En el 2004, el príncipe Harry había terminado sus estudios en Ethon y el siguiente paso en su vida era el ingreso a Sandhurst, la academia militar donde iniciaría su formación. Pero el hijo menor del entonces príncipe Carlos decidió tomarse un año sabático. Se decidió que el hermano del príncipe William viajaría a Argentina, para practicar polo. Se estableció el tiempo que estaría en tierras suramericanas serían 6 semanas, y aunque no se había anunciado la fecha de su salida, se presume que las acciones del royal aceleraron su viaje. El hoy esposo de Meghan Markle y padre de Archie y Lilibet, era popular porque le gustaba la fiesta, la bebida y el romper reglas. En Londres, en una noche de fiesta ocurrida en octubre de ese año, estuvo a punto de tener un altercado con un fotógrafo, y antes que el príncipe causara otro escándalo mediático, decidieron adelantar su viaje.
El príncipe Harry llegó a Argentina el 12 de noviembre del 2004, a la ciudad de Lobos, y se alojó en la estancia El Remanso. Aunque su estancia en la ciudad fue manejada con el mayor sigilo, muy pronto los habitantes de la ciudad, donde todo el mundo se conocía, conocieron de su presencia. Quien era, en ese momento, en la línea de sucesión al trono, se dedicó a visitar algunos restaurantes, ir de compras, practicar polo y montar a caballo. Pero en cuestión de días, el ambiente nocturno del lugar hizo que volviera a la fiesta.
Sigue a la Revista Vea en WhatsAppEl entonces príncipe Carlos adelantó el viaje de su hijo Harry a Argentina. Un inconveniente con un 'paparazzi' en Londres aceleró los planes.
El príncipe Harry disfrutó de la fiesta en Argentina
En su momento, los jóvenes de la ciudad recordaron al joven pelirrojo y tímido, que bebía de más, bailando, subido en un bafle del bar La Porteña. La guardia que le tenían asignada pasó momentos difíciles al intentar controlarlo, pues cuando le decían que, por seguridad, no debía irse de bares, el príncipe Harry, carismático, pero rebelde, se escapaba. Las autoridades se quejaron, pues no podían controlarlo, pero el 24 de noviembre, unos disparos cerca del lugar donde se hospedaba, alertaron a todos.
Te puede interesar: Meghan Markle sorprende con su reality en Netflix: “¡He estado tan emocionada!”
En menos de 24 horas, rumbo a Londres
Sus salidas y sus fiestas de desenfreno hicieron que se pusiera en la mira de los delincuentes, y después de varias investigaciones, se conoció de la existencia de un presunto plan para secuestrarlo, aprovechando sus salidas a bares que cerraban a altas horas de la noche. La situación se volvió insostenible, y no habían pasado 24 horas cuando el príncipe fue llevado a Buenos aires, a la Embajada Británica. Allí se organizó su regreso a Londres, que se hizo efectivo al día siguiente. La experiencia en Argentina solo duró 13 días.