“Ya lo habíamos advertido”: Gobernadores tras suspensión del cese al fuego
Los gobernadores del Meta y de Antioquia respaldaron la decisión del Gobierno Nacional de suspender el cese al fuego con la disidencia de las FARC de Iván Mordisco. Según ellos, los ataques armados de ese grupo nunca se detuvieron.
La masacre de cuatro niños indígenas en el Putumayo a manos del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC estalló la copa. El atroz hecho terminó por romper el cese al fuego bilateral que existía entre ese grupo y el Gobierno Nacional, y que había sido fuertemente cuestionado durante estos meses pues dicha estructura fue la que más cometió violaciones a lo pactado.
Contexto: Gobierno suspende cese al fuego con disidencias de FARC en cuatro departamentos
Una de las voces que más venía criticando ese cese al fuego era la de los gobernadores, que al unísono denunciaban incumplimientos de esa disidencia y ataques hacia la población civil en sus respectivos territorios. De hecho, uno de los que ha sido más crítico es Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, departamento epicentro de los diálogos con esa disidencia de las FARC.
“Ya lo habíamos advertido, la paciencia se iba a agotar. La suspensión del cese al fuego con las disidencias no es solo por el vil asesinato de cuatro niños, también por los secuestros, extorsiones y demás acciones delincuenciales que nunca cesaron”, sostuvo el gobernador, quien calificó como acertada la decisión del presidente Petro de suspender el cese al fuego.
Zuluaga también le salió al paso a la respuesta de ese grupo armado, que señaló la supuesta falta de seriedad del Gobierno Petro para negociar. “Les salimos a deber a estos sinvergüenzas”, dijo, y sostuvo que, por el contrario, el Gobierno había sido generoso en su diálogo con esa estructura.
A renglón seguido, el mandatario reclamó: “Tenemos que rodear a nuestra fuerza pública; Ejército y Policía no solamente estar a la defensiva sino a la ofensiva, activar las operaciones militares”. Y agregó que este martes presidirá un consejo de seguridad en la región para analizar los pasos a seguir tras la amenaza de esa disidencia de escalar la violencia.
“Una cosa es la generosidad para convocarlos y otra es sentir que el Estado está claudicando ante ellos”, concluyó Zuluaga.
No fue el único gobernador en pronunciarse tras la suspensión del cese. Lo propio hizo el de Antioquia, Aníbal Gaviria, en cuyo territorio ya se había roto antes el cese con las AGC o Clan del Golfo. “El asesinato de los menores indígenas en el sur del país confirma lo que como gobernador de Antioquia he venido denunciando insistentemente: el horroroso reclutamiento de menores por parte de TODOS los grupos ilegales que supuestamente participan en el proceso de la Paz Total”, reclamó.
Insistió en que todos los grupos armados que estaban dentro del cese al fuego con el Gobierno lo han violado reiteradamente. “La suspensión del cese al fuego con las disidencias de las FARC, como sucedió también con el Clan del Golfo, se veía venir en un proceso que arrancó mal y va mal”, enfatizó.
Y fue más allá: “Es más que necesario un nuevo direccionamiento del proceso, escuchar a los gobernadores y las voces de otros actores clave que han sido ignorados”.
La masacre de cuatro niños indígenas en el Putumayo a manos del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC estalló la copa. El atroz hecho terminó por romper el cese al fuego bilateral que existía entre ese grupo y el Gobierno Nacional, y que había sido fuertemente cuestionado durante estos meses pues dicha estructura fue la que más cometió violaciones a lo pactado.
Contexto: Gobierno suspende cese al fuego con disidencias de FARC en cuatro departamentos
Una de las voces que más venía criticando ese cese al fuego era la de los gobernadores, que al unísono denunciaban incumplimientos de esa disidencia y ataques hacia la población civil en sus respectivos territorios. De hecho, uno de los que ha sido más crítico es Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, departamento epicentro de los diálogos con esa disidencia de las FARC.
“Ya lo habíamos advertido, la paciencia se iba a agotar. La suspensión del cese al fuego con las disidencias no es solo por el vil asesinato de cuatro niños, también por los secuestros, extorsiones y demás acciones delincuenciales que nunca cesaron”, sostuvo el gobernador, quien calificó como acertada la decisión del presidente Petro de suspender el cese al fuego.
Zuluaga también le salió al paso a la respuesta de ese grupo armado, que señaló la supuesta falta de seriedad del Gobierno Petro para negociar. “Les salimos a deber a estos sinvergüenzas”, dijo, y sostuvo que, por el contrario, el Gobierno había sido generoso en su diálogo con esa estructura.
A renglón seguido, el mandatario reclamó: “Tenemos que rodear a nuestra fuerza pública; Ejército y Policía no solamente estar a la defensiva sino a la ofensiva, activar las operaciones militares”. Y agregó que este martes presidirá un consejo de seguridad en la región para analizar los pasos a seguir tras la amenaza de esa disidencia de escalar la violencia.
“Una cosa es la generosidad para convocarlos y otra es sentir que el Estado está claudicando ante ellos”, concluyó Zuluaga.
No fue el único gobernador en pronunciarse tras la suspensión del cese. Lo propio hizo el de Antioquia, Aníbal Gaviria, en cuyo territorio ya se había roto antes el cese con las AGC o Clan del Golfo. “El asesinato de los menores indígenas en el sur del país confirma lo que como gobernador de Antioquia he venido denunciando insistentemente: el horroroso reclutamiento de menores por parte de TODOS los grupos ilegales que supuestamente participan en el proceso de la Paz Total”, reclamó.
Insistió en que todos los grupos armados que estaban dentro del cese al fuego con el Gobierno lo han violado reiteradamente. “La suspensión del cese al fuego con las disidencias de las FARC, como sucedió también con el Clan del Golfo, se veía venir en un proceso que arrancó mal y va mal”, enfatizó.
Y fue más allá: “Es más que necesario un nuevo direccionamiento del proceso, escuchar a los gobernadores y las voces de otros actores clave que han sido ignorados”.