“En lo que va de 2023 más de 300 mujeres han sido asesinadas”: ONU Mujeres
Bibiana Aido Almagro es la representante de ONU Mujeres en Colombia. Esta organización de las Naciones Unidas lidera una campaña de 16 días para promover la eliminación de las violencias de género desde la prevención. Entrevista.
ONU Mujeres*
El pasado 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, inició la campaña “Únete”, que durante 16 días busca hacer un llamado a las instituciones, organizaciones sociales, Gobierno y población civil a apostarle a la prevención como un camino para frenar estas violencias.
Desde la inversión, la educación y el apoyo a instituciones de mujeres en lo territorial, la representante de ONU Mujeres en Colombia explica las acciones que como sociedad podemos tomar para decirle ¡no más!, a la violencia contra las mujeres y las niñas.
¿Por qué son importantes los 16 días de activismo contra la violencia de género?
La violencia contra las mujeres es la violación de los derechos humanos más extendida y tolerada, y tiene graves consecuencias. En la región esta es la primera causa de muerte para las mujeres de entre 14 y 55 años, por encima de los accidentes de tránsito o el cáncer. En Colombia también las cifras son alarmantes, ya que en lo que va de 2023 más de 300 mujeres han sido asesinadas por el hecho de serlo. Tenemos que decir: “Basta, esto tiene que acabar”. Estas cifras son intolerables. Tenemos una responsabilidad conjunta desde las instituciones y la sociedad para dejar de normalizar esta violencia y avanzar hacia su erradicación.
Este año el llamado a la acción de la campaña “Únete” y de los 16 días de activismo es a incrementar la inversión para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas. Apenas un 0,2 de la ayuda oficial al desarrollo se destina a la prevención y apenas un 1 % de los presupuestos de los Estados. Sin embargo, la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas es la mejor inversión. No es gastar, es asegurar el futuro.
Con todo este panorama, ¿cómo avanza Colombia en la eliminación de brechas entre géneros y violencias contra las mujeres y las niñas?
Sin duda ha habido avances, y es importante reconocer el camino recorrido para tomar impulso y seguir adelante. Por ejemplo, quiero destacar la reciente creación del Ministerio de la Igualdad y del Viceministerio de las Mujeres, con sus planes concretos para la prevención de la violencia de género, que evidencian la máxima prioridad del Gobierno para avanzar en esta agenda.
En Colombia es muy inspirador contar con un movimiento feminista fuerte y autónomo, que por décadas ha impulsado el cambio de políticas para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, tanto en contextos transnacionales como en la elaboración de políticas nacionales. Por ejemplo, a nivel legislativo, valga recordar que en 2008, más de 12 organizaciones de mujeres promovieron, por primera vez en Colombia, una ley para combatir todos los tipos de violencia contra las mujeres, dando nacimiento a la Ley 1257.
Lea también: Prevenir las violencias contra mujeres y niñas es un asunto colectivo: ONU Mujeres
Asimismo, la incidencia y participación de las organizaciones de mujeres del país fueron factores claves para la adopción de la Política Pública Nacional de Equidad de Género, o la aprobación de la Ley Natalia Ponce de León, por medio de la cual se endurecen las sanciones por ataques de ácido y de la Ley Rosa Elvira Cely, que crea el delito de feminicidio.
Los avances legales y de política pública alcanzados para la prevención, atención y judicialización de la violencia basada en género en Colombia requieren acelerar la implementación. Además, es importante invertir directamente en apoyar a las organizaciones de mujeres que históricamente han estado tan desfinanciadas y que a pesar de ello han conseguido tanto.
¿Qué se debe hacer para frenar las violencias de género contra mujeres y niñas?
Pedir un aumento de las inversiones sostenibles a largo plazo por parte de los Estados, el sector privado, las fundaciones y otros donantes para prevenir la violencia contra las mujeres y fortalecer el movimiento de mujeres, especialmente en los territorios. Invertir en la prevención significa un gran ahorro de fondos públicos y privados en costos de cuidados y atención a víctimas, respuesta policial y legal, y pérdida de productividad.
Además, es importante invertir en educación y formación de las niñas, invertir en la salud sexual y reproductiva de las mujeres y promover que las mujeres tengan autonomía económica, así como que aumenten su acceso a recursos y a empleos dignos, evitando que queden atrapadas en situaciones abusivas y de explotación.
Le puede interesar: “La prevención es la mejor inversión”: Marianick Tremblay sobre violencia de género
¿Cuáles son las apuestas para prevenir estas violencias en Colombia, y esto cómo se vincula con el trabajo de ONU Mujeres?
La apuesta es trabajar de la mano con las mujeres y conseguir el mayor impacto positivo en sus vidas. Por eso nuestro foco principal está cada vez más en los territorios, para estar con las mujeres que más lo necesitan. En ese sentido, hoy ONU Mujeres tiene presencia estable en Cauca, Chocó y Nariño, y proyectos sostenidos en la costa Caribe. La visión es ir hacia una territorialización cada vez mayor, con programas específicos para garantizar la autonomía económica de las mujeres, su empoderamiento político y movilizar su participación. Hay que entender que la violencia de género no podemos abordarla desde un solo ámbito.
Nuestros esfuerzos son complementarios a los que realiza el Gobierno Nacional, a quien acompañamos en sus prioridades, alineadas con la visión del Plan Nacional de Desarrollo, y también apoyamos a los gobiernos territoriales en esta lucha por la prevención de la violencia contra las mujeres.
A nivel práctico y cotidiano, ¿cómo podemos contribuir a la prevención de la violencia basada en género?
Cuando hablamos de violencia de género no hay una sola institución o persona que tenga toda la responsabilidad ni hay nadie que no tenga alguna. Toda la sociedad puede contribuir a la construcción de entornos no violentos, mostrando rechazo a los comportamientos machistas y patriarcales que están en la raíz de la violencia de género.
Recordemos que la violencia comienza en los hogares, con las parejas, en los contextos más íntimos, y es justo en estos donde debemos frenar y rechazar de manera contundente cualquier acto violento contra las mujeres y las niñas. Esto incluye no minimizar ni hacer caso omiso a cualquier situación de violencia. Por eso, y en definitiva, debemos trabajar conjuntamente en crear una sociedad más decente, más justa y más pacífica, que diga ni una menos, basta ya, se acabó.
*Contenido desarrollado en alianza con ONU Mujeres.
El pasado 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, inició la campaña “Únete”, que durante 16 días busca hacer un llamado a las instituciones, organizaciones sociales, Gobierno y población civil a apostarle a la prevención como un camino para frenar estas violencias.
Desde la inversión, la educación y el apoyo a instituciones de mujeres en lo territorial, la representante de ONU Mujeres en Colombia explica las acciones que como sociedad podemos tomar para decirle ¡no más!, a la violencia contra las mujeres y las niñas.
¿Por qué son importantes los 16 días de activismo contra la violencia de género?
La violencia contra las mujeres es la violación de los derechos humanos más extendida y tolerada, y tiene graves consecuencias. En la región esta es la primera causa de muerte para las mujeres de entre 14 y 55 años, por encima de los accidentes de tránsito o el cáncer. En Colombia también las cifras son alarmantes, ya que en lo que va de 2023 más de 300 mujeres han sido asesinadas por el hecho de serlo. Tenemos que decir: “Basta, esto tiene que acabar”. Estas cifras son intolerables. Tenemos una responsabilidad conjunta desde las instituciones y la sociedad para dejar de normalizar esta violencia y avanzar hacia su erradicación.
Este año el llamado a la acción de la campaña “Únete” y de los 16 días de activismo es a incrementar la inversión para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas. Apenas un 0,2 de la ayuda oficial al desarrollo se destina a la prevención y apenas un 1 % de los presupuestos de los Estados. Sin embargo, la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas es la mejor inversión. No es gastar, es asegurar el futuro.
Con todo este panorama, ¿cómo avanza Colombia en la eliminación de brechas entre géneros y violencias contra las mujeres y las niñas?
Sin duda ha habido avances, y es importante reconocer el camino recorrido para tomar impulso y seguir adelante. Por ejemplo, quiero destacar la reciente creación del Ministerio de la Igualdad y del Viceministerio de las Mujeres, con sus planes concretos para la prevención de la violencia de género, que evidencian la máxima prioridad del Gobierno para avanzar en esta agenda.
En Colombia es muy inspirador contar con un movimiento feminista fuerte y autónomo, que por décadas ha impulsado el cambio de políticas para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, tanto en contextos transnacionales como en la elaboración de políticas nacionales. Por ejemplo, a nivel legislativo, valga recordar que en 2008, más de 12 organizaciones de mujeres promovieron, por primera vez en Colombia, una ley para combatir todos los tipos de violencia contra las mujeres, dando nacimiento a la Ley 1257.
Lea también: Prevenir las violencias contra mujeres y niñas es un asunto colectivo: ONU Mujeres
Asimismo, la incidencia y participación de las organizaciones de mujeres del país fueron factores claves para la adopción de la Política Pública Nacional de Equidad de Género, o la aprobación de la Ley Natalia Ponce de León, por medio de la cual se endurecen las sanciones por ataques de ácido y de la Ley Rosa Elvira Cely, que crea el delito de feminicidio.
Los avances legales y de política pública alcanzados para la prevención, atención y judicialización de la violencia basada en género en Colombia requieren acelerar la implementación. Además, es importante invertir directamente en apoyar a las organizaciones de mujeres que históricamente han estado tan desfinanciadas y que a pesar de ello han conseguido tanto.
¿Qué se debe hacer para frenar las violencias de género contra mujeres y niñas?
Pedir un aumento de las inversiones sostenibles a largo plazo por parte de los Estados, el sector privado, las fundaciones y otros donantes para prevenir la violencia contra las mujeres y fortalecer el movimiento de mujeres, especialmente en los territorios. Invertir en la prevención significa un gran ahorro de fondos públicos y privados en costos de cuidados y atención a víctimas, respuesta policial y legal, y pérdida de productividad.
Además, es importante invertir en educación y formación de las niñas, invertir en la salud sexual y reproductiva de las mujeres y promover que las mujeres tengan autonomía económica, así como que aumenten su acceso a recursos y a empleos dignos, evitando que queden atrapadas en situaciones abusivas y de explotación.
Le puede interesar: “La prevención es la mejor inversión”: Marianick Tremblay sobre violencia de género
¿Cuáles son las apuestas para prevenir estas violencias en Colombia, y esto cómo se vincula con el trabajo de ONU Mujeres?
La apuesta es trabajar de la mano con las mujeres y conseguir el mayor impacto positivo en sus vidas. Por eso nuestro foco principal está cada vez más en los territorios, para estar con las mujeres que más lo necesitan. En ese sentido, hoy ONU Mujeres tiene presencia estable en Cauca, Chocó y Nariño, y proyectos sostenidos en la costa Caribe. La visión es ir hacia una territorialización cada vez mayor, con programas específicos para garantizar la autonomía económica de las mujeres, su empoderamiento político y movilizar su participación. Hay que entender que la violencia de género no podemos abordarla desde un solo ámbito.
Nuestros esfuerzos son complementarios a los que realiza el Gobierno Nacional, a quien acompañamos en sus prioridades, alineadas con la visión del Plan Nacional de Desarrollo, y también apoyamos a los gobiernos territoriales en esta lucha por la prevención de la violencia contra las mujeres.
A nivel práctico y cotidiano, ¿cómo podemos contribuir a la prevención de la violencia basada en género?
Cuando hablamos de violencia de género no hay una sola institución o persona que tenga toda la responsabilidad ni hay nadie que no tenga alguna. Toda la sociedad puede contribuir a la construcción de entornos no violentos, mostrando rechazo a los comportamientos machistas y patriarcales que están en la raíz de la violencia de género.
Recordemos que la violencia comienza en los hogares, con las parejas, en los contextos más íntimos, y es justo en estos donde debemos frenar y rechazar de manera contundente cualquier acto violento contra las mujeres y las niñas. Esto incluye no minimizar ni hacer caso omiso a cualquier situación de violencia. Por eso, y en definitiva, debemos trabajar conjuntamente en crear una sociedad más decente, más justa y más pacífica, que diga ni una menos, basta ya, se acabó.
*Contenido desarrollado en alianza con ONU Mujeres.