Michael J. Sandel (Minneapolis, 1953) ocupa la cátedra Anne t. y Robert M. Bass de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard. ¿Qué tiene de malo manipular nuestra naturaleza? ¿Dónde están las líneas rojas, si las hay?, son las preguntas que trata de responder en un ameno pero profundo repaso del campo de la bioética.
Foto: Getty Images - Ethan Miller
Los avances en el campo de la genética suponen al mismo tiempo una promesa y un problema. La promesa consiste en que tal vez seamos capaces de tratar y prevenir un gran número de enfermedades. El problema es que nuestro nuevo conocimiento genético también podría permitirnos manipular nuestra propia naturaleza: mejorar nuestros músculos, nuestra memoria y nuestro humor; escoger el sexo, la altura y otros rasgos genéticos de nuestros hijos; optimizar nuestras capacidades físicas y cognitivas; lograr que estemos «mejor que bien».[6] La mayoría...
Por Michael J. Sandel * / Especial para El Espectador
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