“Romper el círculo” y el mercadeo en contravía de una causa
A pesar de abordar la violencia doméstica, la promoción de la película se ha centrado en aspectos superficiales como el vestuario y la vida personal de los actores, lo que sigue generado críticas por parte de la audiencia y de expertos.
Tatiana Moreno Quintero
Mientras la película Romper el círculo, que se estrenó en Colombia el 15 de agosto, trata sobre la violencia doméstica y cómo puede pasar desapercibida para las víctimas y la comunidad, el mercadeo y promoción del filme han opacado el propósito de la cinta por medio del vestuario, las polémicas entre los miembros del elenco, lanzamientos de productos y las entrevistas de la productora y protagonista, Blake Lively.
“Romper el círculo ya está en teatros, entonces traigan a sus amigos, usen sus florales y vengan a verla”, fue el comentario de Lively en una de las entrevistas más criticadas por el público, pues la productora hace parecer que se trata de cine romántico o las denominadas “películas de chicas” o chick flicks en inglés.
En la Cena de Artistas del Festival Tribeca, días antes del estreno del filme, Vogue le preguntó a la actriz sobre la película. Aunque ella respondió que había trabajado arduamente y que consideraba el proyecto significativo, también hizo comentarios que parecían fuera de lugar al mencionar a su personaje y su traje: “Lily Bloom, oh, mírenme en flores, Lily Bloom (...) es azul como para bucear en aguas profundas”, haciendo referencia su traje Channel.
Durante la premiere de la cinta en Nueva York, el vestido Versace que Britney Spears utilizó en un desfile de la marca en 2003 recibió el protagonismo. Lively atendió al evento vistiendo la prenda y explicó que era una forma de hacerle homenaje a la cantante. “Ella es una reina”, celebró Lively, “y ha hecho que las demás queramos brillar y escribir y contar nuestras historias”, manifestó.
A la cinta, que fue adaptada al cine de un libro de Colleen Hoover, siempre se la consideró para ser un producto del entretenimiento centrado en el amor romántico y las relaciones de pareja. Incluso se contempló su estreno para el día de San Valentín, el 14 de febrero, en Estados Unidos, pero se decidió modificar por el 9 de agosto en EE. UU., lo que terminó siendo polémico por cruzarse con proyectos personales de la protagonista.
Blake Brown, la línea de cuidado del cabello de Lively, salió al mercado cuando Romper el círculo recién estaba haciendo su debut en la pantalla grande, de modo que se percibió como si la actriz aprovechara el foco que la prensa y la audiencia le estaban dando para catapultar su nuevo negocio.
En el artículo “What ‘It Ends With Us’ Says About the Blake Lively Brand”, The New York Times destaca cómo la película, en sí misma, actúa como una promoción para la marca personal de la actriz. Señala que la protagonista combina su vida actoral con sus otros proyectos, lo que incluye la influencia que tuvo en los peinados presentados en la película. Además, resalta cómo su gestión en redes sociales ha establecido una conexión entre su marca de cuidado capilar y la cinta.
“Evidentemente la estrategia de mercadeo responde a los reales intereses de los productores. Si bien, una película comercial siempre tiene la necesidad de generar dividendos, en este caso, valerse del éxito del libro en torno a hablar de una temática clave en la actualidad para las comunidades de mujeres que luchan por visibilizar las violencias de género y específicamente el maltrato y feminicidio en el marco de las relaciones de pareja, es un abordaje errado el enfocar la estrategia hacia la venta de vestuario, productos para el cuidado de la imagen o el cabello. En definitiva le resta credibilidad al mensaje importante que podría aportar la película”, comentó Ingrid Ruiz, realizadora de cine y televisión, magíster en Estudios Culturales de la Universidad Nacional de Colombia, con énfasis en análisis de producciones televisivas de ficción para la construcción de memoria histórica.
Las portadas tanto del libro como de la película no reflejan adecuadamente la trama de la historia. En la novela, la portada presenta una flor despojada de sus pétalos, mientras que la del filme muestra a Blake Lively de perfil rodeada de flores.
Por lo anterior, la especialista en cine y televisión asegura que “es un ejemplo de oportunismo mercantil. El símbolo de la flor rota alude inmediatamente a la de la frase popular y antigua de ‘A una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa’, pero también se asocia con adjetivos poco útiles en esta lucha por el valor de la vida de las mujeres, como el de la ‘fragilidad’”.
¿Compañeros o rivales?
Lo que produjo aún más controversia en el manejo comercial y recepción de la audiencia fueron las posiciones opuestas entre Justin Baldoni, director y actor principal masculino de la película, y Blake Lively.
Baldoni no ha sido reservado al compartir sus motivaciones para llevar el libro de Colleen Hoover a la pantalla grande. Ha subrayado su deseo de ofrecer un mensaje de esperanza a las víctimas de violencia doméstica y de género, con la intención de inspirar un cambio en sus vidas. Además, ha destacado esta problemática en la mayoría de sus entrevistas para promocionar la película.
La diferencia en la forma en que los dos responsables de la adaptación promocionan el proyecto es evidente. Sin embargo, esta no es la única discrepancia, ya que se ha dicho, según revelaron fuentes a la revista Rollins Stone, que durante la grabación tuvieron diferencias creativas.
Han surgido comentarios que insinúan una posible animosidad entre ellos. Esto se destaca porque no han realizado ni un solo evento de prensa juntos desde el estreno de la película.
“Creo que algunos de los rumores en línea parecen un poco fuertes. No creo que se odien. Pero no creo que vuelvan a trabajar juntos. Sus estilos son demasiado diferentes. Blake tiene una mentalidad muy empresarial y práctica. Justin... está tan al otro lado de por qué hace arte que nunca iban a ser amigos”, afirmó una fuente anónima a Rolling Stone.
El revuelo ha llevado a Baldoni a contratar un equipo de gestión de crisis de la agencia Angency Group. Además, la revista People informó que una fuente les reveló que hay mucho más en esta historia, indicando que ni el elenco principal ni la autora Colleen Hoover estarán involucrados con él.
Un público inconforme
Algunos miembros de la audiencia, incluyendo víctimas de violencia doméstica y basada en género, han expresado su descontento con la película, en particular en relación con la representación de las agresiones descritas en el libro y retratadas en la adaptación cinematográfica.
The New York Times informó que profesionales que asesoran a sobrevivientes de violencia doméstica o trabajan en temas relacionados dicen que Rompiendo el círculo es una descripción demasiado simplificada de estar dentro y fuera de una relación abusiva.
Comentarios como el de la productora, quien afirmó que la historia se centra en una mujer, en particular Lily Bloom, no fueron bien recibidos ya que parecían desviar la atención de otros aspectos importantes de la trama.
Ante la situación, miembros del elenco han ofrecido respuestas para explicar su punto de vista sobre la creación y realización de la adaptación. Brandon Sklenar, quien interpreta a Atlas, se pronunció en sus redes sociales para comunicar al público: “Lo que pudo haber sucedido o no detrás de escena no resta valor a nuestras intenciones al hacer esta película, y espero que no sea necesario aclararlo. Ha sido desalentador ver la cantidad de negatividad que se proyecta en línea”.
Justin Baldoni respondió a las críticas diciendo que es natural que las personas tengan esas opiniones, ya que vivimos en una cultura que glorifica ciertos aspectos y busca captar la atención. Reconoció que puede ser difícil para quienes han vivido experiencias similares verlas representadas en una novela romántica, y aseguró que la película y cada detalle se hicieron con intención.
Mientras la película Romper el círculo, que se estrenó en Colombia el 15 de agosto, trata sobre la violencia doméstica y cómo puede pasar desapercibida para las víctimas y la comunidad, el mercadeo y promoción del filme han opacado el propósito de la cinta por medio del vestuario, las polémicas entre los miembros del elenco, lanzamientos de productos y las entrevistas de la productora y protagonista, Blake Lively.
“Romper el círculo ya está en teatros, entonces traigan a sus amigos, usen sus florales y vengan a verla”, fue el comentario de Lively en una de las entrevistas más criticadas por el público, pues la productora hace parecer que se trata de cine romántico o las denominadas “películas de chicas” o chick flicks en inglés.
En la Cena de Artistas del Festival Tribeca, días antes del estreno del filme, Vogue le preguntó a la actriz sobre la película. Aunque ella respondió que había trabajado arduamente y que consideraba el proyecto significativo, también hizo comentarios que parecían fuera de lugar al mencionar a su personaje y su traje: “Lily Bloom, oh, mírenme en flores, Lily Bloom (...) es azul como para bucear en aguas profundas”, haciendo referencia su traje Channel.
Durante la premiere de la cinta en Nueva York, el vestido Versace que Britney Spears utilizó en un desfile de la marca en 2003 recibió el protagonismo. Lively atendió al evento vistiendo la prenda y explicó que era una forma de hacerle homenaje a la cantante. “Ella es una reina”, celebró Lively, “y ha hecho que las demás queramos brillar y escribir y contar nuestras historias”, manifestó.
A la cinta, que fue adaptada al cine de un libro de Colleen Hoover, siempre se la consideró para ser un producto del entretenimiento centrado en el amor romántico y las relaciones de pareja. Incluso se contempló su estreno para el día de San Valentín, el 14 de febrero, en Estados Unidos, pero se decidió modificar por el 9 de agosto en EE. UU., lo que terminó siendo polémico por cruzarse con proyectos personales de la protagonista.
Blake Brown, la línea de cuidado del cabello de Lively, salió al mercado cuando Romper el círculo recién estaba haciendo su debut en la pantalla grande, de modo que se percibió como si la actriz aprovechara el foco que la prensa y la audiencia le estaban dando para catapultar su nuevo negocio.
En el artículo “What ‘It Ends With Us’ Says About the Blake Lively Brand”, The New York Times destaca cómo la película, en sí misma, actúa como una promoción para la marca personal de la actriz. Señala que la protagonista combina su vida actoral con sus otros proyectos, lo que incluye la influencia que tuvo en los peinados presentados en la película. Además, resalta cómo su gestión en redes sociales ha establecido una conexión entre su marca de cuidado capilar y la cinta.
“Evidentemente la estrategia de mercadeo responde a los reales intereses de los productores. Si bien, una película comercial siempre tiene la necesidad de generar dividendos, en este caso, valerse del éxito del libro en torno a hablar de una temática clave en la actualidad para las comunidades de mujeres que luchan por visibilizar las violencias de género y específicamente el maltrato y feminicidio en el marco de las relaciones de pareja, es un abordaje errado el enfocar la estrategia hacia la venta de vestuario, productos para el cuidado de la imagen o el cabello. En definitiva le resta credibilidad al mensaje importante que podría aportar la película”, comentó Ingrid Ruiz, realizadora de cine y televisión, magíster en Estudios Culturales de la Universidad Nacional de Colombia, con énfasis en análisis de producciones televisivas de ficción para la construcción de memoria histórica.
Las portadas tanto del libro como de la película no reflejan adecuadamente la trama de la historia. En la novela, la portada presenta una flor despojada de sus pétalos, mientras que la del filme muestra a Blake Lively de perfil rodeada de flores.
Por lo anterior, la especialista en cine y televisión asegura que “es un ejemplo de oportunismo mercantil. El símbolo de la flor rota alude inmediatamente a la de la frase popular y antigua de ‘A una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa’, pero también se asocia con adjetivos poco útiles en esta lucha por el valor de la vida de las mujeres, como el de la ‘fragilidad’”.
¿Compañeros o rivales?
Lo que produjo aún más controversia en el manejo comercial y recepción de la audiencia fueron las posiciones opuestas entre Justin Baldoni, director y actor principal masculino de la película, y Blake Lively.
Baldoni no ha sido reservado al compartir sus motivaciones para llevar el libro de Colleen Hoover a la pantalla grande. Ha subrayado su deseo de ofrecer un mensaje de esperanza a las víctimas de violencia doméstica y de género, con la intención de inspirar un cambio en sus vidas. Además, ha destacado esta problemática en la mayoría de sus entrevistas para promocionar la película.
La diferencia en la forma en que los dos responsables de la adaptación promocionan el proyecto es evidente. Sin embargo, esta no es la única discrepancia, ya que se ha dicho, según revelaron fuentes a la revista Rollins Stone, que durante la grabación tuvieron diferencias creativas.
Han surgido comentarios que insinúan una posible animosidad entre ellos. Esto se destaca porque no han realizado ni un solo evento de prensa juntos desde el estreno de la película.
“Creo que algunos de los rumores en línea parecen un poco fuertes. No creo que se odien. Pero no creo que vuelvan a trabajar juntos. Sus estilos son demasiado diferentes. Blake tiene una mentalidad muy empresarial y práctica. Justin... está tan al otro lado de por qué hace arte que nunca iban a ser amigos”, afirmó una fuente anónima a Rolling Stone.
El revuelo ha llevado a Baldoni a contratar un equipo de gestión de crisis de la agencia Angency Group. Además, la revista People informó que una fuente les reveló que hay mucho más en esta historia, indicando que ni el elenco principal ni la autora Colleen Hoover estarán involucrados con él.
Un público inconforme
Algunos miembros de la audiencia, incluyendo víctimas de violencia doméstica y basada en género, han expresado su descontento con la película, en particular en relación con la representación de las agresiones descritas en el libro y retratadas en la adaptación cinematográfica.
The New York Times informó que profesionales que asesoran a sobrevivientes de violencia doméstica o trabajan en temas relacionados dicen que Rompiendo el círculo es una descripción demasiado simplificada de estar dentro y fuera de una relación abusiva.
Comentarios como el de la productora, quien afirmó que la historia se centra en una mujer, en particular Lily Bloom, no fueron bien recibidos ya que parecían desviar la atención de otros aspectos importantes de la trama.
Ante la situación, miembros del elenco han ofrecido respuestas para explicar su punto de vista sobre la creación y realización de la adaptación. Brandon Sklenar, quien interpreta a Atlas, se pronunció en sus redes sociales para comunicar al público: “Lo que pudo haber sucedido o no detrás de escena no resta valor a nuestras intenciones al hacer esta película, y espero que no sea necesario aclararlo. Ha sido desalentador ver la cantidad de negatividad que se proyecta en línea”.
Justin Baldoni respondió a las críticas diciendo que es natural que las personas tengan esas opiniones, ya que vivimos en una cultura que glorifica ciertos aspectos y busca captar la atención. Reconoció que puede ser difícil para quienes han vivido experiencias similares verlas representadas en una novela romántica, y aseguró que la película y cada detalle se hicieron con intención.