Juan Manuel Restrepo, el actor que vimos como Charlie en La reina del Flow y luego como Erik, y que ahora es León uno de los hijos de Norma y Juan Reyes en Pasión de Gavilanes, ha logrado en los últimos años ascender en su carrera actoral demostrando versatilidad en los personajes que ha interpretado y que definitivamente, no es solo un rostro bonito en pantalla.
Juan Manuel quien saltó a la popularidad en La reina del Flow luego, estuvo en Un bandido honrado, Los Biceño, Primate y Noticia de un secuestro, entre otros.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppAhora que es uno de los estelares de Pasión de gavilanes y busca abrirse paso en su faceta musical, no pasa desapercibido en la calle y es inevitable no pensar en los inicios de este talento, que en una entrevista pasada le confesó a Vea que llegó a dudar de su talento.
JUAN MANUEL RESTREPO
En esa charla también habló de difíciles pruebas personales que debió sortear justo cuando el panorama artístico se le abría. Y es que Juan manuel tras vivir una situación económica holgada y en tranquilidad, se enfrentó a dos malas noticias: la ruina financiera y el cáncer que llegaron a su familia. Las dos experiencias antes que derrotarlo lo convirtieron en alguien totalmente distinto a lo que era.
Juan Manuel Restrepo, de modelo a actor
Juan Manuel había sido modelo de comerciales a los que había llegado casi que por casualidad y los que hacía porque era una posibilidad de entrada económica para pagar sus estudios universitarios en Bogotá. En realidad, ser actor no estaba en sus planes y más después de una serie de experiencias que había vivido en su natal Medellín y que lo tenían enfocado en sus prioridades y dedicado a sacar sus metas adelante. Una de ellas graduarse de Administración de negocios y dejando de lado cualquier distracción.
También te puede interesar: ¿Qué le pasó a Juan Alfonso baptista? Así fue la parálisis que le cambió la vida
“Toda la vida he sentido inclinación artística hace poco le empecé a potencializar, en realidad no creía que yo tuviera un talento. Hay una presión social cultural fuerte y es que lo académico e intelectual debe forjar una persona en una sociedad y estoy de acuerdo con eso, pero tenía un gusto por la música, los sonidos, los ritmos y tengo facilidad para facilidad. En mi vida he tenido épocas”, mencionó dejando claro que la música es una gran pasión.
“Tuve una (época) en la que cantaba, hacía ruidos con la boca, otra en la que fui un nerd de computador y pasaba 18 horas frente a la pantalla. Me gustaba la tecnología, aprendí a hacer páginas web, cómo programar, cómo hackear. Era un niño raro, además crecí físicamente rápido y me sentía raro, me juntaba con mayores, me gustaba tomar tinto, era como un alma vieja, pero siempre divirtiéndome sanamente. Era hiperactivo, fui scout más de 4 años, en el colegio estuve en teakondo y tuve la oportunidad de representar a Envigado, también fui jugador de baloncesto y volibol y me invitaron a la Liga de Antioquia y la idea era optar para una beca en el extranjero para estudiar y jugar posiblemente en Argentina”.
Aquí puedes leer también: ¿Quién es el esposo de Betty la fea? Estos son los amores de Ana María Orozco
Los tiempos difíciles de Juan Manuel Restrepo
Sin embargo, los planes cambiaron ante una noticia: la quiebra económica de su padre, arquitecto y su madre, una mujer dedicada a los negocios de peluquería. “Esa situación me hizo reflexionar un poco. Dejé de pensar en fiestas, en que era hora de dejar de rodearme de grupos sociales que no servían y decidí metérsela toda al conocimiento y a relacionarme con personas mejores que yo”. Y es que, aunque Juan vivía en ambiente sano, también había mucho tiempo para el ocio y en vista de las nuevas necesidades optó por ser parte de la solución. “Empecé a buscar recursos trabajé vendiendo. Vendí ropa, calzado femenino, descargué bultos de jabones, me gustaba la plata nunca nos faltó nada, aunque hubo vacas flacas. Me di cuenta de que podía vender. Vendía en el colegio aretas, mecato, relojes, me iba bien, tenía buen verbo. Me ayudó mucho Y empecé a tener plata en el bolsillo”.
La otra mala noticia que llegó por esta época fue el cáncer que atacó a su madre. “Recuerdo que un día llegué del colegio y me dijo que me tenía que contar algo y pues acompañada de su gracia y buen humor me dijo tengo una enfermedad, no es virgo, no es sagitario, es cáncer. No sabía qué decir, solo la abracé y ella comenzó su quimioterapia”.
Como si la tragedia lo impulsara ese año no solo se convirtió en el personero de su colegio, sino que se animó a proyectos paralelos. “Estudié programación en software y seguí en deportes. Para estudiar programación tomaba tres buses los fines de semana, entre semana estudiaba en el colegio. Luego empecé un proyecto de investigación que me forjó como investigador. Era de movilidad y le permitía a la ciudad interconectar sistemas transporte público del Valle de Aburrá. No creían en mí en el colegio, pero no desistí y me presenté en la feria del colegio, gané y fui a nivel departamental y obtuve la posibilidad de ir a la feria del parque explora con EPM y varias entidades de Antioquia”. El trabajo del actor se destacó como el tercer mejor proyecto de investigación y quedó vinculado a la red jóvenes Explora de investigadores y “la posibilidad de representar a Colombia en una feria en Estados Unidos. Fue un año de mucho aprendizaje, estaba feliz con la tecnología y me gradué en el colegio con honores y obtuve una beca para seguir preparándome en esa área. Los que no creían en mi celebraron conmigo”. La mejor noticia llegó después cuando su madre se curó. “Había hecho metástasis y le quitaron el seno, pero hubo un milagro y se curó”.
A Bogotá, el actor nacido el 27 de septiembre del 97, (acaba de cumplir 26 años) llegó decidido a abandonar la ciudad solo tras graduarse como Administrador de negocios y con la intención de seguir trabajando. Ahí surgieron sus contratos para comerciales y lo vimos en anuncios de Aloha mix, Bom bom bum, movistar, chevyplan y jet cream, por mencionar algunos. Estando justamente en esas, su anterior manager lo vio y le dijo que podría tener futuro en la actuación. Estuvo opcionado para Paraíso travel y para El Bronx, pero las circunstancias no se dieron, aunque admite que se alcanzó a ilusionar. Luego cuando llegó la oportunidad de audicionar para La reina del flow ya Juan Manuel no estaba interesado. Tenía en su mente regresar a Medellín y seguir en su carrera de manera semipresencial y sin mucho entusiasmo, más por complacer a la manager, realizó las pruebas y poco a poco entró en el difícil proceso. Finalmente recibió la noticia de que estaba en el elenco estando en su natal Medellín. Ahí cambió su vida, de nuevo a Bogotá y tras grabar cinco episodios como Charlie y creer que ahí terminaría su trabajo lo llamaron para que fuera Erik, el hijo de este. Se dio cuenta de que hay talento y por eso ahora aparte de seguir firme en su meta de convertirse en administrador de negocios incluyó una nueva meta: la actuación. Hasta ahora ha procurado cumplirla a cabalidad.