Guy Ecker es actualmente un hombre de familia. Con cuatro hijos, tres de los cuales son varones y un matrimonio de más de dos décadas con Stella Sainz, a quien conoció en Colombia, es un actor muy estable emocionalmente y siempre vigente en la actuación, carrera que ha solidificado desde México país al que se fue a vivir hace también casi 20 años.
Sin embargo, hubo un periodo especialmente difícil para el protagonista de la versión original de Café con aroma de mujer y no tuvo que ver con su carrera artística ni con su vida sentimental. Fue la salud de uno de los hijos la que preocupó al actor nacido en Brasil, hoy de 63 años. El inconveniente de salud no fue menor, al contrario, fue urgente y delicado e incluso llegó a cirugía.
Sigue a la Revista Vea en WhatsApp¿QUÉ TRASTORNO SUFRIÓ LA HIJA DE GUY ECKER?
Se trató de un trastorno intestinal extraño que sufrió su única hija Sofía, quien hoy cuenta con 19 años.
“Desde que mi hija Sofía tenía cinco años empezó a mostrar graves problemas de salud, tenía vómitos contínuos hasta por ocho horas, mareos y fiebres. Nos asustábamos porque tenía estos trastornos unas cuatro veces al año y lo peor es que no sabíamos con exactitud de qué se trataba, pues, aunque visitamos varios doctores a lo largo de cinco años, cada uno nos daba un diagnóstico diferente”, declaró el actor de padres estadounidenses en una entrevista hace ya una década al diario basta.
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En aquella oportunidad indicó además que ni él ni su esposa sabían qué hacer porque fueron varios los expertos en gastroenterología que visitaron en busca de respuestas, pero ninguno atinaba a la complicación que tenía la pequeña Sofía, nacida en 2003. “Visitamos varios gastroenterólogos quienes nos decían una cosa, pero la verdad no veíamos una solución real; también consultamos a neurólogos que nos decían que se trataba de migrañas estomacales, de hecho ya íbamos a empezar un tratamiento cuando se atravesó esta emergencia y el doctor Raúl Ceijas nos inspiró confianza desde el principio, pues nos explicó con claridad lo que generaba el problema, así como la solución que daría fin a los problemas de mi hija y decidimos ponerla en sus manos para que le practicaran una cirugía robótica”, reveló en aquel tiempo dándole el crédito al doctor que finalmente dio el diagnóstico real.
La intervención se realizó en una clínica de Los Ángeles, en Estados Unidos y desde entonces, la hija de Ecker tiene una salud envidiable.