Carla Giraldo
La participación de Carla Giraldo en el reality de cocina ha despertado la curiosidad por parte de los televidentes y usuarios en redes sociales, pues quieren conocer más a profundidad su historia de vida. La actriz obtuvo gran reconocimiento cuando participó en Me llaman Lolita, pero también estuvo en Francisco el matemático, Pobre Pablo, Verano en Venecia, El clon, entre otras grandes producciones.
Te puede interesar: Andrea Valdiri, Jessi Uribe y otras tendencias del entretenimiento en Vea
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppEn redes sociales se hizo viral una entrevista de Carla cuando estuvo en el programa Yo, José Gabriel en el 2005. En la charla, la actriz contó que es adoptada. “Tenía cuatro o cinco horas de nacida. Mi mamá (la que la adoptó) no podía tener hijos y la única solución era adoptar. Mi tía (hermana de su mamá) es monja y trabajaba en un convento en Medellín. Ella conoció una niña que tenía entre 17 y 18 años que estaba esperando un bebé. Mi mamá decidió hacer todo el papeleo y obtuvieron mi custodia”, le contó la actriz al conductor del programa.
Puedes leer: ¿Quién es el esposo de Carla Giraldo, participante de MasterChef Celebrity?
También, Carla contó que durante un tiempo no tuvo una buena relación con sus padres adoptivos y en su etapa de adolescencia fue muy rebelde, lo que complicaba las cosas en su casa, por eso, decidió irse a sus 14 años.
“Estaba pasando por una edad difícil, con el mundo de la televisión encima. Tenía muchos problemas con mi familia. No me la llevaba con mi mamá, no hacía mucho caso. Vivía donde cayera. Con una amiga, donde la amiga de mi amiga, en unas escaleras, pasar la noche hablando para que se pase el tiempo”, recordó la actriz antioqueña, quien pasó un tiempo en un hogar de bienestar.
Puedes leer: ¿Impaciente e impulsiva? Laura Acuña de La Voz Kids revela secretos de su vida
Sin embargo, Carla Giraldo, que con los años fue ganando más reconocimiento, pudo reflexionar al respecto y entender que sus padres querían siempre lo mejor para ella: “Haber tratado tan mal a mis papás, ese fue el pecado más grande que he cometido y todavía estoy pagando por eso. No los traté mal de pegarles, sino de hablar tan mal de ellos porque han sido unas personas maravillosas y me han brindado el apoyo de cerca o de lejos, pero siempre han estado ahí”.
Finalmente, dijo que la relación con sus padres era cordial pero no la más cercana, y que eso no quitaba el agradecimiento que sentía con ellos.