso yo creo que el Pacto debe ir pensando dar el paso hacia una sola organización unitaria”.

Él habla de partido único, pero si tú miras en el lenguaje hay diferencias. Nosotros no hablamos de partido único, porque exige un nivel de identidad y de homogeneidad al que todavía no hemos llegado. Si tú hablas de un movimiento político con diversidad, reglas de juego, eso va en la dirección de lo que ha dicho el presidente. Lo que muestra la experiencia de América Latina es que en ningún lugar la izquierda y el progresismo han logrado mantenerse en el poder yendo por separado. Aquí la clave es la unidad y vamos a trabajar y hacer el esfuerzo, todo lo que sea necesario para lograrlo.

¿Cómo ven ese frente amplio del que ha hablado el presidente, con partidos que actualmente no integran el Pacto?

Eso es clave porque son como niveles, anillos. El primer anillo es ponernos de acuerdo el progresismo y la izquierda. Y un segundo nivel es entender que para poder garantizar una correlación de fuerzas, que será también electoral, pero también política, implica llegar a acuerdos con otros. Esos son sectores que, yo diría, provendrían de tradiciones liberales, de tradiciones del partido Alianza Verde, no sé si Comunes va a dar el paso. De otros sectores políticos, pero también sociales.

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Por ejemplo, yo creo que la victoria del presidente Petro hubiese sido imposible sin el voto y las bases liberales. El Partido Liberal dice que ellos van por otro lado, allá ellos, pero de todas maneras en el liberalismo hay una tradición de posturas progresistas de izquierda, que están sobre todo en la base. Esa base liberal yo creo que hay que trabajar por mantenerla, más allá de que las directivas, que creo que van para otro lado, estén de acuerdo o no.

Ese frente amplio también implicaría la posibilidad de que en una consulta más grande la persona que sea elegida como candidata no sea del Pacto...

Yo creo que nosotros tenemos que definir una precandidatura nuestra para ir a construir con otros lo que se está planteando. Puede ser que, en esta ocasión, nos tocó a nosotros con Petro, que además es histórico. Nosotros toda la vida hemos apoyado sectores liberales para que lleguen al gobierno: es más, a Santos lo apoyamos gratuitamente por el tema de la paz. Ahora se invirtió y tuvieron que apoyarnos a nosotros. La pregunta es qué va a pasar en este nuevo escenario. Ellos tienen más experiencia, tradición, pero nosotros vamos a trabajar también por una candidatura que jalone. Vamos, a la par que avanzamos en el Pacto Histórico, a trabajar por un frente amplio.

¿Y cuál es el cronograma que viene ahora en adelante? Es decir, ya la UP quedó comprometida, ¿qué sigue?

Antes de que termine el año, diría que en diciembre habría un anuncio político sobre el tema de la decisión del núcleo fundamental, que yo creo que está más o menos definido. El Pacto lo formalizamos cuando hicimos la candidatura del presidente Petro, seis partidos. De esos seis partidos, ya cuatro, creo yo, estamos en el rumbo. Uno decidió marginarse, que es ADA y este, más que un proyecto político, es una marca política que está ligada a unos intereses muy particulares, diría yo, que decidió dar el paso al costado y yo creo que podemos enriquecer este proceso con otra gente, con sectores sociales también, indígenas, populares.

A mí me parece que es muy importante reconocer que la izquierda y el progresismo llegó al escenario político para quedarse. O sea, nosotros somos una parte de la realidad política de este país. Para bien o para mal, habrá que contar con ella en las próximas etapas. Ojalá manteniendo el gobierno, eso es lo que queremos. Ahí vamos.

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