Los ‘outsiders’ agitan el panorama político con el primer campanazo del 2026
La llegada al partidor presidencial de figuras como Vicky Dávila y Juan Daniel Oviedo desafía las lógicas partidistas y obliga al petrismo y a la oposición a acelerar sus deliberaciones internas para definir candidato. Así las cosas, la recolección de firmas será el primer termómetro de la prematura contienda por reemplazar a Gustavo Petro.
El país entró de lleno en la puja por el poder Ejecutivo y Legislativo a cuatro meses del inicio del calendario electoral de las elecciones de 2026. Contrario a lo que ha pasado en comicios anteriores, esta vez quienes dieron el banderazo no fueron los grandes sectores políticos o partidistas, sino figuras que buscan identificarse como alternativas, ‘outsiders’ o antipolíticos en el sentido proselitista.
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El país entró de lleno en la puja por el poder Ejecutivo y Legislativo a cuatro meses del inicio del calendario electoral de las elecciones de 2026. Contrario a lo que ha pasado en comicios anteriores, esta vez quienes dieron el banderazo no fueron los grandes sectores políticos o partidistas, sino figuras que buscan identificarse como alternativas, ‘outsiders’ o antipolíticos en el sentido proselitista.
Hay al menos siete nombres en ese sonajero de aspirantes que buscarán la candidatura a través de la recolección de firmas, un mecanismo que les permite alejarse de la mala percepción de las colectividades tradicionales, pero también los obliga a arriesgar su capital de opinión durante un año y medio.
La periodista Vicky Dávila, que renunció el miércoles a su cargo como directora de la revista Semana para lanzarse al ruedo, fue quien marcó la pauta de este proceso y, en cierta medida, empujó a varios más a reaccionar. De hecho, apenas un par de horas después de que se conociera la movida, el concejal de Bogotá Juan Daniel Oviedo, quien intentó llegar por firmas a la Alcaldía de Bogotá —quedó segundo con más de 614.000 votos—, reiteró que repetirá la estrategia para las presidenciales y que saldría de su actual cargo a mediados de 2025.
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La aparición de Dávila en el panorama también activó otras voces que buscan armar una candidatura independiente para la primera vuelta. “¡No te lo puedo creer!”, comentó de manera irónica Claudia López, exalcaldesa de Bogotá, quien ha antagonizado con la comunicadora y la ha señalado de utilizar la revista como plataforma política, de ser cercana al clan Gnecco del Caribe y de tener la “chequera ilimitada” del grupo Gilinski, propietario del medio.
Al margen de ese enfrentamiento, López clasifica como otra de esas ‘outsiders’, pero del tipo que busca reducir los nexos con la política partidista que ha hecho durante toda su carrera. Tras su paso por la capital, López se aisló de la discusión política e incluso renunció a su colectividad, la Alianza Verde, pero, como este diario lo ha contado, ella misma y varios de sus alfiles están abonando el terreno para su regreso —actualmente estudia en Harvard— con un proceso de recolección de firmas.
En la lista entran otros dos nombres que ya lo intentaron en las pasadas elecciones, Sergio Fajardo y Alejandro Gaviria. El primero sigue afianzando su imagen de “profesor” y el segundo, de lanzarse, lo haría una vez más por firmas, luego de recoger cerca de un millón y medio en 2022. Sin embargo, algunas voces no descartan que el también exministro de Salud y Educación se la juegue por encabezar una lista de centro al Senado.
Varios más están explorando una aspiración independiente, entre ellos algunos que, como Vicky Dávila, no tienen bagaje electoral, como por ejemplo el exfiscal Francisco Barbosa o el abogado Abelardo de la Espriella. Otros que sí lo tienen, pero igualmente prefieren tener pocos rótulos políticos, juegan a dos bandas; entre ellos están Juan Guillermo Zuluaga, exgobernador de Meta, Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, o los exministros de Hacienda Mauricio Cárdenas y José Manuel Restrepo.
La fórmula de las firmas y la imagen de ‘outsiders’ no solo la respalda el descrédito del Gobierno o los partidos políticos, sino también fenómenos como el de Donald Trump en Estados Unidos, Nayib Bukele en El Salvador, Javier Milei en Argentina e incluso Rodolfo Hernández en Colombia y sus más de 10 millones de votos en la segunda vuelta de 2022.
Paradójicamente, este primer grupo de candidatos tendrá que disputarse el reconocimiento; de hecho varios ya lo han hecho, como la antítesis del gobierno Petro. Todos, sin excepción, han cuestionado la agenda reformista del mandatario, las bajas cifras de ejecución y los escándalos de corrupción que lo rodean.
El paso de Dávila y otros no es aleatorio, pues se anticipa a las conversaciones de oficialismo y oposición sobre sus candidaturas para 2026. De hecho, se da dos días antes de que los precandidatos del Centro Democrático (Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Miguel Uribe, Paola Holguín, Andrés Guerra) inicien sus giras por todo el país, empezando por Barranquilla, para medir fuerzas y rearmar cuadros regionales.
Lo propio pasa en el Pacto Histórico, donde, como lo contó este medio, Colombia Humana, la Unión Patriótica, el Polo Democrático y el Partido Comunista Colombiano ya decidieron abandonar sus personerías jurídicas para sumarse a un movimiento unitario que persigue el objetivo de darle continuidad al proyecto de Petro, quien por estos días ha intensificado su discurso contra los sectores de derecha.
“Lo que el progresismo no hace con la extrema derecha, la derecha lo devuelve en venganza por mil. Por eso en Colombia no hablan de pacto, solo quieren la venganza. Quisieran hundir de nuevo el país en sangre para mantener sus privilegios. Nuestro deber es impedirlo con unidad y trabajo en el seno del pueblo”, dijo este jueves el jefe de Estado en un mensaje en su cuenta de X.
Tanto en el oficialismo como en la oposición aseguran que sus procesos internos avanzan a cuentagotas, esto en parte porque, con el paso de los días, se han abierto nuevas grietas y aumentan los ruidos de “fuego amigo”. Precisamente, es en ese contexto en el que el lanzamiento de las candidaturas de ‘outsiders’ obliga a que los demás reaccionen y marca una primera agenda de debate político electoral.
Lo que resta de noviembre y diciembre será crucial para definir la ruta que tendrán las candidaturas, pues varias de éstas también están pendientes de cómo podrán jugar en una eventual coalición de derecha o centroderecha. Cualquiera de los siete aquí mencionados tendría que pedir pista en una consulta, que se realizaría en marzo de 2026, con los candidatos del Partido Conservador, el Liberal, La U, Cambio Radical y el Centro Democrático. Al final de cuentas, lo que todos buscan asegurar es una casilla en la segunda vuelta, en la que el factor apolítico podría inclinar la balanza.
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