El actor Mario Duarte se hizo mundialmente famoso con su rol de Nicolás Mora en ‘Yo soy Betty, la fea’. Se trataba del economista y mejor amigo de Beatriz Pinzón, que al igual que ella se burlaba de su fealdad, pero era muy consciente de su habilidad para los números, misma que le permitió ser el consejero de Betty y la cabeza de Terramoda, la empresa que a la postre salvaría a Ecomoda de la ruina.
Mario, quien también es músico, volvió a ser Nicolás Mora cuando se realizó la obra de teatro, basada en la novela. Por aquel entonces Fernando Gaitán estaba vivo.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppSin embargo, cuando fue convocado para hacer parte de Betty, la fea, la producción de Amazon Prime y RCN que muestra cómo es la vida de Beatriz Pinzón y Armando Mendoza, 25 años después, no estaba convencido de querer hacer parte del nuevo proyecto, así lo confirmó a Vea en una charla a propósito del lanzamiento de ‘Betty la fea, la historia continúa’.
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¿Por qué Mario Duarte no quería hacer Nicolás Mora?
“Todas las dudas y sí, hubo un momento en que pensé que no, no estaba como para hacerlo. Porque es que también no solamente se trata a veces de asuntos netamente profesionales, sino también como asuntos tuyos. Como que de todas maneras somos seres humanos y nuestras cosas nos influyen en la vida, nos influye el contexto en que hayamos vivido y crecido”, comenzó diciendo el actor bogotano.
“Y yo le tengo mucho respeto, respeto profundo a los grandes momentos que me ha tocado en suerte vivir. O sea, no creo que el éxito sea un accidente, tampoco. El éxito es la suma de muchas cosas, tampoco se puede programar, ni nada de esto, pero digamos, es la suma de los ingredientes, el momento de tu vida”, enfatizó el intérprete de Nicolás Mora, dejando en claro que procura reflexionar sobre sus procesos tanto personales como profesionales.
Nicolás sintió que sus dudas quedaron despejadas cuando leyó y habló con algunos de los que escribieron esta nueva historia. “La escritura fue muy importante. Cuando pude leer y ver cómo estaba y cómo los escritores, Marta Bertoldi, César Betancourt ‘Pucheros’, Valeria y Luis Carlos (habían planteado). Un día hablé con Valeria, me la encontré y (vi) la forma en que asumieron la escritura de esta historia, creo que fue de verdad una bandera, ya no una bandera roja, sino una bandera blanca de paz y vamos para adelante, porque creo que fueron muy serios con eso”.
Volver a ponerse en la piel de Nicolás sorprendió al mismo Mario, quien anteriormente no había sido tan consciente de esa permanente actividad del personaje. “Cuando empezamos allá decidí que lo iba a hacer, que empecé a ver otra vez a Nicolás y todo, uff, fue peor porque decía uy no, este tipo no se quedaba aquí quieto, tenía una energía vital fuertísima”.