Vicente Fernández se distinguía por su amor a la familia, a la profesión y al campo. En su rancho disfrutó de los mejores momentos.
Vicente Fernández, el ídolo de la música que falleció el 12 de diciembre, fue uno de los intérpretes más grandes de todos los tiempos, pero no sólo dedicó su tiempo a la música, también creó 88 marcas y 25 empresas, que iban, según Forbes, desde el tequila, el aguacate, los perfumes, la tecnología, los negocios inmobiliarios y la organización de eventos especiales. Así mismo, el orgulloso esposo, padre, abuelo y bisabuelo disfrutó de su familia y de la vida en su rancho, Los tres potrillos, donde habitualmente salía a recibir a sus fanáticos y posaba feliz en sus fotos con ellos. Precisamente en ese lugar, tan querido para el Charro de Huentitán, se dedicó a la cría y venta de caballos miniatura. Los ejemplares, que pueden costar entre 30 mil pesos mexicanos, aproximadamente 1462 dólares y 45 mil pesos mexicanos, 2193 dólares, miden entre 86 y 90 centímetros, aunque Raymundo Ibarra, ahijado de don Vicente, declaró hace unos años, al programa Ranchos de hoy, que podían llegar a 1.20 centímetros. En esa entrevista, Ibarra también declaró, " mi padrino tiene a los más finos”, y añadió que el artista se dedicaba a este negocio hacía más de 30 años. Eran tan apetecidos, que los compradores debían aguardar su turno en una lista de espera muy extensa. Todos querían tener un caballo miniatura de Los tres potrillos, pues eran únicos y perfectos para los niños.
Regalo especial
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppVicente Fernández acostumbraba a regalar algunos de estos caballos, que no son ponys, a algunos de sus allegados, entre ellos a las cantantes Alejandra Guzmán y Ángela Aguilar, hija de Pepe Aguilar, quien llamó al suyo ´Speedy´. Otros famosos, aunque halagados con el presente de intérprete de Mujeres divinas, decidieron no aceptarlo, como es el caso de Yuri, quien declinó el ofrecimiento por no tener las condiciones adecuadas para cuidarlo. Lo mismo pasó con Pedro Solá, pues el conductor de televisión vivía en esos momentos en un apartamento y no podía tenerlo en las condiciones adecuadas.