Patricia Acosta fue el primer gran amor del ‘Cacique de la Junta’, musa de varias de sus canciones.
La historia de amor de Diomedes Díaz y Patricia Acosta fue una de las más especiales, pues se conocieron cuando apenas eran unos niños. Ella vivía en Bucaramanga y cursaba segundo de bachillerato cuando comenzaron su idilio de amor.
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Sigue a la Revista Vea en WhatsApp“Patricia Era una estudiante aplicada, muy activa y sobresalía siempre por su belleza. Aunque yo era su profesora, la jovencita me contaba cosas, entre ellas que Diomedes le componía canciones y que viajaba cerca de nueve horas desde La Guajira para traerle canciones y verla”, relató en una oportunidad para Vanguardia una de las profesoras de Acosta.
En el inicio, la relación no fue bien vista por los padres de Patricia, por esa razón, la pareja tenía que verse a escondidas. Como Diomedes no podía entrar a su casa, se veían a través de una ventana. De ahí nació la canción La ventana marroncita, inspirada en quien fue su primer gran amor.
Tiempo después, cuando Patricia cumplió 18 años, se fue de la casa y se casó con artista en San Juan del Cesar, en la Guajira en 1978. Cada etapa que vivían juntos, Diomedes la convertía en canción. Pero en 1994, cuando su último hijo, Martín Elías, tenía dos años, se separaron. Ambos quisieron después volver a intentarlo, pero la fama, las mujeres, y las adicciones del Cacique hicieron que cada uno tomara rumbos diferentes.
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Aunque el intérprete de canciones como El cóndor herido, Amarte más no pude y Sin medir distancias tuvo muchas mujeres, con la única que se casó fue con Patricia.
Así lucía Patricia Acosta cuando era novia de Diomedes Díaz
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