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Si bien reivindicó que no está de acuerdo con el Acuerdo de Paz que firmó el anterior Gobierno con la otrora guerrilla de las Farc, este martes el expresidente Álvaro Uribe Vélez, máxima cabeza del Centro Democrático, destacó la elección de Griselda Lobo Silva –conocida también como Sandra Ramírez, hoy senadora de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC)– como segunda vicepresidenta del Senado de la República.
En contexto: Histórico: Sandra Ramírez, del partido FARC, segunda vicepresidenta del Senado
El exmandatario saludó la elección y resaltó que la parlamentaria “discute con argumentos y es coherente, a diferencia de quienes contrastan entre apariencia democrática y vocación castro-chavista”. El senador defendió que, por disciplina de su partido, se abstuvo de votar por ella, pero dejando entrever su apoyo.
Lo dicho por el expresidente contrasta con las declaraciones del exviceministro Rafael Nieto Loaiza, cercano al uribismo, quien manifestó que no había razón para saludar esa elección. “Es resultado de un acuerdo rechazado en plebliscito, de una curul regalada, en cabeza de mujer con manos manchadas de sangre, y Farc no se han arrepentido ni contado verdad ni reparado victimas”, declaró.
La propia senadora señaló este martes que tras su designación, recibió ataques de varias sectores: “Comenzaron a destilar veneno los nostálgicos por la guerra, los que nos preferían en el monte y no haciendo políticas desde estos escenarios. Qué sencillo es levantar estas voces desde la comodidad de un escritorio”.
Recibo la Segunda Vicepresidencia de manos de @AlexLopezMaya como un gesto de respaldo al Acuerdo de Paz y un acto de reconciliación por
— Sandra Ramírez (@SandraComunes) July 21, 2020
parte de las mayorías del Senado de la República, es un mensaje de solidaridad para nuestro partido, víctima de una arremetida criminal. pic.twitter.com/b37WgIhKYg
Uribe y Lobo protagonizaron en diciembre de 2018 un amigable encuentro, pese a las diferencias ideológicas y políticas que los han marcado. En desarrollo de la plenaria del Senado y en la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, le hizo la invitación a Uribe para que hiciera parte de la reconciliación de la familia colombiana y le recibiera una planta, que representaba simbólicamente “la paz que hay que construir y regar con agua a diario”.
El senador, desde su curul, le expresó que no albergaba odios y que, como muestra de eso, ha compartido escenarios en la Comisión Séptima con la senadora de la FARC Victoria Sandino. “Hay respeto personal y franqueza para expresar las tesis. Tenga la certeza de que no hay odios, sino preocupaciones”, dijo Uribe.
Y finalizó su intervención en ese entonces: “Pero le rogaría, y se lo digo muy constructivamente, que, así como le digo que esto no es un tema de odios, también le digo: ‘reléveme de estos simbolismos’”. La respuesta de Lobo ante la negativa de Uribe de acudir a la entrega de la planta también fue sencilla, pero contundente: “Esta es la familia colombiana —dijo sosteniendo la planta en sus manos—. Si el senador no accede a recibirme esta plantica, que nos diga quién nos la recibe”.
De inmediato, luego de las palabras de la senadora de la FARC, Uribe dejó su curul para dirigirse hacia el frente de la mesa directiva del Senado y recibir de manos de la exguerrillera el obsequio que quería entregarle como símbolo de la reconciliación.
Pese a los tropiezos que ha tenido el trasegar de las desmovilizadas Farc en el escenario político del país, Griselda Lobo Silva, asumió como integrante de la mesa directiva del Senado de la República. Con 66 votos a favor, el Parlamento respaldó su postulación. Tiene 54 años, es santandereana, de la provincia de Vélez exactamente, militó en la subversión por 35 años y fue compañera hasta sus últimos días Manuel Marulanda, alias “Tirofijo”, el histórico líder guerrillero.
“Sandra que es madre, mujer, campesina y compañera sobrevivió en el monte a bombardeos, persecuciones, hostigamientos, al Plan Colombia y al Plan Patriota, que como pilares de la temida Seguridad Democrática juraba exterminar de una vez por todas a la entonces guerrilla más vieja del continente”, la describe un perfil escrito hace dos años en el portal Colombia 2020 de El Espectador, previó su llega al Congreso, en cumplimiento de lo pactado en los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno y las Farc.