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Luego de que la senadora de Centro Democrático, Paloma Valencia, hiciera varios señalamientos respecto a las pérdidas de Nueva EPS, basada en la información que obtuvo con un derecho de petición, esta entidad emitió un comunicado donde responde varias de las críticas.
Lo primero que advierte Nueva EPS es que desde que empezó la intervención administrativa ordenada por la Superintendencia de Salud (en abril de este año), aseguraron que las pérdidas presentadas en 2023 podrían ser de, aproximadamente, $5 billones, por facturas sin procesar.
En aquel entonces, el Supersalud, Luis Carlos Leal, dijo que habían detectado que Nueva EPS “escondía” facturas desde el 2019 y no las estaban reportando. Sin embargo, Enrique Vargas Lleras, que había hecho parte de la junta directiva de esa empresa, negó las acusaciones y reiteró que en ese período hubiesen cometido alguna ilegalidad.
El segundo punto que ahora aclara Nueva EPS en su comunicado tiene que ver con los estados financieros del 2023. Asegura que cuando empezó la intervención, el agente interventor, Julio Alberto Rincón, había advertido que los estados financieros que correspondían al 2023 no habían sido entregados por la administración anterior. Esos hechos, dice la EPS, fueron puestos en conocimiento de los antes de control.
De hecho, afirman, “la firma auditora Deloitte & Touche no certificó los estados financieros del 2023″ y tampoco “han sido certificados por el agente interventor”, pese a que fueron provisionalmente ajustados.
Por el momento, indican, la información financiera de Nueva EPS del año 2018 al 2023 está siendo evaluada por una auditoría forense que fue contratada. Los estados financieros “serán certificados cuando se tenga certeza” de ellos. “El país requiere que estos sean conocidos”.
En otras palabras, según Nueva EPS, hay que esperar a los resultados de esa auditoría para tener claridad sobre cuáles fueron las pérdidas de esta entidad y, de esta manera, cotejarlas con las cifras que publicó Paloma Valencia. De acuerdo con la congresista, podrían ascender a $4,4 billones solo en 2023. Los pasivos totales, añadió Valencia, pueden ser $11,7 billones.
“Los estados financieros se han presentado oportunamente dando cumplimiento a los compromisos adquiridos con la Superintendencia Nacional de Salud”, manifiesta Nueva EPS. “Si bien ha sido notorio el incremento de diferentes requerimientos de información, reiteramos nuestro compromiso en poner a disposición de los entes de control y la opinión pública, todo soporte que dé cuenta de la transparencia en la gestión y en el manejo de los recursos destinados a la salud de los afiliados”.
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