La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de este año, que se realizará este viernes, tendrá un importante y emotivo cambio. Como es tradición, la delegación de Grecia liderará el desfile, homenajeando el lugar de nacimiento de los juegos. Sin embargo, después de esta delegación ya no irá le seguirá la primera en orden alfabético, sino un equipo nuevo que busca llevar un mensaje de esperanza y dignidad por todo el mundo: el de los refugiados.
Para el Comité Olímpico Internacional, este cambio era una necesidad para visibilizar a las más de 100 millones de personas desplazadas en todo el mundo, en un contexto en el que cada vez más personas tienen que huir de sus hogares. De hecho, como fotografía de la creciente migración en el planeta, este año el Equipo Olímpico de Refugiados destaca por ser el más numeroso en sus tres participaciones en los juegos, con un total de 36 atletas, quienes son originarios de 15 países y participarán en 12 deportes diferentes. Estos son algunas de sus historias.
La jefa del equipo es la ciclista Masomah Ali Zada, quien solicitó asilo en Francia luego de huir de Afganistán en 2016. Ya había huido de su país en 1995, cuando apenas era una bebé. Cuando el talibán fue desterrado del poder en el 2001, su familia volvió a Afganistán. Empezó a montar bicicleta, pero era atacada por hombres que no querían verla practicando deporte, por lo que volvió a salir del país. Ahora vive en Francia, donde puede practicar libremente el ciclismo.
La más joven del equipo es Dorsa Yavarivafa de 20 años. Es jugadora de bádminton y abandonó Irán con su madre a los 14 años. Ahora, estudia ciencias del deporte en la Universidad de Middlesex en Londres, Reino Unido.
La mejor posicionada para aparecer en el podio este año, según expertos, es Cindy Ngamba, una boxeadora de Camerún. Sería la primera deportista en darle una medalla a este equipo. Ngamba huyó de Camerún, ya que este país castiga como un delito penal la homosexualidad.
Una historia que representa muy bien la de millones de personas refugiadas es la de Arab Sibghatullah, quien cruzó desde Afganistán hasta Alemania, donde consiguió asilo, atravesando siete países.
Este año también debutará una nueva categoría: la de breakdance. En esta participará Manizha Talash, quien practicaba esta modalidad de manera clandestina en Afganistán, donde temía ser castigada por lo que hacía.
En el equipo también hay un originario de Venezuela: Edilio Centeno Nieves, quien compite en la modalidad de tiro deportivo y encontró refugió en México, tras huir de su país por la violencia.
La polémica está con Fernando Dayan Jorge Enriquez, originario de Cuba. El Comité Olímpico Cubano exigió esta semana la exclusión del atleta de este equipo de refugiados, asegurando que este decidió migrar por su cuenta y no por ser perseguido políticamente como él asegura. El deportista, quien ya fue campeón olímpico de canotaje en Tokio en 2021, ha dejado varias quejas sobre las políticas del gobierno cubano.
Los países originarios del Equipo Olímpico de Refugiados son: Afganistán, Camerún, Congo, Cuba, Eritrea, Etiopía, Irán, Siria, Sudán y Sudán del Sur.
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