El pasado sábado surgieron los primeros rumores sobre la muerte de Egidio Cuadrado; sin embargo, la Clínica Colombia en Bogotá aseguró que el artista vallenato continuaba delicado de salud en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Después de varios días de lucha, el acordeonero de Carlos Vives falleció en horas de la mañana de este lunes 21 de octubre a causa de una pulmonía.
Sigue a la Revista Vea en WhatsApp“Con profundo dolor, la Clínica Universitaria Colombia, se permite informar a la opinión pública que ha fallecido en nuestra institución el artista vallenato Egidio Cuadrado. Todos y cada uno de sus profesionales, nos unimos al dolor que embarga a los colombianos por la pérdida de este gran músico que dedicó su vida a la difusión y conservación del vallenato, llevando la música de la región Caribe a escenarios nacionales e internacionales. Su legado permanecerá en la memoria de todos aquellos que disfrutaron y admiraron su talento”, se lee en el comunicado emitido por el centro médico.
Carlos Vives recuerda a Egidio Cuadrado
En entrevista con Vea, Carlos Vives, uno de los grandes amigos del acordeonero, con quien compartió en La Provincia, se refirió al legado que dejó Egidio y algunas anécdotas que compartió con él.
Asimismo, en diálogo con Blu Radio, el intérprete de Cuando nos volvamos a encontrar, reveló algunos detalles de cómo fueron los últimos días de su amigo y “compadre”, como él lo llamaba.
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De acuerdo con lo que dijo, él notó que su actitud ya no era la misma. En el fondo, Vives sintió que algo malo pasaría con Egidio. “Lo vi hace solo unos días aquí en Bogotá y me di cuenta que ya se nos estaba yendo el viejo, porque lo vi muy acabadito y yo sabía que no había nada más que hacer”, contó.
¿Cómo fueron los últimos días de Egidio Cuadrado en la clínica?
Cuando internaron a Egidio, Vives lo visitó en la clínica. “Él siempre mantuvo la esperanza de recuperarse. Antes de ingresar a la Clínica Colombia, se puso muy mal. Su esposa, Fanny, le preguntó: ‘¿Vamos a llevar algo de la casa?’ Y él le respondió: ‘No te preocupes, yo regreso’”, contó.
De igual manera, el samario reconoció que, físicamente, Cuadrado no estaba en sus mejores condiciones. “Se envejeció de la noche a la mañana. Cuando lo visité yo sentí que no me oía. Sentí que ya no estaba por ahí. Después me decían que había abierto los ojos, pero yo sabía que mi compadrito no tenía vuelta atrás”, afirmó.