Marchas en Bogotá rechazaron aumento de feminicidios y violencia contra los niños
En el contexto de un año marcado por un aumento de la violencia contra las mujeres, incluyendo el feminicidio, colectivos se movilizaron por las calles de Bogotá este 1 de noviembre para exigir un cambio.
Tatiana Moreno Quintero
Este primero de noviembre colectivos salieron a las calles de Bogotá para alzar su voz en defensa de la niñez, las disidencias, refiriéndose a la postura que no acepta que el comportamiento de una persona deba estar condicionado a su género, y las mujeres.
La movilización respondió a la creciente cantidad de feminicidios de mujeres y niñas, así como a las desapariciones registradas a lo largo de este año.
El 2024 ha estado marcado por un aumento alarmante en la violencia contra las mujeres en Colombia. En lo que va del año, se han registrado 660 feminicidios, un incremento del 27,9 % en comparación con el año anterior, según datos del Observatorio de Feminicidios Colombia. Esto resulta preocupante considerando que aún restan dos meses para finalizar el año.
La movilización, denominada “¿Hasta Cuándo? Justicia Ya”, nació de una conversación entre Juliana Paneso, psicóloga y fundadora de la organización Red Apoyo Cicatrices Resilientes, y el colectivo LaPsico Enfermera. La discusión giró en torno a los recientes acontecimientos de violencia contra las mujeres y la juventud en el país, y fue el punto de partida para organizar esta manifestación.
“Llega un momento en el que decimos: ‘juntémonos con los colectivos y hagamos un llamado a la comunidad para alzar la voz y manifestarle al Estado que no consideramos que haya sido eficiente ni exitoso en el manejo de los procesos judiciales’. En muchos casos, los agresores reinciden tras tener antecedentes y siguen en las calles”, afirmó Juliana Paneso.
Asimismo, se destacó la urgencia de realizar la movilización para exigir un fortalecimiento de los mecanismos de prevención y atención dirigidos a mujeres y menores de edad. Los organizadores señalaron que es fundamental que el Estado implemente estrategias más eficaces para proteger a estos grupos y evitar situaciones de violencia además de hacer mejoras en los servicios de apoyo, brindando respuestas más rápidas y efectivas para las mujeres y menores que se encuentran en situación de riesgo.
A esto Sofía Vela, fundadora y directora de la Fundación las Guaguas, que se especializan en acompañar y ayudar a víctimas de violencia sexual, agrega: “Nos sentimos profundamente dolidas e indignadas con lo que esta pasando con nuestra niñez. (...) Somos fieles creyentes de que no podemos seguir haciéndole daño a los niños en Colombia y que simplemente quede olvidado. En menos de tres semanas han pasado muchos casos y estamos cansadas”.
Por ello, las participantes de esta marcha convocaron a la ciudadanía a recorrer las calles de Bogotá. La movilización comenzó a las 4:00 p. m. desde el Parque Nacional, donde, desde las 2:00 p. m., se dedicaron a pintar carteles, maquillarse, ensayar cantos y compartir con otras mujeres presentes.
Para garantizar los derechos de las manifestantes, se dispuso un equipo de la Personería de Bogotá del Grupo de Acompañamiento en Escenarios de Posible Vulneración de Derechos (Gaepdv), junto con integrantes de la unidad de diálogo y del sistema Transmilenio, todos conformados exclusivamente por mujeres.
Realizaron dos paradas en puntos que llamaron “estratégicos” para manifestarle al actual gobierno sus preocupaciones e inconformidades. Estos fueron el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia.
Esta movilización también extendió una invitación a que los hombres se sumaran a la causa, ya que, como señaló la fundadora del colectivo Red Apoyo Cicatrices Resilientes, los feminicidios no son solo una preocupación de las mujeres, sino de toda la sociedad.
Así fue el caso para el colectivo Manes a la Obra. Francis Royets, psicólogo, psicoterapeuta y miembro de este grupo expresó que su presencia en el evento se debía a su compromiso con la deconstrucción de las masculinidades hegemónicas y patriarcales, con el objetivo de promover un cambio en las relaciones con las mujeres, lo femenino y, en general, con la niñez.
“Es también una oportunidad de expresar nuestra inconformidad frente a eventos como estos en los que los hombres han sido protagonistas de las violencias contra los niños, niñas y mujeres”, expresó Royets.
A lo largo de la marcha, los asistentes y líderes de colectivos manifestaron su deseo de que la movilización de hoy no sea un evento aislado, sino que sirva como una semilla de cambio en los distintos sectores de la sociedad.
Esperan que las mujeres se sientan alentadas a pedir ayuda, que los hombres adopten masculinidades más conscientes y que las entidades competentes mejoren su labor en el tratamiento de estos casos.
Este primero de noviembre colectivos salieron a las calles de Bogotá para alzar su voz en defensa de la niñez, las disidencias, refiriéndose a la postura que no acepta que el comportamiento de una persona deba estar condicionado a su género, y las mujeres.
La movilización respondió a la creciente cantidad de feminicidios de mujeres y niñas, así como a las desapariciones registradas a lo largo de este año.
El 2024 ha estado marcado por un aumento alarmante en la violencia contra las mujeres en Colombia. En lo que va del año, se han registrado 660 feminicidios, un incremento del 27,9 % en comparación con el año anterior, según datos del Observatorio de Feminicidios Colombia. Esto resulta preocupante considerando que aún restan dos meses para finalizar el año.
La movilización, denominada “¿Hasta Cuándo? Justicia Ya”, nació de una conversación entre Juliana Paneso, psicóloga y fundadora de la organización Red Apoyo Cicatrices Resilientes, y el colectivo LaPsico Enfermera. La discusión giró en torno a los recientes acontecimientos de violencia contra las mujeres y la juventud en el país, y fue el punto de partida para organizar esta manifestación.
“Llega un momento en el que decimos: ‘juntémonos con los colectivos y hagamos un llamado a la comunidad para alzar la voz y manifestarle al Estado que no consideramos que haya sido eficiente ni exitoso en el manejo de los procesos judiciales’. En muchos casos, los agresores reinciden tras tener antecedentes y siguen en las calles”, afirmó Juliana Paneso.
Asimismo, se destacó la urgencia de realizar la movilización para exigir un fortalecimiento de los mecanismos de prevención y atención dirigidos a mujeres y menores de edad. Los organizadores señalaron que es fundamental que el Estado implemente estrategias más eficaces para proteger a estos grupos y evitar situaciones de violencia además de hacer mejoras en los servicios de apoyo, brindando respuestas más rápidas y efectivas para las mujeres y menores que se encuentran en situación de riesgo.
A esto Sofía Vela, fundadora y directora de la Fundación las Guaguas, que se especializan en acompañar y ayudar a víctimas de violencia sexual, agrega: “Nos sentimos profundamente dolidas e indignadas con lo que esta pasando con nuestra niñez. (...) Somos fieles creyentes de que no podemos seguir haciéndole daño a los niños en Colombia y que simplemente quede olvidado. En menos de tres semanas han pasado muchos casos y estamos cansadas”.
Por ello, las participantes de esta marcha convocaron a la ciudadanía a recorrer las calles de Bogotá. La movilización comenzó a las 4:00 p. m. desde el Parque Nacional, donde, desde las 2:00 p. m., se dedicaron a pintar carteles, maquillarse, ensayar cantos y compartir con otras mujeres presentes.
Para garantizar los derechos de las manifestantes, se dispuso un equipo de la Personería de Bogotá del Grupo de Acompañamiento en Escenarios de Posible Vulneración de Derechos (Gaepdv), junto con integrantes de la unidad de diálogo y del sistema Transmilenio, todos conformados exclusivamente por mujeres.
Realizaron dos paradas en puntos que llamaron “estratégicos” para manifestarle al actual gobierno sus preocupaciones e inconformidades. Estos fueron el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia.
Esta movilización también extendió una invitación a que los hombres se sumaran a la causa, ya que, como señaló la fundadora del colectivo Red Apoyo Cicatrices Resilientes, los feminicidios no son solo una preocupación de las mujeres, sino de toda la sociedad.
Así fue el caso para el colectivo Manes a la Obra. Francis Royets, psicólogo, psicoterapeuta y miembro de este grupo expresó que su presencia en el evento se debía a su compromiso con la deconstrucción de las masculinidades hegemónicas y patriarcales, con el objetivo de promover un cambio en las relaciones con las mujeres, lo femenino y, en general, con la niñez.
“Es también una oportunidad de expresar nuestra inconformidad frente a eventos como estos en los que los hombres han sido protagonistas de las violencias contra los niños, niñas y mujeres”, expresó Royets.
A lo largo de la marcha, los asistentes y líderes de colectivos manifestaron su deseo de que la movilización de hoy no sea un evento aislado, sino que sirva como una semilla de cambio en los distintos sectores de la sociedad.
Esperan que las mujeres se sientan alentadas a pedir ayuda, que los hombres adopten masculinidades más conscientes y que las entidades competentes mejoren su labor en el tratamiento de estos casos.