Antioquia también detectó variantes del coronavirus, pero no sea presa del pánico
Las variantes brasileña (P1) y británica (B.1.1.7) del coronavirus ya fueron detectadas en Colombia y han generado titulares alarmantes. En El Espectador le explicamos con detalle lo que debe saber sobre estos linajes antes de dejarse llevar por el miedo.
Las noticias de los últimos días sobre la circulación de las variantes británica (B.1.1.7) y brasilera (P1) en el país han causado gran inquietud entre los colombianos, justo en medio del tercer pico de la pandemia. El último departamento en confirmarlo fue Antioquia, donde la Secretaría de Salud detectó la variante británica en seis muestras y la brasilera en 3.
Es posible que, a medida que pasa el tiempo, estas variantes sean halladas en otros territorios y, como ha sucedido, es probable que también generen titulares alarmantes. Pero, para evitar ser presa del pánico, es mejor hacer una pausa y tratar de comprender los puntos claves en este asunto.
Antes, un par de aclaraciones. La primera es que en el mundo hay siete variantes de especial interés en salud pública (de las 1.500 que existen) porque presentan mutaciones importantes. De esas, solo dos (la británica y la brasilera) han sido halladas en el país.
La segunda, como aseguró Marta Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud (INS), es que en este momento el linaje más común que circula en Colombia es el B.1.111 pero, es probable que las variantes brasileña y británica predominen en el futuro. ¿La razón? Al parecer, son más transmisibles (pero, calma. Más adelante ahondamos sobre ello).
¿Cuándo se detectaron las variantes británica y brasilera en Colombia?
El Instituto Nacional de Salud confirmó el 16 de abril, la presencia de la variante británica (B.1.1.7) en el país, específicamente en el departamento de Caldas. En el caso de la variante brasilera, el 17 de abril la Secretaría de Salud de Bogotá identificó la presencia de la variante de Brasil en la ciudad. Luego de los análisis bioinformáticos realizados, se encontraron 6 genomas correspondientes a la variante procedente del Reino Unido y 5 genomas a la variante P1 de Brasil.
El INS ha analizado más 443 muestras de tamizajes practicados en los meses de diciembre del año pasado, enero y hasta el 7 de abril para poder determinar la circulación de ambas variantes en el país.
Esto es clave para empezar: ¿Qué es una mutación del virus?
Como había advertido el virólogo Julián Villabona-Arenas, las variaciones en los virus son procesos totalmente naturales y se producen cada vez que el virus infecta a un individuo y debe producir nuevas copias de su genoma para poder multiplicarse. La fidelidad de este proceso de copiado no es perfecta y las copias del genoma del virus pueden terminar con errores que se conocen como mutaciones.
“A pesar de que la palabra mutación suena preocupante, las mutaciones en el genoma no significan que el SARS-CoV-2 se está volviendo más perjudicial. En cambio, estas mutaciones en su genoma nos ayudan a estudiar su evolución y propagación”, explicó el experto en microbiología, vinculado al Centro de Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas de La Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Aunque la mayoría de los cambios o variaciones que se produzcan en ese proceso de multiplicación no suelen afectar el funcionamiento del virus, si lo hacen se expresa de maneras muy sutiles. No obstante, algunos cambios podrían, potencialmente, generar un virus más infeccioso o resistente.
Variantes brasilera y británica, ¿más transmisibles?
La variante británica se descubrió en septiembre de 2020 en Kent, al sur de Londres. Su contagio fue relativamente rápido. A mediados de noviembre, como reportó CNN, representaba entre el 20 y el 30% de los casos de COVID-19 de la región, pero unas semanas más tarde, para diciembre, ya causaba 60% de los casos de la enfermedad al sur de Londres.
De hecho, un reciente estudio, publicado el pasado 12 de abril en The Lancet, analizó las muestras de cerca de 340 personas contagiadas con la nueva variante británica y logró identificar que, aunque la transmisibilidad del virus sí es mayor, no se comprobó un cuadro de la enfermedad más severa o letal.
En el caso de la variante brasilera, que fue identificada en Manaos, capital de Amazonas en Brasil, también, posiblemente, tiene una capacidad de contagio más alta, aunque aún hay dudas por responder. En la caracterización genómica que hizo el grupo liderado por Nuno Faria, del Imperial College de Londres, sugieren que pudo ser la causa del incremento de casos en Manaos, Brasil.
En otro artículo publicado en The Lancet, Faria, junto a otros expertos, barajaban cuatro hipótesis sobre lo sucedido en Manaos. Una indicaba que los nuevos linajes virus podrían tener una transmisibilidad más alta que los preexistentes.
Sin embargo, hasta el momento no hay indicios de que esta variante cause mayor severidad en la enfermedad o mayor mortalidad.
¿Las vacunas protegen contra las nuevas variantes del virus?
Martha Ospina, directora del INS, dio a Noticias Caracol una buena explicación sobre este punto: “Los estudios han mostrado que las vacunas que existen funcionan con los linajes que ya existen. Sin embargo, también se sabe que la mutación va a continuar hasta llegar a un punto en el que esas vacunas tengan que evolución para que protejan de linajes futuros. Eso no es extraño y se ve en el mundo de las vacunas”, señaló.
Hace unos días Antonhy Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, también aclaró ese interrogante ante el Congreso de ese país: “Las actuales vacunas que están en el mercado son eficaces contra la variante británica del coronavirus”, explicó.
En términos un poco más detallados, hay algunos estudios que muestran la eficacia de las vacunas frente a estas dos variantes. Un equipo, dirigido por Victoria Jane Hall, de la U. de Oxford, por ejemplo, demostró que ese biológico “previene eficazmente tanto la infección sintomática como la asintomática en adultos en edad laboral”. “Esta cohorte fue vacunada cuando la variante dominante en circulación era B1.1.7 (la británica) y demuestra eficacia contra esta variante”, escribieron. Algo similar sucede frente a la brasilera, aunque faltan más ensayos clínicos para decir con absoluta certeza esas afirmaciones.
Dawn Connelly recogió algunos de los principales estudios que se han hecho en The Pharmaceutical Journal. Aunque varios de ellos aún son “preprints” o están hechos con muestras poblacionales muy pequeñas o fueron realizados en laboratorios, apuntan a que las vacunas protegen contra estas dos variantes.
Pero, como indicó Ospina, del INS, hay que tener claro que la continua mutación del virus conllevará, en el algún momento, a que las farmacéuticas hagan ajustes a sus biológicos. Esto es algo, por ejemplo, que muchos productores de vacunas, como es el caso de Moderna, han empezado a explorar a la par con el surgimiento de las nuevas variaciones reportadas desde finales del año pasado.
“Nos parece fantástico que Moderna y otros productores ya estén mirando que se necesitará para sus productos en el futuro. La ciencia ha hecho un trabajo extraordinario en esta crisis, las variantes son una preocupación que está ahí, pero creo que ya tenemos la ciencia para abordarlo correctamente y para estar un paso adelante a medida que la pandemia y el virus avanza”, dijo hace unos meses a medios locales, Bruce Aylward, epidemiólogo de la Organización Mundial de la Salud.
¿Cómo evitar contagiarse de estas variantes del coronavirus?
Las autoridades de salud han reiterado que la mejor manera de evitar el contagio de las variantes del coronavirus es seguir las mismas recomendaciones que repiten día tras día: evitar espacios concurridos y sin ventilación, usar tapabocas de manera permanente cuando se esté con otras personas, y lavarse las manos de manera frecuente.
“Recordemos que todos los linajes de interés en salud pública facilitan la transmisión del virus, de modo que es fundamental insistir y reforzar las medidas de autocuidado. Mantengamos la distancia física, el uso correcto y permanente del tapabocas, no participar, ni generar aglomeraciones y permanecer en espacios ventilados”, reiteró el INS.
Según Martha Ospina la forma para evitar que estas variantes se dispersen con mayor facilidad es el refuerzo de las medidas de autocuidado que desde el año pasado se están implementando. “No se deben cambiar las medidas, deben reforzarse y cumplirlas”, señaló.
Las noticias de los últimos días sobre la circulación de las variantes británica (B.1.1.7) y brasilera (P1) en el país han causado gran inquietud entre los colombianos, justo en medio del tercer pico de la pandemia. El último departamento en confirmarlo fue Antioquia, donde la Secretaría de Salud detectó la variante británica en seis muestras y la brasilera en 3.
Es posible que, a medida que pasa el tiempo, estas variantes sean halladas en otros territorios y, como ha sucedido, es probable que también generen titulares alarmantes. Pero, para evitar ser presa del pánico, es mejor hacer una pausa y tratar de comprender los puntos claves en este asunto.
Antes, un par de aclaraciones. La primera es que en el mundo hay siete variantes de especial interés en salud pública (de las 1.500 que existen) porque presentan mutaciones importantes. De esas, solo dos (la británica y la brasilera) han sido halladas en el país.
La segunda, como aseguró Marta Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud (INS), es que en este momento el linaje más común que circula en Colombia es el B.1.111 pero, es probable que las variantes brasileña y británica predominen en el futuro. ¿La razón? Al parecer, son más transmisibles (pero, calma. Más adelante ahondamos sobre ello).
¿Cuándo se detectaron las variantes británica y brasilera en Colombia?
El Instituto Nacional de Salud confirmó el 16 de abril, la presencia de la variante británica (B.1.1.7) en el país, específicamente en el departamento de Caldas. En el caso de la variante brasilera, el 17 de abril la Secretaría de Salud de Bogotá identificó la presencia de la variante de Brasil en la ciudad. Luego de los análisis bioinformáticos realizados, se encontraron 6 genomas correspondientes a la variante procedente del Reino Unido y 5 genomas a la variante P1 de Brasil.
El INS ha analizado más 443 muestras de tamizajes practicados en los meses de diciembre del año pasado, enero y hasta el 7 de abril para poder determinar la circulación de ambas variantes en el país.
Esto es clave para empezar: ¿Qué es una mutación del virus?
Como había advertido el virólogo Julián Villabona-Arenas, las variaciones en los virus son procesos totalmente naturales y se producen cada vez que el virus infecta a un individuo y debe producir nuevas copias de su genoma para poder multiplicarse. La fidelidad de este proceso de copiado no es perfecta y las copias del genoma del virus pueden terminar con errores que se conocen como mutaciones.
“A pesar de que la palabra mutación suena preocupante, las mutaciones en el genoma no significan que el SARS-CoV-2 se está volviendo más perjudicial. En cambio, estas mutaciones en su genoma nos ayudan a estudiar su evolución y propagación”, explicó el experto en microbiología, vinculado al Centro de Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas de La Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Aunque la mayoría de los cambios o variaciones que se produzcan en ese proceso de multiplicación no suelen afectar el funcionamiento del virus, si lo hacen se expresa de maneras muy sutiles. No obstante, algunos cambios podrían, potencialmente, generar un virus más infeccioso o resistente.
Variantes brasilera y británica, ¿más transmisibles?
La variante británica se descubrió en septiembre de 2020 en Kent, al sur de Londres. Su contagio fue relativamente rápido. A mediados de noviembre, como reportó CNN, representaba entre el 20 y el 30% de los casos de COVID-19 de la región, pero unas semanas más tarde, para diciembre, ya causaba 60% de los casos de la enfermedad al sur de Londres.
De hecho, un reciente estudio, publicado el pasado 12 de abril en The Lancet, analizó las muestras de cerca de 340 personas contagiadas con la nueva variante británica y logró identificar que, aunque la transmisibilidad del virus sí es mayor, no se comprobó un cuadro de la enfermedad más severa o letal.
En el caso de la variante brasilera, que fue identificada en Manaos, capital de Amazonas en Brasil, también, posiblemente, tiene una capacidad de contagio más alta, aunque aún hay dudas por responder. En la caracterización genómica que hizo el grupo liderado por Nuno Faria, del Imperial College de Londres, sugieren que pudo ser la causa del incremento de casos en Manaos, Brasil.
En otro artículo publicado en The Lancet, Faria, junto a otros expertos, barajaban cuatro hipótesis sobre lo sucedido en Manaos. Una indicaba que los nuevos linajes virus podrían tener una transmisibilidad más alta que los preexistentes.
Sin embargo, hasta el momento no hay indicios de que esta variante cause mayor severidad en la enfermedad o mayor mortalidad.
¿Las vacunas protegen contra las nuevas variantes del virus?
Martha Ospina, directora del INS, dio a Noticias Caracol una buena explicación sobre este punto: “Los estudios han mostrado que las vacunas que existen funcionan con los linajes que ya existen. Sin embargo, también se sabe que la mutación va a continuar hasta llegar a un punto en el que esas vacunas tengan que evolución para que protejan de linajes futuros. Eso no es extraño y se ve en el mundo de las vacunas”, señaló.
Hace unos días Antonhy Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, también aclaró ese interrogante ante el Congreso de ese país: “Las actuales vacunas que están en el mercado son eficaces contra la variante británica del coronavirus”, explicó.
En términos un poco más detallados, hay algunos estudios que muestran la eficacia de las vacunas frente a estas dos variantes. Un equipo, dirigido por Victoria Jane Hall, de la U. de Oxford, por ejemplo, demostró que ese biológico “previene eficazmente tanto la infección sintomática como la asintomática en adultos en edad laboral”. “Esta cohorte fue vacunada cuando la variante dominante en circulación era B1.1.7 (la británica) y demuestra eficacia contra esta variante”, escribieron. Algo similar sucede frente a la brasilera, aunque faltan más ensayos clínicos para decir con absoluta certeza esas afirmaciones.
Dawn Connelly recogió algunos de los principales estudios que se han hecho en The Pharmaceutical Journal. Aunque varios de ellos aún son “preprints” o están hechos con muestras poblacionales muy pequeñas o fueron realizados en laboratorios, apuntan a que las vacunas protegen contra estas dos variantes.
Pero, como indicó Ospina, del INS, hay que tener claro que la continua mutación del virus conllevará, en el algún momento, a que las farmacéuticas hagan ajustes a sus biológicos. Esto es algo, por ejemplo, que muchos productores de vacunas, como es el caso de Moderna, han empezado a explorar a la par con el surgimiento de las nuevas variaciones reportadas desde finales del año pasado.
“Nos parece fantástico que Moderna y otros productores ya estén mirando que se necesitará para sus productos en el futuro. La ciencia ha hecho un trabajo extraordinario en esta crisis, las variantes son una preocupación que está ahí, pero creo que ya tenemos la ciencia para abordarlo correctamente y para estar un paso adelante a medida que la pandemia y el virus avanza”, dijo hace unos meses a medios locales, Bruce Aylward, epidemiólogo de la Organización Mundial de la Salud.
¿Cómo evitar contagiarse de estas variantes del coronavirus?
Las autoridades de salud han reiterado que la mejor manera de evitar el contagio de las variantes del coronavirus es seguir las mismas recomendaciones que repiten día tras día: evitar espacios concurridos y sin ventilación, usar tapabocas de manera permanente cuando se esté con otras personas, y lavarse las manos de manera frecuente.
“Recordemos que todos los linajes de interés en salud pública facilitan la transmisión del virus, de modo que es fundamental insistir y reforzar las medidas de autocuidado. Mantengamos la distancia física, el uso correcto y permanente del tapabocas, no participar, ni generar aglomeraciones y permanecer en espacios ventilados”, reiteró el INS.
Según Martha Ospina la forma para evitar que estas variantes se dispersen con mayor facilidad es el refuerzo de las medidas de autocuidado que desde el año pasado se están implementando. “No se deben cambiar las medidas, deben reforzarse y cumplirlas”, señaló.