¿Quién era José Menéndez, el ejecutivo asesinado por sus hijos Lyle y Erik?

José Menéndez fue un nombre que se hizo muy popular en el mundo del entretenimiento en la década de los 80. Se trataba de un alto ejecutivo de la disquera RCA, que en ese entonces representaba artistas de la talla de Menudo, Duran Duran, Eurythmics y José Feliciano.

El ejecutivo había ganado un lugar en la industria discográfica, a pesar de que no tenía mucha experiencia en este renglón. Su fuerte eran los números y los negocios.

Sin embargo, el nombre de este cubano, nacido en 1944, se hizo mundialmente conocido en 1989 cuando sus hijos Lyle y Erik, de 21 y 18 años respectivamente, lo mataron a él y a su esposa Kitty. Menéndez. Fueron abatidos a tiros de escopeta el 20 de agosto de ese año en su mansión de Beverly Hills. Hasta ese día se creía que Menéndez había logrado el sueño americano construyendo una familia perfecta. Los parricidas han sostenido por más de tres décadas y hasta hoy que lo hicieron por miedo a que José y su esposa los mataran primero, por temor a que los jóvenes contaran que eran abusados sexualmente por el millonario ejecutivo.

Actualmente Lyle y Erik cumplen cadenas perpetúas en una prisión de San Diego y su caso ha vuelto a tomar relevancia a causa de la serie de Netflix Monstruos y del documental Los hermanos Menéndez, donde desde prisión revelan lo que sucedió antes, durante y después del doble homicidio. Fueron condenados al no poder convencer a un jurado de los abusos que sufrieron, según ellos, desde que tenían 6 años. El jurado se convenció de que los hijos Menéndez estuvieron motivados por el dinero, que recibirían una vez murieran sus padres.

José Menéndez el rico ejecutivo que abusaba de sus hijos y era mal compañero

Pero ¿quién era José Menéndez y cómo era su conducta y forma de ser? Es la pregunta que ronda entre los usuarios de redes sociales, que han seguido este caso ubicando a la serie de Netflix dentro de los más visto

José era hijo de un atleta y contador y de una nadadora profesional. Nació en La Habana, Cuba, y hacía parte de una familia muy adinerada, que se vio obligada a abandonar la isla, dejando todos sus bienes, cuando triunfó la revolución de Fidel Castro.

Desde muy pequeño, José demostró que era controlador. “Era el único hijo varón de su familia. Su madre lo adoraba, y enfatizó tanto su machismo y su imagen masculina que él se convirtió un poco en un monstruo para sus propios padres. Era difícil controlarlo”, dijo una vecina de la familia en un documental de ABC News.

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En 1959 José llegó a Estados Unidos, sin hablar inglés, más exactamente a Hazleton, una ciudad en Pensilvania. Tenía 16 años y vivió durante un tiempo en un altillo de un familiar.

Una vez terminó la secundaria, obtuvo una beca deportiva que le permitió entrar a la Universidad de Southern, de Illinois. Allí, a los 19 años, conoció a Kitty, quien pertenecía a una familia de clase media y tenía aspiraciones de actriz.

La pareja se casó y José quiso que ella se dedicara solo al hogar. Kitty se caracterizó por darle gusto a su esposo y renunció a sus metas profesionales.

Inicialmente, José trabajó como contador en una empresa de importaciones y contenedores, luego se empleó en la firma de alquiler de autos, Hertz, donde escaló hasta convertirse en un alto ejecutivo. En principio, José, Kitty y los niños vivían en Nueva Jersey. Allí crecieron Erik y Lyle.

José influenciado por el ejemplo de sus padres, presionó a sus hijos para ser deportistas de alto rendimiento, aunque esto significara someterlos a largas jornadas de entrenamiento. Según las declaraciones que hubo en el primer juicio para condenar a los hermanos Menéndez, José sometía a sus hijos a presión psicológica y maltrato físico buscando que ellos fueran fuertes física y mentalmente.

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No permitía por ejemplo, que Lyle jugara con Erik en tenis, porque consideraba que el nivel del menor no era bueno y eso afectaba el desempeño y la evolución de Lyle.

En el trabajo, la situación no era distinta. Según el documental de ABC, emitido en el 2021, no gozaba de popularidad entre sus compañeros de Hertz, era déspota y maltratador. Estando allí estableció amistad con O. J Simpson a quien contactó para un comercial de autos, cuando Simpson estaba en su mejor momento. Curiosamente el deportista compartió luego prisión con los Menéndez, al sr acusado de doble homicidio también.

Según palabras que le dijo su cuñado al periodista Robert Rand, quien se ha especializado en Los Menéndez y escribió un libro al respecto, José “carecía de compasión y respeto por sus colegas y subalternos”.

En 1980, Menéndez fue nombrado en una de las empresas que Hertz había adquirido, la disquera RCA. Allí ascendió hasta llegar a Vicepresidente financiero. En el documental de Netflix recientemente estrenado, es claro que allí tampoco tuvo compañeros que lo quisieran. “No hubo una sola persona que hablara bien de José”, menciona el material del streaming refiriendo que solo su secretaria mencionó una buena palabra para José.

Según las declaraciones del ex integrante de Menudo, Roy Roselló, José lo habría violado en su casa de Nueva Jersey, luego de presionarlo para tomar un vaso de vino. Tenía 14 años. Esta confesión e sparte d elas nuevas pruebas que presentaron los Menéndez en el 2023 solicitando que se anule la condena. El 29 de noviembre habrá una respuesta.

Volviendo a los 80, Menéndez se habría obsesionado con el grupo musical y por ello, se fue de gira con él, por varios países europeos.

José Menéndez llegó a Beverly Hills y seguir enriqueciéndose

Cuando José llegó a California, a mediados de la década de los 80, no vivió en Beverly Hills, sino en un suburbio de Los Ángeles. También compró una propiedad en Calabasas, donde luego vivió su madre, María.

En 1986, Menéndez se marchó de la compañía disquera por un enfrentamiento con un ejecutivo de mayor posición y se fue para Carolco Pictures, un estudio de cine donde siguió teniendo relación con celebridades de la talla de Sylvester Stallone. Allí continuó haciendo fortuna.

José estaba acostumbrado a usar su dinero cuando de conseguir una meta se trataba. Lyle, por ejemplo consiguió estudiar en la Universidad de Princeton, gracias a una generosa donación que dio.

Erik, por su parte, tenía intenciones de ir a Stanford y según el documental de Netflix pensar en alejarse de la casa familiar le dio la esperanza de no seguir siendo abusado. Sin embargo, días antes del doble crimen, José le habría dicho a su hijo menor que no iría a estudiaría fuera de California, sino que estaría en la UCLA. Para Erik el día que supo que seguiría junto a su padre lo describió como el peor de su vida, porque sintió que nunca escaparía del abuso.

En una entrevista desde la cárcel en 1996, Erik describió la relación con su padre como “brutal, dolorosa y tortuosa”, pero agregó que a pesar de ello, lo admiraba porque “era todo lo que me enseñaron que era el éxito, y pensaba que era la persona más poderosa y brillante que había conocido”. En el documental ‘Los hermanos Menéndez’, Lyle reafirma admiración por su padre, al tiempo que recordó su dureza.

“La impresión que tuve del carácter de José Menéndez es que podía ser encantador cuando quería, pero su naturaleza era muy abusiva y era especialmente abusivo con sus hijos y su esposa”, dijo en 2021 la fiscal Pam Bozanich, quien estuvo en el primer juicio a los homicidas.

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