Álvaro Uribe se va contra la reforma laboral: “justicia social sin espantar el empleo”

Hace tres semanas, el 16 de marzo, el Gobierno Nacional radicó en el Congreso su propuesta de reforma laboral y desde ya, diversos sectores hacen observaciones al proyecto que iniciará su debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.

El partido Centro Democrático se ha opuesto a buena parte de los proyectos del Gobierno y en el caso de la reforma laboral, el líder natural de ese partido, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, dio a conocer sus observaciones.

Según dice, a Colombia le ha faltado una trayectoria estable de crecimiento económico, generación de empleo de calidad y profundización social. “Haber creado 8 millones de puestos de trabajo entre 2002 y 2023 no es mucho, y se agrava el panorama con la informalidad”, es la percepción de Uribe respecto a la empleabilidad.

(Lea: “Gobierno celebró suspensión del paro minero: dicen que permanecerá la Fuerza Pública”)

El expresidente arremetió contra la reforma, pues segura que quiere “imponer la negociación colectiva por industria” y “desconoce que en un mismo ramo de actividad pueden existir diferencias sustanciales entre empresas, costos, regiones, etc”, dice.

Por otro lado, resalta medidas del pasado, como el ajuste de horarios de la ley 789 de 2002, que estuvo acompañado con la creación del Fondo Emprendeer y la cuota de aprendizaje. Asegura que “esta ley facilitó el Contrato de Aprendizaje, sin embargo, el país no ha creado suficiente cantidad de puestos de aprendizaje y la propuesta de regirlo enteramente por las leyes laborales desmotivará su aplicación”.

Uribe habla de una “rigidez laboral” en la propuesta del Gobierno y sugiere que se analicen los espejos de Argentina y de Venezuela. “Argentina, que fue ejemplo de formalización, ha llegado al punto de no generar empleos formales y avanza la propuesta política de eliminar muchas normas laborales. (...) Con la reforma Chávez en Venezuela se dejó de crear empleo, al punto que es un país distinguido porque apenas trabaja un 34% de la población, y eso que con 6 millones de personas salidas al exterior”. Uribe no desaprovechó la oportunidad para criticar el régimen venezolano.

(Lea también: “Bajo Cauca Antioqueño: suspenden paro minero tras más de un mes de protestas”)

Por otro lado, dice que “no se entiende que cuando aparece una fuente de empleo importante como las plataformas, Rappi, se les quiera asfixiar con rigideces laborales. Nosotros en cambio llevamos tres años proponiendo que haya seguridad social para sus colaboradores pero que no las marchiten (...) Creemos en una economía fraterna, sin odio de clases”.

Como lo ha venido defendiendo el Centro Democrático, Uribe insiste en “menos impuestos para los empleadores y mejor remuneración y calidad de vida para los trabajadores (...) La jornada de trabajo, que empieza a reducirse este año, necesitará un esfuerzo compensatorio en productividad. No olvidemos que Colombia, en la OCDE, tiene el menor tiempo para la familia y para la diversión”.

Finalizó su crítica pidiendo al Gobierno que “no elimine el Contrato Sindical, es fuente de mejoramiento empresarial y de los trabajadores. Mediante esta figura la empresa contrata muchas actividades con la organización de los trabajadores”.

“Hay manera de hacer justicia en favor de los trabajadores sin apelar a normas que espantan el empleo y que sólo son aplicables en enormes empresas transnacionales, que además no las necesitan porque las obtienen a través de las convenciones”, concluyó.

>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político

Hace tres semanas, el 16 de marzo, el Gobierno Nacional radicó en el Congreso su propuesta de reforma laboral y desde ya, diversos sectores hacen observaciones al proyecto que iniciará su debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.

El partido Centro Democrático se ha opuesto a buena parte de los proyectos del Gobierno y en el caso de la reforma laboral, el líder natural de ese partido, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, dio a conocer sus observaciones.

Según dice, a Colombia le ha faltado una trayectoria estable de crecimiento económico, generación de empleo de calidad y profundización social. “Haber creado 8 millones de puestos de trabajo entre 2002 y 2023 no es mucho, y se agrava el panorama con la informalidad”, es la percepción de Uribe respecto a la empleabilidad.

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El expresidente arremetió contra la reforma, pues segura que quiere “imponer la negociación colectiva por industria” y “desconoce que en un mismo ramo de actividad pueden existir diferencias sustanciales entre empresas, costos, regiones, etc”, dice.

Por otro lado, resalta medidas del pasado, como el ajuste de horarios de la ley 789 de 2002, que estuvo acompañado con la creación del Fondo Emprendeer y la cuota de aprendizaje. Asegura que “esta ley facilitó el Contrato de Aprendizaje, sin embargo, el país no ha creado suficiente cantidad de puestos de aprendizaje y la propuesta de regirlo enteramente por las leyes laborales desmotivará su aplicación”.

Uribe habla de una “rigidez laboral” en la propuesta del Gobierno y sugiere que se analicen los espejos de Argentina y de Venezuela. “Argentina, que fue ejemplo de formalización, ha llegado al punto de no generar empleos formales y avanza la propuesta política de eliminar muchas normas laborales. (...) Con la reforma Chávez en Venezuela se dejó de crear empleo, al punto que es un país distinguido porque apenas trabaja un 34% de la población, y eso que con 6 millones de personas salidas al exterior”. Uribe no desaprovechó la oportunidad para criticar el régimen venezolano.

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Por otro lado, dice que “no se entiende que cuando aparece una fuente de empleo importante como las plataformas, Rappi, se les quiera asfixiar con rigideces laborales. Nosotros en cambio llevamos tres años proponiendo que haya seguridad social para sus colaboradores pero que no las marchiten (...) Creemos en una economía fraterna, sin odio de clases”.

Como lo ha venido defendiendo el Centro Democrático, Uribe insiste en “menos impuestos para los empleadores y mejor remuneración y calidad de vida para los trabajadores (...) La jornada de trabajo, que empieza a reducirse este año, necesitará un esfuerzo compensatorio en productividad. No olvidemos que Colombia, en la OCDE, tiene el menor tiempo para la familia y para la diversión”.

Finalizó su crítica pidiendo al Gobierno que “no elimine el Contrato Sindical, es fuente de mejoramiento empresarial y de los trabajadores. Mediante esta figura la empresa contrata muchas actividades con la organización de los trabajadores”.

“Hay manera de hacer justicia en favor de los trabajadores sin apelar a normas que espantan el empleo y que sólo son aplicables en enormes empresas transnacionales, que además no las necesitan porque las obtienen a través de las convenciones”, concluyó.

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