Si la ficción pura cautiva las audiencias en las distintas pantallas, parece que la ficción mezclada con realidad conocida, se convierte en una combinación efectiva para enganchar públicos. Por lo menos eso se evidencia en una buena cantidad de casos en la televisión, donde un subgénero denominado bioserie o bionovela ha demostrado ser lo suficientemente atractivo como para que los productores estén a la caza de historias reales que se puedan contar en un número de episodios, que puede ir desde los 6 hasta los 80.
El término bio, que antecede a los ampliamente usados en los últimos años, hace referencia a historias biográficas. Se añade serie o novela, según la extensión o la temática. En las novelas la trama principal es sobre el amor y en las series, puede estar en primer plano otro aspecto del protagonista.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppEn Colombia se han producido de todo tipo: personajes históricos, artistas, deportistas y narcotraficantes y continúan desarrollándose proyectos similares. Como es apenas natural, siempre se busca que el estelar sea físicamente similar al real.
Es así como hemos visto a Andrés Parra como Pablo Escobar; a Mariana Gómez, como Arelys Henao y luego a Verónica Orozco en la etapa adulta de la cantante; a Juan Pablo Urrego como Rigo; a Enrique Carriazo como Lucho Díaz y recientemente, a Diego Cadavid como Darío Gómez, por señalar solo algunos.
Andrés Parra encarnó a Pablo Escobar en la bioserie sobre la vida del narcotraficante.
Las bioseries y bionovelas no son nuevas en la pantalla colombiana
Pareciera una tendencia muy nueva, pero realmente ya lleva un buen tiempo en nuestra cotidianidad. Así lo resalta Dago García, Vicepresidente de Producción de Caracol Televisión, canal que ha desarrollado ‘Arelys, canto para no llorar’; ‘Las hermanitas Calle’; ‘Escobar, el patrón del mal’, ‘Los medallistas’ o ‘La selección’, por referir algunos.
“Ha sido un género que no es nuevo, digamos que en el cine, en el teatro y en la televisión siempre ha estado presente el interés por contar la historia de personajes notables. Nosotros en la televisión colombiana hicimos la historia de Simón Bolívar, de Manuelita Sáenz, de Francisco de Paula Santander, de Rafael Escalona. No es que sea un tema nuevo, es que estos géneros tienen como momentos picos de auge, luego amainan y luego resurgen”.
Para el creador y ejecutivo, los públicos “siempre tendrán curiosidad por la vida de los personajes que han marcado la historia”, incluso desde antes de existir las pantallas.
Y es que yendo más atrás en la historia de la televisión colombiana, en efecto, siempre ha habido bios. En la década de los 80 ‘Revivamos nuestra historia’ contaba las vidas de los próceres de la independencia como Bolívar, Santander o Sucre.
También se desarrollaron producciones históricas de tiempos anteriores y otras inspiradas en textos que contenían biografías. ‘El Virrey Solis’, por ejemplo, fue en su momento una megaproducción de RTI protagonizada por Gilberto Puentes, sobre el mencionado personaje.
En opinión de César Augusto Betancurt, conocido como ‘Pucheros’, responsable de la escritura de ‘Rigo’, ‘La Selección’ y ‘Las hermanitas Calle’ es un subgénero de la telenovela o el melodrama “que llegó para quedarse”.
Pero ¿por qué, teniendo en cuenta que el factor sorpresa es uno de los grandes atractivos de los productos audiovisuales, así como los denominados puntos de giro, que resultan inesperados para el público, este subgénero cautiva? si se trata de historias ampliamente conocidas, pues las vidas de las estrellas del entretenimiento y el deporte son justamente las más ventiladas por los medios que cubren las facetas personales de dichos famosos. En resumen en las bioseries o bionovelas se sabe qué harán los villanos, quiénes pondrán zancadilla al protagonista y qué hechos los abruman.
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Aquí el ‘cómo’ parece ser la clave junto al sufrimiento del personaje. “Va a sonar muy crudo, pero la historia de la gente que ha sido muy buena, muy profesional, muy disciplinada, las historias blancas no son atractivas. La dramaturgia se basa en el conflicto y si hay conflicto, sirve. Lo interesante es que hablamos de personas que han sufrido, han superado obstáculos y han hechos grandes cosas para llegar donde están”, comenta Dago García sobre lo que resulta atractivo y el desafío que representa para los creadores la manera en que se cuenta. En ese orden de ideas él y Betancurt coinciden en que los personajes que mezclan ese sufrimiento y algo de humor, son sin duda los mejores para convertir en bios audiovisuales.
‘Pucheros’ no cree que sea un elemento en contra que el televidente conozca la historia del famoso, por el contrario, lo ve como una ventaja. “Y creo que por eso se están haciendo más series de este tipo y es que siempre se busca como enamorar al televidente con un personaje que se crea y cuando ese personaje ya es conocido, sea un hombre o una mujer, un deportista, un cantante, pues hay un terreno ganado. No hay que presentarlo en un primer capítulo”
Juan Carlos Troncoso, escritor de ‘Diomedes, el cacique de la junta’ coincide en esto y menciona la identificación que producen estos personajes en el público, así mismo el “aspecto aspiracional que contienen estas historias que se convierten en inspiradoras para las audiencias, que gustan de ver cómo un personaje de estos ha librado tantas batallas hasta lograr una meta”. Complementa con que los públicos saben cómo fueron los hechos, pero quieren verlos recreados.
Bioseries y bionovelas de personajes jóvenes ¿una nueva tendencia?
Hay que mencionar que generalmente y hasta hace un tiempo ,este tipo de producciones se realizaban cuando el personaje real ya estaba en una edad adulta y no era muy usual pensar en hacerle serie o novela a alguien joven. De hecho, Julio Iglesias, quien llegó a sus 82 años, recién firmó acuerdo con Netflix para contar su vida en una serie al considerar que a su edad tiene mucho por contar. Igual ocurrió con Vicente Fernández que tuvo bioserie cuando ya había fallecido, mientras que también se adelanta la producción de la fallecida Rocío Dúrcal autorizada por sus hijas.
No se puede negar que pareciera que empieza una tendencia por contar historias de personajes muy jóvenes.
Ocurrió así con Marbelle, que se contó en la serie ‘Amor sincero’ y más recientemente con el ciclista Rigoberto Urán que cedió los derechos para la bioserie ‘Rigo’. Pareciera que ya no es necesario que los personajes sean adultos mayores o incluso, hayan fallecido para pensar en ponerlo en pantalla.
García también cree que eso obedece a un fenómeno que viene teniendo la sociedad como tal.
“Yo creo que eso sucede de la mitad del siglo 20 y hay quienes dicen que Los Beatles empezaron esa tendencia, entramos en una época en que gente muy joven se volvió gente muy rica y muy influyente. Antes como usted decía las personas que habían cambiado al mundo eran personas muy adultas, eran personas que de una u otra forma habían dedicado su vida a cambiar el mundo. A partir de la mitad del siglo 20 la gente joven empieza a convertirse en muy influyente, millonaria, gente muy importante y gente viva. No había que esperar a que se muriera para que su legado se convirtiera en una cosa que tenía alguna relevancia histórica”.
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Betancurt advierte que si bien es cierto, la mayoría son de personajes por lo cuales hay admiración y cariño y se vuelven ejemplo, también hay bioseries sobre delincuentes, pues estas producciones no pretenden que nadie se enamore de ellos, sino fidelizar al televidente con su historia “al final está el elemento moraleja si es un personaje como Pablo Escobar, que le va mal cuando acaba la historia”
Él también considera que ahora hay una inclinación por mirar hacia nuevas generaciones y ver sus historias simplemente porque son dramas interesantes para contar.
¿Qué sigue, Maluma o Karol G tendrían su bioserie?
En ese orden de ideas, Dago menciona que por ello considera que personajes como Karol G y Maluma en el país ya podrían tener mucho que contar para una producción de este tipo. “la humanidad, ahora que existen los medios digitales, se ha ido destacando cada vez más temprano”.
Lo que es claro es que para que un personaje sea susceptible de contar su historia en una bioserie no tiene que ver con su fama, sino con su vida: " que el mismo personaje tenga una historia épica interesante. Si su vida ha sido un jardín de rosas, no funciona”.
El escritor de ‘Rigo’ añade “hay muchos personajes muy exitosos, que han llegado muy lejos, pero no han sufrido y no tuvieron nunca un escándalo, no tuvieron una gran pérdida. Esas vidas no son ricas de contar. A la gente le interesa que el personaje sufra”.
Dago anticipó que en el 2025 Caracol le apostará a una bioserie, no obstante dará una especie de giro y se apartará de las celebridades para contar una historia de corte más social. “Acabamos de producir la bioserie de María Roa, que fue la que sacó adelante la ley de servicio doméstico en el Congreso, una historia maravillosa de una mujer con todos los conflictos y hoy en día es una líder social muy importante”.
Y si tenemos que hablar de quienes no son candidatos a ver sus historias recreadas, son precisamente esos personajes blancos, disciplinados “muy bien comportados” explica García. “Lucho Díaz es un gran muchacho, Falcao también, Caterin Ibargüen, Mariana Pajón, son esforzados y disciplinados y con ellos se podrán hacer grandes documentales, pero bioseries no creo”.
Esta apreciación nos arrojaría una posible respuesta de por qué en el canal RCN quedó sin producirse, pero si completamente escrita, una serie sobre la vida de Falcao, con quien la señal negoció sus derechos hace más de 10 años.
Finalmente y sobre qué tanto es realidad y qué tanto ficción cuando se cuentan este tipo de historias, Dago responde que en realidad “no hay ninguna vida tan interesante y tan llena de peripecias para que pueda hacer una producción de más de 15 horas” y advierte que por ejemplo en ‘Escobar, el patrón del mal’, se ficcionó bastante, como suele hacerse en todas.
Lo importante es que lo que se ficcione o invente no traicione la lucha o el espíritu del personaje principal.
Para Betancurt lo que corresponde a la realidad, en su experiencia, es lo del personaje principal porque como no se le compran los derechos sino a esa persona, no se puede correr el riesgo de que los demás salgan a decir que están contando su historia y quieran cobrar, así que la vida de las personas cercanas al principal se ficciona.
Las bioseries se toman las pantallas en el mundo
Finalmente hay que mencionar que Colombia no es el único país donde las bios audiovisuales están logrando aceptación. México está viviendo una temporada de gran cosecha de estos productos. Ya han hecho la vida de Juan Gabriel, Vicente Fernández, Joan Sebastián, Paquita la del barrio, Lupita De Alesio, Alejandra Guzmán, entre otras y ya se ha anticipado la producción de las biografías de Roberto Gómez Bolaños, Marco Antonio Solis y Andrés García.
Con el más reciente fallecimiento de Silvia Pinal, es probable que el siguiente producto de este género sea uno sobre su vida.
Igualmente en otros mercados como el estadounidense, que ha contado biografías en todos los formatos, que con el auge de las plataformas ha dado bastante relevancia al denominado true crime, historias reales que involucran crímenes, como la exitosa ‘Monstruos; la historia de Lyle y Erik Menéndez’ y toda la saga escrita por Ryan Murphy; igualmente en España e Inglaterra.