No caer en la revictimización y la violencia: la responsabilidad de los medios
En Colombia, medios impactan 2,5 veces más que las redes en casos de violencia de género, pero el 12,2 % de noticias justifican a los agresores. Aquí las recomendaciones para evitar caer en errores.
Tatiana Moreno Quintero
Para abordar e informar sobre la violencia basada en género (VBG), es fundamental considerar aspectos clave como el uso adecuado del lenguaje, el enfoque de la narrativa y la protección de los datos personales de las víctimas y los involucrados. Esto ayuda a evitar la revictimización y a prevenir la reproducción de desigualdades de género.
El informe “Desenfocadas: cómo opinar e informar mejor sobre la violencia de género”, elaborado por la consultora de comunicación LLCY en 2023, destaca la responsabilidad de los medios de comunicación en Colombia. Según el estudio, los medios desempeñan un papel crucial en la concientización, sensibilización y prevención de las VBG, siendo su impacto dos veces y medio mayor que el de las redes sociales.
Hay una alta cantidad de noticias sobre violencia de género (una cada 30), y en este estudio se identificó que uno de cada cinco artículos justifica al agresor, recurriendo a temas como las adicciones del acometedor o la provocación de la víctima. En Colombia, el 12,2 % de las noticias adopta este enfoque, minimizando la responsabilidad del agresor y perpetuando la violencia.
La información personal de las víctimas de violencia de género debe manejarse con extrema cautela y, en lo posible, evitarse. Sin embargo, los medios de comunicación a menudo exponen detalles como la profesión, salud mental o relaciones familiares de las víctimas (en un 16 % de los casos), lo que vulnera su privacidad. Esta práctica es aún más frecuente en las redes sociales, donde se observa un incremento del 7 %.
Además, el informe de LLCY revela un sesgo considerable en la cobertura mediática de la violencia de género. En el 75 % de los casos estudiados, la atención se centra en las víctimas, describiendo sus atributos y características personales, como la edad. De hecho, un 16 % de las noticias incluye detalles sobre los familiares de las víctimas, lo que puede ponerlos en riesgo.
La violencia de género es un problema sistémico que trasciende los medios de comunicación. Tanto los medios tradicionales como las redes sociales influyen en la opinión pública y moldean nuestras percepciones. Es fundamental que se genere una conciencia colectiva sobre esta problemática, promoviendo la idea de que la lucha contra la violencia de género es un asunto de interés general y un compromiso de toda la sociedad.
Recomendaciones para tratar la violencia
La Fundación PLAN y Volcánicas han ofrecido pautas clave para informar sobre casos de violencia de género de manera responsable y respetuosa.
- Priorizar la rigurosidad sobre la inmediatez es fundamental. Contrastar información y fuentes desde una perspectiva de género garantiza un enfoque preciso y evita la propagación de estereotipos.
- El uso de imágenes debe ser cuidadoso. Evitar fotografías que invadan la privacidad de las víctimas, expongan detalles personales o sexualicen a las mujeres, especialmente a menores de edad.
- La información publicada debe ser relevante para la investigación y evitar el sensacionalismo. Respetar la privacidad y dignidad de las víctimas y sus familias es primordial.
- El lenguaje utilizado es crucial. Evitar culpar a la víctima o minimizar la violencia. Es importante enfatizar la responsabilidad del agresor y utilizar un lenguaje inclusivo y respetuoso.
- Los casos de violencia de género no son hechos aislados, sino el resultado de desigualdades estructurales y de género. Es necesario analizarlos dentro de este contexto y evitar presentarlos como hechos aislados o sensacionalistas.
Por otro lado, la iniciativa LLC Y propone sugerencias adicionales para mejorar la cobertura de estos casos:
- Evitar justificar al agresor apelando a factores como adicciones o salud mental.
- Modificar la descripción de los hechos y víctimas para evitar términos sensacionalistas o que revictimicen.
- Proteger la intimidad de los niños y adolescentes para evitar ponerlos en riesgo.
- Utilizar herramientas de inteligencia artificial como “The purple check” para detectar sesgos en la redacción de noticias sobre violencia de género.
Para abordar e informar sobre la violencia basada en género (VBG), es fundamental considerar aspectos clave como el uso adecuado del lenguaje, el enfoque de la narrativa y la protección de los datos personales de las víctimas y los involucrados. Esto ayuda a evitar la revictimización y a prevenir la reproducción de desigualdades de género.
El informe “Desenfocadas: cómo opinar e informar mejor sobre la violencia de género”, elaborado por la consultora de comunicación LLCY en 2023, destaca la responsabilidad de los medios de comunicación en Colombia. Según el estudio, los medios desempeñan un papel crucial en la concientización, sensibilización y prevención de las VBG, siendo su impacto dos veces y medio mayor que el de las redes sociales.
Hay una alta cantidad de noticias sobre violencia de género (una cada 30), y en este estudio se identificó que uno de cada cinco artículos justifica al agresor, recurriendo a temas como las adicciones del acometedor o la provocación de la víctima. En Colombia, el 12,2 % de las noticias adopta este enfoque, minimizando la responsabilidad del agresor y perpetuando la violencia.
La información personal de las víctimas de violencia de género debe manejarse con extrema cautela y, en lo posible, evitarse. Sin embargo, los medios de comunicación a menudo exponen detalles como la profesión, salud mental o relaciones familiares de las víctimas (en un 16 % de los casos), lo que vulnera su privacidad. Esta práctica es aún más frecuente en las redes sociales, donde se observa un incremento del 7 %.
Además, el informe de LLCY revela un sesgo considerable en la cobertura mediática de la violencia de género. En el 75 % de los casos estudiados, la atención se centra en las víctimas, describiendo sus atributos y características personales, como la edad. De hecho, un 16 % de las noticias incluye detalles sobre los familiares de las víctimas, lo que puede ponerlos en riesgo.
La violencia de género es un problema sistémico que trasciende los medios de comunicación. Tanto los medios tradicionales como las redes sociales influyen en la opinión pública y moldean nuestras percepciones. Es fundamental que se genere una conciencia colectiva sobre esta problemática, promoviendo la idea de que la lucha contra la violencia de género es un asunto de interés general y un compromiso de toda la sociedad.
Recomendaciones para tratar la violencia
La Fundación PLAN y Volcánicas han ofrecido pautas clave para informar sobre casos de violencia de género de manera responsable y respetuosa.
- Priorizar la rigurosidad sobre la inmediatez es fundamental. Contrastar información y fuentes desde una perspectiva de género garantiza un enfoque preciso y evita la propagación de estereotipos.
- El uso de imágenes debe ser cuidadoso. Evitar fotografías que invadan la privacidad de las víctimas, expongan detalles personales o sexualicen a las mujeres, especialmente a menores de edad.
- La información publicada debe ser relevante para la investigación y evitar el sensacionalismo. Respetar la privacidad y dignidad de las víctimas y sus familias es primordial.
- El lenguaje utilizado es crucial. Evitar culpar a la víctima o minimizar la violencia. Es importante enfatizar la responsabilidad del agresor y utilizar un lenguaje inclusivo y respetuoso.
- Los casos de violencia de género no son hechos aislados, sino el resultado de desigualdades estructurales y de género. Es necesario analizarlos dentro de este contexto y evitar presentarlos como hechos aislados o sensacionalistas.
Por otro lado, la iniciativa LLC Y propone sugerencias adicionales para mejorar la cobertura de estos casos:
- Evitar justificar al agresor apelando a factores como adicciones o salud mental.
- Modificar la descripción de los hechos y víctimas para evitar términos sensacionalistas o que revictimicen.
- Proteger la intimidad de los niños y adolescentes para evitar ponerlos en riesgo.
- Utilizar herramientas de inteligencia artificial como “The purple check” para detectar sesgos en la redacción de noticias sobre violencia de género.