Junto a la historia de Ingrid Karina, la exmodelo colombiana que se encuentra en rehabilitación después de ser rescatada de las calles, existen varias historias impactantes de varias consentidas del lente y las pasarelas que también enfrentaron el tortuoso camino de las adicciones. Estas son sus historias.
Loni Willison, deambulando por California
Loni Willison y Jeremy Jackson, actor de 'Guardianes de la Bahía', estuvieron casados durante dos años. Después de la separación, la ex modelo se sumió en las drogas.
La vida de la modelo californiana Loni Willison es muy distinta a la proyectaba cuando era una consentida modelo de portadas. Su futuro era prometedor, no en vano saltó del consultorio de un cirujano plástico a las portadas de revistas. La consumada modelo fit completó su sueño cuando se casó en 2012 con Jeremy Jackson, recordado por su papel de Hobie Buchannon, el hijo de Mitch (David Hasselhoff) en Guardianes de la bahía, un actor tristemente célebre por sus problemas con drogas y violencia. Todo desaparecía cuando la modelo y el actor estaban en público, pues en cada evento se veían simplemente felices. Después de dos años, el matrimonio terminó y salieron a la luz las acusaciones de maltrato por parte del artista. Loni reveló que le rompió varias costillas e intentó estrangularla. Esta serie de situaciones hicieron mella en Willison, quien se quedó sin trabajo, sin dinero y con muchos traumas. Se dice que, en esta época, la californiana, desorientada y ansiosa, comenzó el consumo de anfetaminas y de alcohol y terminó viviendo en la calle. Los medios, acostumbrados a sus glamorosas apariciones, se sorprendieron al ver una mujer extremadamente delgada, golpeada, con el cabello raído y sin algunos dientes, mientras deambulaba por Venice, en California. La otrora ‘chica de poster’ arrastraba consigo un carrito de supermercado con sus pertenencias y declaraba que tenía que necesitaba: comida que encontraba en contenedores y dinero que recibía de la gente. La calle se convirtió en su hogar desde 2016, cuando la desalojaron de su apartamento, pues Loni, que en esa época declaró que no se bañaba para evitar ser agredida por los hombres, no tenía dinero para pagar el alquiler y estaba sumida en las drogas.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppKate Moss, historia de amores y excesos
Katherine Ann Moss ingresó al mundo del modelaje siendo una adolescente. Su belleza y su figura hicieron que un cazatalentos se fijara en ella en un aeropuerto, cuando llegaba de disfrutar unas vacaciones. Tenía 14 años, y sin pensarlo, se convirtió en el símbolo de una generación luego de aparecer en los anuncios de Calvin Klein. Kate Moss, que ingresó al grupo de las top models, al lado Cindy Crawford, Naomi Campbell, Elle Mcpherson y Claudia Schiffer, estuvo rodeada de polémicas del principio de su carrera.
La presión y la soledad la volvieron una jovencita inestable, que en 1998 estuvo por primera vez en rehabilitación, y aunque en ese momento la versión oficial fue que su ingreso se produjo por agotamiento, algunas declaraciones posteriores de Moss dieron a entender que el ingreso se dio por sus adicciones al alcohol y las drogas. Al parecer, en esa época, el amor y los excesos iban de la mano. Su romance con Johnny Deep, que se dio en dos etapas, en 1993 y 1997, ocupó titulares de prensa. El actor de 30 años y la modelo de 19, eran famosos por sus demostraciones de amor, sus peleas y sus fiestas con alcohol y sustancias, al punto que les prohibieron la entrada a muchos lugares por cuenta de sus escándalos. Contradictoriamente, Kate se sentía segura con el actor de Donnie Brasco pues la protegía y la escuchaba, precisamente por eso, la finalización de su romance, en el que también existieron situaciones tensas, fue dolorosa. Al ex de Winona Ryder le siguieron otros amores: el rockero Anthony Langdon, el editor Jefferson Hack, padre de su hija Lila Grace, nacida en 2002, y el actor Daniel Craig también fueron parte de sus noticias en la prensa. La vida alocada de Kate Moss se aceleró cuando cumplió 30, cuando, en el 2005, después de un intento fallido de reconciliación con el padre de su hija, apareció Pete Doherty. El músico inglés era famoso por su talento, pero también porque bebía mucho y usaba heroína. Ese año, en septiembre, la portada del Daily Mirror significó un duro golpe para la modelo londinense, que, aunque indisciplinada, era imagen de grandes marcas. En la primera página del mencionado tabloide se veía a Kate drogándose en un estudio de grabación. Casas como Channel y Burberry le retiraron su apoyo y al dejar de ser su imagen, afectaron de manera profunda sus finanzas. Moss no solo tuvo que pedir disculpas públicamente, sino que hizo un nuevo ingreso a rehabilitación en un centro de Arizona. Después de la caída, y gracias al apoyo de amigos como John Galiano y Alexander McQueen, se repuso del golpe profesional y económico. La maternidad también hizo la obra en su vida, pues no quería que Lila Grace, su hija, tuviera ese ejemplo en su vida. Dos años después de aquella publicación terminó su relación con Doherty, se enamoró del músico Jamie Hince, se casó con él en 2011 y se divorció en 2016. Kate Moss, quien el 16 de enero cumplió 50 años, no bebe desde 2017, lleva una vida saludable y fundó una compañía de cuidado corporal.
Cara Delevigne, de fiesta para olvidar
Cara Jocelyn Delevigne, modelo y actriz londinense, parecía tenerlo todo, pero todos sus conflictos y miedos salieron a flote en el 2022, cuando unas fotos suyas dieron la vuelta al mundo. Su imagen distaba mucho de la glamurosa protagonista de pasarelas de Óscar de La Renta, Moschino o Bulberry, pues se veía nerviosa, ojerosa, desarreglada, hablando por teléfono. Ese momento se convirtió en el definitivo para tomar conciencia y aceptar ayuda. Su historia de adicciones comenzó en su niñez, pues su mamá, Pandora Anne Delevigne, una mujer de la alta sociedad londinense, consumía heroína. Cara, quien a los 8 años se embriagó por primera vez, en una fiesta familiar e hizo su primer anuncio publicitario a los 10, comenzó a consumir pastillas para el insomnio y también le recetaron antidepresivos. En la adolescencia, la fiesta, el licor y las drogas se volvieron su salida para olvidar la realidad y vivir en otra, como se lo reveló a Vogue en el 2023.
Una serie de sucesos en su vida la mantuvieron entre la depresión y las fiestas, que eran su escape: la pandemia, la ruptura con su novia Ashley Benson, la falta de oportunidades laborales y la muerte de Jane Sheffield, su abuela, hicieron que tomará el camino hacia la destrucción: “Me puse en peligro en esos momentos porque no me importaba mi vida”, le dijo a la publicación citada.
En esa época, las intervenciones no tuvieron los frutos deseados, pero luego de la aparición de las fotografías mencionadas al inicio de este relato, un grupo de amigos de infancia logró que Cara admitiera ayuda. “No estás solo. Si yo pude hacerlo, cualquiera puede. Pero hay que comunicarse y ser honesto, especialmente con uno mismo”, le dijo a Variety el año pasado al recordar su experiencia. La también actriz de producciones como Ciudades de papel y Suicide Squad, admitió, en una charla con Elle UK, que el proceso “no ha sido fácil, pero nunca ha habido momentos en los que haya pensado: ‘Esto no vale la pena’”.
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Suzy Pérez, atrapada en las calles
En el 2000, Suzy Pérez era bailarina de Jennifer López, había aparecido en uno de sus videos y colaboraba también con artistas como Daddy Yankee. La mujer, de ascendencia dominicana y puertorriqueña, también se había destacado como protagonista de varias portadas. La suerte le sonreía y buscando una oportunidad, firmó con una agencia de modelos italiana, pero se encontró en medio de una red de prostitución. Vivió un infierno, escapó, pero quedó atrapada en las drogas. De ella no se había vuelto a saber nada, hasta que la periodista Gelena Solano la encontró, en el 2019, en Nueva York. Vivía y dormía en la calle, comía lo que encontraba en los depósitos de basura y recibía ayuda de los transeúntes del Alto Manhattan. La otrora modelo, casi en los huesos, con signos de golpes y mordeduras de ratones, le contó su historia a la reportera de El Gordo y La Flaca. “A mí me dieron una golpeada que me dieron por muerta, quedé inválida y perdí tres trabajos. Me tiraron por 21 escalones una vez, me mataron a golpes más de cinco hombres a la vez, me violaron”, le relató a la comunicadora. Pérez, quien le dijo que apenas reunía dinero para consumir cocaína, no terminó la entrevista porque estaba desesperada por drogarse. A partir de ese momento intentaron muchas veces que se rehabilitara, propiciaron su encuentro con Jehew Savion Green, su hijo, de quien perdió la custodia causa de la drogadicción, pero los esfuerzos no dieron los frutos deseados: Suzy Pérez se resistió al proceso.