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Viernes
8:00 a.m.
En un viaje tan corto, en el que hay que atravesar medio mundo, se aprovechar hasta el último minuto. Seúl tiene una variedad de lugares para visitar, sin embargo, el desayuno es la clave para soportar las largas caminatas. El restaurante del Ritz Carlton es una excelente elección. Hastiarse de la variedad de quesos, tés, frutas y un servicio excelente son una buena manera de empezar el día. Si es de los que prefiere reposar las comidas, el lobby del hotel puede sentarle muy bien. Muy pocos caen en cuenta de que sus paredes son una galería de arte, obras de Picasso, entre otros grandes maestros, cuelgan a la vista.
11: 00 a.m.
El Ritz Carlton está ubicado en el distrito de Gangman, uno de los más exclusivos de Seúl. Luego de salir del hotel, se aprecian las grandes avenidas y decenas de personas caminando de un lado a otro. Esta experiencia representa un choque porque rompe con el imaginario que tienen los occidentales de los orientales. Sus ojos rasgados no se pueden modificar pero la hibridación cultural es un hecho. Las marcas más importantes del mundo están en las vitrinas.
02:00 p.m
No entrar a una biblioteca sería desaprovechar la posibilidad de incursionar en un mundo literario de signos diferentes. La librería Eluji Branch ofrece esta oportunidad. Mientras se camina por almacenes y edificios de esta zona de la ciudad es posible toparse con unas escaleras que llevan a un sótano. En la pared, a la derecha, verá los retratos de escritores como Virginia Wolff y George Orwell. Abajo, al fondo, oscuro, una puerta. Al atravesarla, millones de libros en coreano. Más por curiosidad que por cualquier otra razón vale la pena comprar algunos títulos de sus autores favoritos en otro idioma. Si un turista va hasta Corea es porque le aburre lo convencional, por lo que no se puede descartar que algún día quiera tomar un curso de coreano y entonces podrá comprobar si la historia que le cuentan a sus habitantes es la misma que alguna vez leyó.
4:00 p.m.
Seguramente luego de este recorrido el apetito ya se habrá abierto. La incógnita es qué comer, es difícil que se antoje algún platillo. Si le hacen daño el picante, no se podrá adaptar a la comida coreana. Intente hacer una excepción y pruebe el Bibimpab, un plato de arroz blanco salteado con verduras y pasta de ají, acompañado con trozos de carne.
6:00 p.m.
Si es su primera vez en Asia, y en Corea del Sur, entenderá que por más que quiera su cuerpo no dará más a esta hora. El jet lag (descompensación horaria) le pasará la factura. Podría aprovechar para tomar una cerveza en el Gangnam District donde la vida se extiende hasta la madrugada. Los bares son acogedores, más bien tranquilos. Escuchará un poco de música antes de sentir que los ojos se irán cerrando casi que de forma automática.
Sábado
9: 00 a.m.
Para desayunar, Al Mugyodong Bugeokukjib es una buena opción. De hecho, hoy es uno de los restaurantes mejor calificados por los viajeros en TripAdvisor. Cuenta con una carta sencilla y con los nombres de los platillos en inglés. La sopa de pescado es el recomendado. Si bien los meseros, como en la mayoría de lugares de Corea del Sur no hablan inglés, se las arreglan para ayudarlo a pedir según sus gustos. Un plato puede costar entre 7 mil wons y 8 mil wons, es decir, US$7 y US$8.
11:00 a.m.
El Templo de Changdeok, construido hacia el año 1.100, es uno de los sitios turísticos más sorprendentes de Corea del Sur. Los detalles de los hanok pueden cautivarlo por horas debido a su belleza y perfección. Los instrumentos de cocina y los que se utilizaban en los diferentes rituales hacen creer que aún hay vida en este lugar. Pero váyase preparado para hacer fila. Aproveche para conocer el Museo de la Historia de Corea, un repaso rápido desde las primeras comunidades indígenas hasta la actualidad. Prendas de vestir, la primera bandera del país, recuerdos de la guerra y del resurgimiento económico son algunos de los atractivos.
4:00 p.m.
Muy cerca se encuentran llamativas calles tradicionales con mercados y tiendas perfectas para comprar recuerdos. La ventaja es que además de ser barato, la mayoría de vendedores hablan inglés. También es un lugar perfecto para tomar fotos, pues algunas niñas alquilan hanboks (traje típico de las mujeres coreanas) y corren por las calles buscando retratos con los visitantes.
8:00 p.m.
Byeokje Galbi. Anote en su celular o en un papel que pueda guardar en la billetera este nombre. Es uno de los mejores sitios para una barbacoa en Seúl. Por tratarse de un país con limitaciones en su territorio, los asados no se realizan en parques o jardines como se acostumbra en occidente. Existen restaurantes especialmente diseñados para ello, con mesas largas llenas de orificios en los que los meseros incrustarán parrillas listas para asar carne previamente adobada por los cocineros. Como acompañamiento se sirven verduras y el famoso Kimchi (una receta a base de col fermentada y picante). Aproveche para pedir Soju, una bebida a base de hierbas.
Domingo
9: 00 a.m.
The Parkview Coffee es una buena opción para iniciar el día. Ubicado en una zona tranquila y con vista hacia un jardín, ofrece un bufé que varía todos los días. Si es amante de la comida asiática encontrará desde platillos chinos hasta coreanos, pero si prefiere no experimentar con nuevos sabores el menú occidental incluye café, waffles, huevos y fruta. La tabla de quesos, al igual que en el Ritz Carlton, vale la pena.
11:00 a.m.
Uno de los sucesos que más ha marcado la historia de Corea del Sur es la guerra contra su vecina del norte. Finalizado ese conflicto bélico, inició la reconstrucción social y económica del país. Para entender la forma como conciben el mundo los coreanos del sur es necesario visitar el War Memorial of Korea. En un recorrido de más o menos tres horas conocerá de primera mano los impactos de este conflicto en sus habitantes y cómo lograron convertir la adversidad en una oportunidad para renacer.
3: 00 p.m.
Prográmese para almorzar en el restaurante Top Cloud, en la Torre Jongno, en el piso 33. Lo recibirá un apetitoso bufé con todo tipo de platos de mar, carnes y ensaladas, además de buenos vinos. Disfrutar de la comida y de una extraordinaria vista le puede costar entre US$70 y US$90 por persona.