Cuando a los 9 años, Freddy Ordoñez comenzó a trabajar en televisión encarnando a Negativo, el pequeño de Don Chinche, su hermano menor Jairo, solo tenía 2 años, así que le es difícil recordar con claridad esa experiencia. No obstante, Freddy, que desde antes de esa comedia estudiaba en la Escuela Distrital de Teatro Luis Enrique Osorio y en la academia de Ramiro Corzo, siguió trabajando en televisión y teatro cada vez que lo llamaban.
Por aquel entonces, ya ganaba dinero que su abuela dejaba en una cuenta de ahorros para los gastos del pequeño. Más tarde, a los 9 años Jairo vio a Freddy en una de esas presentaciones y quedó tan cautivado que se animó a seguirle los pasos y se unió al grupo de teatro Tespis, de Carlos Gutiérrez. Aunque sus padres no aprobaban del todo su elección, respetaron su talento y dejaron que lo desarrollaran. Tanto Freddy como Jairo, conscientes de que en su hogar había necesidades económicas, apoyaron su casa desde que empezaron a trabajar.
Sigue a la Revista Vea en WhatsApp“Nos daban la educación que era lo más importante, pero había otros aspectos en los que colaborábamos”, cuenta Jairo, quien agrega que “entraban a cuanto grupo, compañía y luego festival de teatro aparecía”.
Al salir del colegio, Freddy se convirtió en el mejor bachiller del país con notas altas, y por ello, en casa pensaron que sería arquitecto o abogado. “No les gustó para nada cuando decidí que quería seguir estudiando actuación profesionalmente, porque cometí el error de ser el mejor alumno jaja”, dice Freddy, quien defendió su vocación. Cuando Jairo, unos años más tarde se graduó y quiso hacer lo mismo, “ellos ya habían entendido que ese era nuestro destino y proceso”, comenta el menor de los Ordoñez. Décimo grado y Padres e hijos fueron sus primeros roles en televisión. Para entonces, los hermanos pasaban sus días entre ensayos, grabaciones y clases de una misma profesión. Los dos eran el sustento de casa.
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Una de cal y otra de ...
Así es como este par de hermanos se labró individualmente, pero siempre con un apoyo mutuo en los tiempos difíciles. “La época del apagón en el gobierno de César Gaviria fue difícil, pero no tanto como la pandemia que empezó en el 2020.
Duramos año y medio parados completamente”, comenta Freddy. “Aguantando. Yo había comprado un carro y tenía listo el proyecto de La Nena, con Dago García, pero por pandemia se paró. Fue muy complicado. Aguantamos”, dice Jairo que poco a poco ha ido recuperándose.
Los Ordoñez, que habían compartido set en la versión colombiana de Nip tuck, representando al mismo personaje, uno antes de cirugía y otro después, supieron que era momento de echar mano al apoyo familiar. Curiosamente, antes de la emergencia, habían estado en Loquito por ti. Freddy fue un sacerdote y Jairo un preso.
En pandemia decidieron una vez más apoyarse y trabajar en algo juntos. “Nosotros, en épocas difíciles, siempre nos rebuscamos en lo que sabemos hacer. Dictamos clase, hacemos teatro, lo que sea y esta vez surgió La separación”. Se trata de una serie web creada por Lilo Vilaplana y escrita por Héctor Rodríguez, que grabaron en el encierro, aprovechando que además eran vecinos. El tiempo preocupó, sin duda. Freddy con dos hijos y Jairo con tres se enfocaron en sembrar el nuevo proyecto y esperar nuevos llamados. Esta vez se llamó Arelys Henao, canto para no llorar.
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