Martha Ospina, la primera mujer directora del Instituto Nacional de Salud
En el pódcast “Aquí hablamos todas”, Ospina reflexiona sobre el rol de las mujeres en el campo de la ciencia durante la pandemia.
Desde que se fundó en 1917, solo una mujer ha ocupado el cargo de directora del Instituto Nacional de Salud (INS) en Colombia. En 2016, la caleña Martha Lucía Ospina Martínez, que antes se había desempañado como viceministra (e), directora nacional de Epidemiología y Demografía en el Ministerio de Salud y directora de la Cuenta de Enfermedades de Alto Costo, se puso al frente del INS.
Ospina, médica de profesión con especialización en gestión en salud pública, con una maestría en epidemiología y otra en economía, se sentó frente al micrófono de “Aquí hablamos todas”, el pódcast producido por ONU Mujeres, en alianza con la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el Ministerio de las TIC y la Embajada de Suecia, para hablar de los retos que le ha significado ser la primera directora del INS, de sus propuestas para acercar a jóvenes y niñas a las ciencias y del aprendizaje en el instituto durante la pandemia.
“Había diez personas mirándome y yo en la oficina caminaba, me volteé y les dije: “¿dónde meto la cartera?”, y ellos me dijeron: “no sabemos, doctora, nunca hemos tenido un director con cartera”. Con situaciones tan sencillas, pero tan dicientes sobre la participación de las mujeres en el INS empezó el periodo de dirección de Ospina.
En este capítulo, la directora del INS cuenta cuáles fueron sus prioridades cuando asumió el cargo: repensar el instituto, democratizar la ciencia y construir una visión conjunta que respondiera a las necesidades del país y que estuviera al alcance de todas las personas, explica que por esta última razón un trabajo constante desde el instituto ha sido generar información y datos abiertos al público.
Una labor que se tuvo que intensificar con la llegada del covid-19 al país. En un intento por contribuir a las estadísticas y de ayudar a entender el comportamiento del virus en Colombia, Ospina explica que aumentó la creación de datos abiertos y en gran parte, gracias a las mujeres que trabajan en el instituto construyendo dichas bases de datos para las instituciones, para alcaldes, gobernadores y el público en general.
Para referirse a la pandemia, Ospina asemeja la experiencia que ha vivido profesionalmente a un tsunami, “te arrastra así y al mismo tiempo tienes que tratar de mantener la cabeza fría y no perder el norte, a pesar de la presión y a pesar de que el agua te revuelca y te arrastra”. En el esfuerzo por no perder el norte, una clave ha sido crear redes de colaboración público-privadas en el país y con los institutos de ciencia y salud de otros países.
Además, cuenta que parte del trabajo para que haya equidad de género ha sido abrir espacios de dirección y toma de decisiones a más mujeres. De sus cuatro asesores, tres son mujeres; de cinco directores de las dependencias, dos son mujeres y de tres de los seis subdirectores son mujeres.
Para que lleguen más mujeres al campo de la ciencia, la salud y la tecnología, Ospina considera necesaria una mayor inversión en el sector, para que este crezca, se robustezca con grupos de investigación estables logrando así tener un mayor impacto y ser un sector productivo donde los científicos y científicas puedan dedicarse al 100 % a la investigación.
Sin embargo, dicho acercamiento también debe fomentarse a una edad temprana, por ejemplo, teniendo juguetes relacionados con la ciencia y la experimentación, creando una oferta de actividades interactivas en los museos que se enfoque y se acerque a los niños y niñas de todas las edades, regiones y estratos sociales.
“A las niñas les diría que el camino de la ciencia y de las ciencias de la salud son sumamente gratificantes. Trabajas para otros seres, seres vivos, construyes soluciones duraderas. Como mujeres tenemos, lo insisto, un ingenio, una creatividad, además de una capacidad de trabajo enorme”, concluye.
Escuche el capítulo completo aquí:
* Nota: El contenido del pódcast “Aquí hablamos todas” es producido por ONU Mujeres, en alianza con la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el Ministerio de las TIC y la Embajada de Suecia.
Desde que se fundó en 1917, solo una mujer ha ocupado el cargo de directora del Instituto Nacional de Salud (INS) en Colombia. En 2016, la caleña Martha Lucía Ospina Martínez, que antes se había desempañado como viceministra (e), directora nacional de Epidemiología y Demografía en el Ministerio de Salud y directora de la Cuenta de Enfermedades de Alto Costo, se puso al frente del INS.
Ospina, médica de profesión con especialización en gestión en salud pública, con una maestría en epidemiología y otra en economía, se sentó frente al micrófono de “Aquí hablamos todas”, el pódcast producido por ONU Mujeres, en alianza con la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el Ministerio de las TIC y la Embajada de Suecia, para hablar de los retos que le ha significado ser la primera directora del INS, de sus propuestas para acercar a jóvenes y niñas a las ciencias y del aprendizaje en el instituto durante la pandemia.
“Había diez personas mirándome y yo en la oficina caminaba, me volteé y les dije: “¿dónde meto la cartera?”, y ellos me dijeron: “no sabemos, doctora, nunca hemos tenido un director con cartera”. Con situaciones tan sencillas, pero tan dicientes sobre la participación de las mujeres en el INS empezó el periodo de dirección de Ospina.
En este capítulo, la directora del INS cuenta cuáles fueron sus prioridades cuando asumió el cargo: repensar el instituto, democratizar la ciencia y construir una visión conjunta que respondiera a las necesidades del país y que estuviera al alcance de todas las personas, explica que por esta última razón un trabajo constante desde el instituto ha sido generar información y datos abiertos al público.
Una labor que se tuvo que intensificar con la llegada del covid-19 al país. En un intento por contribuir a las estadísticas y de ayudar a entender el comportamiento del virus en Colombia, Ospina explica que aumentó la creación de datos abiertos y en gran parte, gracias a las mujeres que trabajan en el instituto construyendo dichas bases de datos para las instituciones, para alcaldes, gobernadores y el público en general.
Para referirse a la pandemia, Ospina asemeja la experiencia que ha vivido profesionalmente a un tsunami, “te arrastra así y al mismo tiempo tienes que tratar de mantener la cabeza fría y no perder el norte, a pesar de la presión y a pesar de que el agua te revuelca y te arrastra”. En el esfuerzo por no perder el norte, una clave ha sido crear redes de colaboración público-privadas en el país y con los institutos de ciencia y salud de otros países.
Además, cuenta que parte del trabajo para que haya equidad de género ha sido abrir espacios de dirección y toma de decisiones a más mujeres. De sus cuatro asesores, tres son mujeres; de cinco directores de las dependencias, dos son mujeres y de tres de los seis subdirectores son mujeres.
Para que lleguen más mujeres al campo de la ciencia, la salud y la tecnología, Ospina considera necesaria una mayor inversión en el sector, para que este crezca, se robustezca con grupos de investigación estables logrando así tener un mayor impacto y ser un sector productivo donde los científicos y científicas puedan dedicarse al 100 % a la investigación.
Sin embargo, dicho acercamiento también debe fomentarse a una edad temprana, por ejemplo, teniendo juguetes relacionados con la ciencia y la experimentación, creando una oferta de actividades interactivas en los museos que se enfoque y se acerque a los niños y niñas de todas las edades, regiones y estratos sociales.
“A las niñas les diría que el camino de la ciencia y de las ciencias de la salud son sumamente gratificantes. Trabajas para otros seres, seres vivos, construyes soluciones duraderas. Como mujeres tenemos, lo insisto, un ingenio, una creatividad, además de una capacidad de trabajo enorme”, concluye.
Escuche el capítulo completo aquí:
* Nota: El contenido del pódcast “Aquí hablamos todas” es producido por ONU Mujeres, en alianza con la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el Ministerio de las TIC y la Embajada de Suecia.