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Durante la octava edición del Women Working for the World, organizado por la Fundación Juanfe en la Universidad EAN en Bogotá, líderes de Colombia y de otros países se reunieron para compartir con otras mujeres cómo ha sido su rol en la lucha por un mundo más responsable con el medioambiente y por entornos con más espacios para la participación femenina.
Renata Koch, embajadora de ONU Mujeres en Brasil, enfatizó en la importancia de tratar estos temas desde temprana edad para lograr un mayor impacto. “Debemos desarrollar habilidades verdes para las niñas, muchas de las niñas no tienen la oportunidad de acceder a educación ambiental, a los valores sostenibles y transformativos. Es muy importante incluir esto”, aclaró. Koch también es la fundadora de fundación Empodera Clima, una plataforma global que aboga por la igualdad de género y que busca incidencia en políticas climáticas.
En el evento también participaron activistas como Cristina Ljungberg (Suiza), quien cofundó la organización The Case For Her que trabaja para crear conciencia sobre los problemas que giran en torno a la menstruación, la salud de las mujeres y el placer sexual femenino, y Susan Hull Walker (EE. UU.), quien fundó el Movimiento Ibu en Carolina del Sur, el cual reúne a mujeres de todo el mundo para que a través de piezas de diseño hechas por ellas puedan romper los ciclos de pobreza en los que se encuentran.
“Este año el Foro Women Working for the World regresa a la presencialidad. Tenemos conferencistas de talla mundial con una gran trayectoria en los temas de equidad de género y transformación social. Para esta versión quisimos tener como uno de los temas centrales la sostenibilidad y su relación con las mujeres: cómo nosotras somos claves en la mitigación del cambio climático y por qué este fenómeno global afecta en mayor medida a las mujeres. Por eso nos aliamos con WWF, para hablar de acciones concretas e iniciativas alrededor de este tema”, explicó Catalina Escobar, presidenta de la Fundación Juanfe, dedicada a la atención de madres adolescentes en Cartagena y Medellín.
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Uno de los paneles destacados fue el de la organización ambiental WWF, en el que participaron tres de sus directivas que trabajan por la conservación del medioambiente en Colombia. Sandra Valenzuela, directora ejecutiva de WWF Colombia, explicó que es necesario trabajar la conservación de la mano con las comunidades, articulando los territorios y a los líderes comunitarios de distintas regiones. Sin embargo, para avanzar en este camino, primero es necesario garantizar la seguridad de los líderes y lideresas ambientales desde el estado a través, por ejemplo, de la ratificación del Acuerdo de Escazú, que obliga a los gobiernos a implementar medidas para que puedan ejercer su defensa de ecosistemas sin ningún peligro.
“No se trata de depender de una persona que nos haga el trabajo a los demás, ni de que cuide el ambiente por nosotros. Necesitamos personas que nos motiven y nos den ideas de una acción posible, como vincularse con las ONG locales y hacer un llamado político para que se traten los temas ambientales”, dijo Brigitte Baptiste que también participó en el evento.
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En este sentido, las mujeres de WWF explicaron que una de las prioridades de la organización es visibilizar y empoderar a las mujeres de las zonas rurales para que hagan parte los proyectos de conservación de las regiones. Carmen Candelo, asesora de Gobernanza y Medios de Vida Sostenibles para WWF Colombia, explicó que las mujeres rurales son las encargadas de asegurar los medios de vida y alimentación para sus familias y que por esta razón la conservación está muy relacionada con el bienestar de las familias y de las mujeres.
“Hemos trabajado con capacitaciones en las regiones para lograr que las mujeres tengan una voz más fuerte y visible en sus comunidades, procesos que también incluyen a los hombres, para que haya una mayor equidad en las decisiones que se toman y que las afectan directamente”, dijo Candelo. Los procesos de ordenamiento territorial son unos de los espacios en los que buscan mayor participación de las mujeres, pues Candelo explica que allí es donde están todas las condiciones para generar bienestar, está el alimento, la cultura y si ellas participan de ese ordenamiento va a incluir todos los roles importantes que se desempeñan sin relegarlas a territorios o actividades que les traigan dificultades económicas.
Por ejemplo, visibilizar el trabajo de las piangueras, que son mujeres recolectoras de moluscos en los manglares del Pacífico, ha sido uno de los propósitos de esta organización pues al menos el 80 % de las personas dedicadas a este oficio son mujeres y se ven enfrentadas a bajos ingresos y extensas jornadas de trabajo. Las capacitaciones en asuntos de género, entre otras, busca que estas mujeres puedan participar también de otras actividades como la pesca, donde podrían tener más recursos, pero que por ser un oficio tradicionalmente hecho por hombres les cierra la entrada.