El reto: más mujeres con discapacidad en las TIC

De acuerdo con el Banco Mundial, se estima que en el mundo hay alrededor de mil millones de personas con discapacidad, es decir, el 15 % de la población mundial y, de los que están en edad de trabajar, el 75 % están desempleados, según la OMS. La falta de acceso a educación y de inclusión laboral desencadena mayor dificultad para acceder a salud, niveles más bajos de empleos y un mayor riesgo de llegar a la pobreza extrema. Ahora, la situación se agrava si se trata de mujeres con discapacidad.

En Colombia, por ejemplo, solo 3 de cada 10 personas en condición de discapacidad han trabajado en algún momento de su vida, así lo registró el censo de 2018 realizado por el DANE. Para trabajar por la empleabilidad de este grupo poblacional en Latinoamérica, han surgido iniciativas como Incluyeme.com, elegida en el programa de Google Impact Challenge para mujeres y niñas 2021, con el fin de promover a mujeres con discapacidad en un área donde las mujeres han sido históricamente subrepresentadas: las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).

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Este espacio trabajará para disminuir la brecha de género desde dos frentes, el desempleo de mujeres en condición de discapacidad y la baja participación en áreas STEM. En cifras de la UNESCO, la participación de mujeres en investigación en todo el mundo es de 29,3 %, representan el 17,5 % de la fuerza laboral tecnológica y ocupan solo el 5 % de los puestos de liderazgo en este campo. Además, si nos enfocamos en las carreras TIC (tecnología, información y comunicaciones) solo el 3 % de ellas se dedican al campo. Sobre las mujeres con discapacidad en este sector, la información es escasa, casi nula.

La gerente regional del proyecto, Clara Popeo, explica que evidenciaron que “la pandemia a nivel económico afectó particularmente a las poblaciones más vulnerables que siempre enfrentan mayores barreras para conseguir empleo. En ese grupo entran las personas con discapacidad. Desde Incluyeme.com hicimos una encuesta sobre empleo al comienzo de la pandemia y vimos que el desempleo creció más entre las personas con discapacidad que entre la población general sin discapacidad”.

Por medio de formaciones y acompañamiento esta iniciativa formará a 600 mujeres con discapacidad en nueve países de Latinoamérica, incluida Colombia, en habilidades tecnológicas para mejorar sus posibilidades de ser empleadas y a la vez contribuir a cerrar la brecha de género que persiste en la industria. Después del proceso de formación, esta alianza las conectará con empresas y plataformas de trabajo freelance, pues mediante esta modalidad pueden apostarles a las ofertas de empleo de cualquier parte del mundo y de acuerdo con la organización, se podrían reducir los sesgos por parte de los empleadores.

Lea también: Igualdad de género: logros y retos con miras a 2022

A la par del proceso, Google le brindará a la organización que lidera el proyecto mentorías sobre tecnología, género y trabajo colaborativo para que pueda crear herramientas para identificar los sesgos que impiden a las mujeres con discapacidad aprovechar la tecnología para su empleabilidad. El proyecto, cuya convocatoria aún no ha arrancado, se desarrollará durante el 2022 y el 2023.

De acuerdo con el Banco Mundial, se estima que en el mundo hay alrededor de mil millones de personas con discapacidad, es decir, el 15 % de la población mundial y, de los que están en edad de trabajar, el 75 % están desempleados, según la OMS. La falta de acceso a educación y de inclusión laboral desencadena mayor dificultad para acceder a salud, niveles más bajos de empleos y un mayor riesgo de llegar a la pobreza extrema. Ahora, la situación se agrava si se trata de mujeres con discapacidad.

En Colombia, por ejemplo, solo 3 de cada 10 personas en condición de discapacidad han trabajado en algún momento de su vida, así lo registró el censo de 2018 realizado por el DANE. Para trabajar por la empleabilidad de este grupo poblacional en Latinoamérica, han surgido iniciativas como Incluyeme.com, elegida en el programa de Google Impact Challenge para mujeres y niñas 2021, con el fin de promover a mujeres con discapacidad en un área donde las mujeres han sido históricamente subrepresentadas: las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).

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Este espacio trabajará para disminuir la brecha de género desde dos frentes, el desempleo de mujeres en condición de discapacidad y la baja participación en áreas STEM. En cifras de la UNESCO, la participación de mujeres en investigación en todo el mundo es de 29,3 %, representan el 17,5 % de la fuerza laboral tecnológica y ocupan solo el 5 % de los puestos de liderazgo en este campo. Además, si nos enfocamos en las carreras TIC (tecnología, información y comunicaciones) solo el 3 % de ellas se dedican al campo. Sobre las mujeres con discapacidad en este sector, la información es escasa, casi nula.

La gerente regional del proyecto, Clara Popeo, explica que evidenciaron que “la pandemia a nivel económico afectó particularmente a las poblaciones más vulnerables que siempre enfrentan mayores barreras para conseguir empleo. En ese grupo entran las personas con discapacidad. Desde Incluyeme.com hicimos una encuesta sobre empleo al comienzo de la pandemia y vimos que el desempleo creció más entre las personas con discapacidad que entre la población general sin discapacidad”.

Por medio de formaciones y acompañamiento esta iniciativa formará a 600 mujeres con discapacidad en nueve países de Latinoamérica, incluida Colombia, en habilidades tecnológicas para mejorar sus posibilidades de ser empleadas y a la vez contribuir a cerrar la brecha de género que persiste en la industria. Después del proceso de formación, esta alianza las conectará con empresas y plataformas de trabajo freelance, pues mediante esta modalidad pueden apostarles a las ofertas de empleo de cualquier parte del mundo y de acuerdo con la organización, se podrían reducir los sesgos por parte de los empleadores.

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A la par del proceso, Google le brindará a la organización que lidera el proyecto mentorías sobre tecnología, género y trabajo colaborativo para que pueda crear herramientas para identificar los sesgos que impiden a las mujeres con discapacidad aprovechar la tecnología para su empleabilidad. El proyecto, cuya convocatoria aún no ha arrancado, se desarrollará durante el 2022 y el 2023.