CECILIA NAVIA - “Tenía una enfermedad llamada obesidad, porque tenía 27 kilos de sobrepeso y estaba en el grado uno, tocando el piso del segundo”.
Los seguidores de Chichila Navia, no se cansan de preguntarle por secretos o recomendaciones para bajar de peso, así como ella lo hizo. Y es que, sin buscarlo, la actriz se ha vuelto una inspiración para que otras personas alcancen su peso saludable. Para ella fue fundamental entender que la obesidad es una enfermedad, no un asunto de estética. “Desde niña tuve sobrepeso, pero normal, no era una enfermedad grave, eran 8 o 10 kilos más, pero ocurrió que, a mis 30 años, después de tener a Matías, mi primer hijo, ese sobrepreso se volvió obesidad. Fui a la nutricionista, y cuando me midió, me pesó y me hizo todo lo que tenía que hacerme, me dijo que tenía una enfermedad llamada obesidad, porque tenía 27 kilos de sobrepeso y estaba en el grado uno, tocando el piso del segundo porque había abusado y comido como descosida en el embarazo”. El proceso, como ella lo llama, porque no ocurrió de un momento a otro, ha implicado cambios radicales incluso de pensamiento. “Fui bajando de a poco, de la mano de la nutricionista, y recuperé mi talla de peso. Ahí fue donde llegué a la especialista que ha sido mi doctora desde entonces. Ella me cambió el chip”. La profesional la convenció de que esos kilos a los que se había acostumbrado podría eliminarlos e incluso ser delgada. “Me dijo, ‘puedes llegar incluso a ser fit, si te lo propones’”.
Reconciliándose con la comida
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppDisfrutar del proceso ha sido clave y saludable, por eso no recomienda las dietas sufridas o los regímenes extremos, al contrario, sugiere reconciliarse con los alimentos, como ella lo hizo. “El método que maneja mi médica trabaja con la reprogramación cerebral. Se basa en lo neurológico. Ella dice que hay que reprogramar todo desde la emoción y bajar los niveles de cortisol. Uno no entra en una dieta matándose de hambre, come tres veces al día, cosas divinas, porque también te habla de la importancia de los colores en los alimentos. Desde ahí empiezas a reconciliarte con el alimento. Yo desistí de pelear con la comida, dejé de sufrir y sentirme culpable. No vivo a dieta ni en un régimen, como saludablemente”.
La clave: el especialista
La recomendación principal de Chichila es hacer el proceso con el acompañamiento de un experto, porque como toda enfermedad, lo ideal no es automedicarse o recetarse, sino cambiar los viejos pensamientos de que ser gordo es algo natural, e incluso luchar contra el cuerpo mismo, que a veces puede acomodarse al sobrepeso. “Siguiendo un método saludable, y de la mano de un especialista, no me tuve que hacer bypass, ni cirugía. No vivo a régimen, como bien y me alimento”.
Hoy en día va al médico a hacerse los exámenes anuales y siempre salen bien. “No tengo problemas de triglicéridos ni de colesterol. Me siento más flexible y mejor que cuando tenía 24 años”. Es consciente de que en el proceso existen momentos de dificultad, pero también que hay cómo mitigarlos. “Si se presenta ansiedad, por ejemplo, respirar, colorear, pintar mandalas o tomar una aromática sin azúcar puede cambiar la emoción. No existen pastillas mágicas”.
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