Marcelo Cezán es una figura de la pantalla colombiana a la que los televidentes han visto en distintas facetas. Comenzó como cantante en los 90, se convirtió en la estrella pop del momento y ostentaba un jugoso contrato con la disquera Sony Music. Luego, debutó como actor. La maldición del paraíso y Solo una mujer lo consolidaron como galán. Con el tiempo se animó a interpretar papeles más relajados, pero igualmente exitosos como el estelar de ‘Me llaman Lolita’ y ‘Cartas de amor’.
Sin duda, vivió y disfrutó de la gloria de la pantalla. Sin embargo, él mismo ha revelado en varias entrevistas, una de ellas a Revista Vea que luego vino un tiempo difícil porque no fue organizado en sus finanzas, se dedicó a los excesos y llegó una quiebra económica y también un momento de depresión. Cezán también se ha referido a que poco a poco, logró salir de ese hueco profundo, gracias a que renovó su fe y se acercó al mundo espiritual, que paradójicamente en el pasado criticó y hasta rechazó.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppHoy Marcelo, conductor de Bravísimo es un hombre de familia, padre y casado con la actriz y cantante Michelle Gutty.
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En una charla que tuvo con el periodista José Fernando Patiño en ‘Sin reservas’ volvió a reflexionar sobre su pasado. Esta vez recordó su niñez y la manera en que su padre le inculcó el deporte, en especial el fútbol y el tenis y cuando lo interrogó el periodista sobre los recuerdos de aquella época mencionó que le llegaban pensamientos referidos a las canchas en las que jugó:”oliendo a sudor, oliendo a arcilla… el amor por el futbol y el tennis que fue la gran herencia de mi papá”. Recordó que su papá lo llevaba al club Campestre de Palmira a practicar. “(Hubo) mucho deporte y al arte también, pero no tan consciente. He descubierto fotos mías tocando tiple en la tuna del colegio, en el coro”.
Marcelo Cezán vivió como ‘hijo de papi’ en su niñez
También se refirió a que creció en Palmira, donde disfrutó de jugar en la calle de su barrio. “Tuve la ventaja de vivir en una calle cerrada” y allí disfrutaba sanamente con sus amigos de barriada. “Jugar fútbol en la calle te cambia la vida”.
Admitió que creció en provincia, pero rodeado de comodidades. “Hijo de papi, Nací en un hogar acomodado, no lo decidí, después tuvimos una ruina tremenda y me tocó rebuscarme la vida… (teníamos) carro para el papá, carro para la mamá, camioneta para la finca, finca, v apartamento en Santa Marta y socios del club, pero después estando muy joven, mi papá tiene un fracaso económico...le toca huir del país y (a mí) me toca buscarme la vida a los 19 años…”, recordó el presentador de CityTv que contó que la huida de su padre se dio por un tercero que lo involucró en una trampa.
El papá de Marcelo Cezán fue víctima de una trampa, según el actor
“Él fue trampeado en una empresa estatal por alguien muy avivato y él quedó en medio de la trampa y le toca salir corriendo, huir del país, irse al exilio con mi mamá...nosotros (los hijos) nos quedamos en Colombia; yo intento a ir a ese país, a Venezuela, pero se me cierran las puertas y me toca devolverme con mis maletas a Cali...corría el verano del 87, tenía yo 20 años y me toca buscarme la vida”, mencionó Cezán, cuyo nombre de pila es Édgar Gómez.
El padre del presentador murió en marzo pasado
“Mi primer trabajo formal de la vida fue chofer de un arquitecto; yo lo había conocido en Palmira, lo llamo le digo: ‘no pude entrar a Venezuela y que necesito comer’…”. Marcelo comenzó a vivir de su sustento y a aprender del trabajo a raíz de esta experiencia. “Él no me pagaba, me daba habitación, comida, le quitó el calentador al agua, (pero) me formó, empieza a formarse ante la ausencia de mi padre obligada”. El presentador mencionó que allí fue cuando cambió para siempre. Luego comenzaría una carrera artística que años después lo llevó a ser estrella de la canción.