Tras el fallecimiento de su esposa la humorista de 61 años ‘La Gorda’ Fabiola Posada, su esposo, Nelson Polanía, conocido como ‘Polilla’ regresó a su trabajo este jueves 3 de octubre. El también comediante expresó su agradecimiento en un mensaje, al tiempo que indicó que todo le recuerda al amor de su vida, con quien estuvo por 27 años.
Polanía, quien además de ser parte del elenco de ‘Sábados felices’ el programa donde se conoció con su fallecida esposa, también es parte del equipo del programa ‘La luciérnaga’ de Caracol Radio. Allí acompaña a diario a los oyentes con sus ocurrencias. No obstante, había permanecido fuera de los micrófonos por los últimos días.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppEl bogotano concedió una entrevista este viernes 4 a Gustavo Gómez de la cadena básica de Caracol y allí habló de algunos aspectos de su esposa, lo agradecido que está al ver el cariño de la gente y la manera como recuerdan a Posada.
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Adicionalmente habló de lo último que le dijo a su esposa, antes de su fallecimiento, cuando ya estaba en el hospital.
¿Qué le dijo Polilla a ‘La Gorda’ Fabiola el día en que murió?
“Yo estaba ahí y yo sabía que ella estaba en esa pelea de irse o quedarse, pero ella siempre me decía que ella se sentía una paz impresionante que le daban ganas de quedarse, entonces lo único que le decía era que la amaba, en todo lo que habíamos hecho y que yo la estaba esperando acá”, mencionó Polanía sobre ese momento.
Otra de las narraciones que hizo tuvo que ver con las manifestaciones que su esposa ha tenido en casa tras su muerte. Una se evidenció con una planta, que le habían regalado a ‘La Gorda’ días antes de su partida y otra, con la reacción de su perrita el último día del novenario.
‘La Gorda’ Fabiola se ha manifestado en su casa recientemente
“Días antes del fallecimiento le habían regalado un bonsái y estaba hermoso, estaba lindo, tenía unas hojas fucsias, divinas. El día de su fallecimiento, llegué a la casa, tipo 5 de la tarde, y todas las hojas se habían caído. Llegué, abrí y lo primero que vi fue todas las hojas caídas, no quedó una sola, quedó completamente solo el tallo. Señales, esas son señales”, recordó al tiempo que asoció los dos eventos.
Luego, reveló lo acontecido, días después: “Cuando estamos terminando la última noche del novenario, estábamos terminando los rezos y mi perrita, estaba acostada en el sofá y de un momento a otro, ella se paró, miró hacia la puerta y siguió con la mirada (en) algo, hasta que se fue al pasillo del apartamento, o sea ella, vio algo porque lo siguió con la mirada. Yo lo estaba viendo y me entró un frío impresionante en el cuerpo”, relató refiriéndose a Natilla la perrita que adoptó su hijo Nelson David y que ahora está con él.
