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En su visita a Washington para hablar sobre la situación de Venezuela, la lucha contra las drogas y otros temas, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez aprovechó para resaltar los logros del Gobierno en cuanto a la erradicación de los cultivos ilícitos, uno de los temas que más le preocupa a Donald Trump.
En medio de una intervención ante los medios, en los que resaltó las 80.000 hectáreas erradicadas, la vicepresidenta manifestó que está a la espera de que la Corte Constitucional profiera un fallo para reanudar la fumigación con glifosato, herramienta que el Gobierno considera fundamental para reducir las más de 200.000 hectáreas de coca que reportó la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Pero lo que causó polémica fue cuando en lo que pareció una defensa al herbicida, del que la Corte, según ella, está pidiendo estudios que demuestren que no afecta en un 100% a la salud de las personas, Ramírez opinó: “Si usted se toma 500 vasos de agua al día le aseguro que se enferma”.
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En ese sentido, apuntó que: “Cómo van a poner ese tipo de condicionamientos”, calificándolos de “imposibles”. Basta revisar artículos recientes sobre el tema en los que se señalan los perjuicios del herbicida. Por ejemplo, la Universidad Nacional adelanta una investigación acerca de las consecuencias del producto en peces. Las conclusiones, hasta ahora, apuntan a afecciones al sistema nervioso y respiratorio de especies nativas.
El pasado 7 de marzo, la Corte Constitucional escuchó voces a favor y en contra del herbicida como seguimiento a la orden que emitió ese mismo tribunal en 2017, con la que suspendió el uso del glifosato hasta que no se diseñara una estrategia que mitigue los efectos del tóxico a la salud humana.
El Gobierno pidió para que no se limitara su uso, pues, a su juicio, el crecimiento de los cultivos ilícitos motivan los problemas de orden público en las zonas con mayor presencia de cultivos de coca. “Es una expansión tenebrosa, el debate no se centra en el herbicida”, dijo el presidente Iván Duque.
Del otro lado, el expresidente Juan Manuel Santos sostuvo que ciertamente el narcotráfico es el principal financiador de la violencia en el país, pero “mientras haya consumo y prohibición, habrá mafias que se lucran de las rentas ilícitas”. A su postura de tratar el tema de las drogas con un enfoque de derechos humanos lo acompaña su exministro de Salud, Alejandro Gaviria: “El debate sobre el glifosato no es académico o técnico, sino ético”, comentó.