Mientras los hermanos Menéndez aguardan en prisión que sus sentencias a cadena perpetua sean reconsideradas o haya un perdón o indulto de parte del gobernador de California, mismo que ya solicitó el fiscal de Los Ángeles, George Gascón, siguen surgiendo datos y testimonios sobre la vida de los parricidas más famosos del mundo en la cárcel, retratados y puestos en escena de nuevo por la serie Monstruos, la historia de Lyle y Erik Menéndez, de Netflix.
Precisamente, una reciente entrevista del programa americano “Primer impacto” deja en evidencia que la serie de Ryan Murphy ficcionó bastante los primeros meses de los Menéndez tras las rejas.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppLos hermanos Menéndez tenían un teléfono en la prisión y más detalles
Jorge Espinosa, mexicano condenado por posesión de drogas, compartió prisión con Erik en 1994 y en diálogo con el programa de Univision contó cómo era el menor de los homicidas, acusado junto a su hermanos de matar a sus padres Jose y Kitty, el 20 de agosto de 1989 en su mansión de Beverly Hills.
“Solitario pero imponente…Intimidaba mucho su personalidad”, comenzó narrando el entrevistado que recordó sus encuentros diarios con Erik en los tres meses que estuvo en prisión en 1994.
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“Él caminaba… Su caminado era firme…Era un hombre fuerte, era alto, muy bien parecido. No intimidaba de dar temor pero si presionaba mucho”
Así fueron los primeros días en la cárcel de Erik Menéndez
Espinosa trabajó ese tiempo en la cocina y era el encargado de llevarle la comida al menor de los hermanos, quien estaba en una sección de alto perfil “las celdas para ellos son más grandes, estaba enfrente de la guardia de los policías, su celda no tenía reja, era puerta y el único tiempo en que esa celda se abría era para el teléfono, para ir al baño, para darle de comer y para darle sus cartas”, mencionó contradiciendo lo mostrado por Netflix que pone en escena celdas convencionales de rejas.
También recordó que la comunicación era por miradas, ya que estaba prohibido que hablaran entre ellos.
“El único contacto (de Erik) era con su teléfono y sus cartas, él recibía mucho correo, demasiado correo”.
Aseguró que lo mostrado en la serie Monstruos, cuando se ve que hablan por teléfono de monedas en la prisión, es mentira. “Esto es mentira, ellos tenían un teléfono especial que les metían con un cordón”. Y especificó que no tenía dinero.
También contó que lo impactó bastante que Erik dormía con una máscara que él mismo había hecho.
“Se creó unas máscara de la misma cobija que nos daba y se la amarraba … me dio un poco de tristeza” dijo Espinosa que cree que él hacía eso “porque estaba estresado, no quería oír al mundo”
Erik Menéndez dormía la mayor parte del tiempo
También recordó que pasaba la mayoría del tiempo dormido como si solo quisiera que el tiempo pasara. El mexicano que regresó a su país tras quedar en libertad, rememoró en la entrevista que Erik tuvo un gesto amable con él cuando “él me quería agradecer dándome un chocolate”
Jorge considera que tanto Erik como Lyle merecen una segunda oportunidad y salir de prisión . “Me da felicidad que ellos puedan volver a las calles. La cárcel tiene que ser algo transitorio, uno paga su crimen y volver a tener su vida otra vez, esa oportunidad como yo la tuve”
