Así se expandió la viruela del mono hasta Colombia. ¿Qué saber para evitar el pánico?
El Ministerio de Salud anunció los tres primeros casos confirmados de viruela símica en nuestro país. Autoridades piden evitar el pánico y señalan varias diferencias de este virus con el del SARS-CoV-2, que genera el covid-19. Hay enseñanzas que se pueden heredar sobre la más reciente pandemia, incluyendo pensar en una respuesta global y solidaria.
El jueves en la noche, el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS) anunciaron que se habían confirmado los primeros tres casos de viruela del mono en Colombia: dos en Bogotá y uno en Medellín. Se trató de personas con antecedentes de viaje a Europa que, “tras la toma de muestras de suero, exudado de lesiones e hisopado faríngeo se encuentran en aislamiento con rastreo de contactos”, señalaron las entidades.
Aunque la viruela del mono se identificó en 1958 en una colonia de monos que se utilizaban para investigación -de ahí su nombre-, la primera vez que se detectó en un humano fue en 1970, en la República Democrática del Congo, en África. Los síntomas identificados desde entonces son fiebre, dolores de cabeza y muscular, así como falta de energía durante los primeros cinco días. Pero un rasgo característico son erupciones en la piel y mucosas que aparecen en los tres primeros días.
Durante estos años la viruela símica siguió presentándose en brotes locales en países de África Occidental y Central, donde el virus es endémico. Pero seguramente usted escuchó sobre este virus hasta principios de mayo, cuando las autoridades de salud europeas empezaron a confirmar varios casos en sus países.
Puede ver: Papás, la viruela del mono es muy poco probable en niños. Piensen primero en varicela
La alarma se levantó porque a pesar de que la viruela del mono sí se había reportado un par de veces fuera de África -en Estados Unidos, por ejemplo, se confirmaron unos casos en 2003- nunca se habían dado brotes paralelos en países donde la viruela del mono no es endémica. Y, actualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 3.500 casos confirmados, con el 84 % concentrados en europea, el 3 % en África, el 12 % en las Américas, el 1 % en el Mediterráneo Oriental y otro 1 % en el Pacífico Occidental.
La viruela del mono en Latinoamérica
Colombia no es el primer país de Latinoamérica en confirmar la presencia de la viruela del mono. Antes, países como México, Brasil, Chile y Argentina habían detectado casos. Y, a mediados de junio, cuando Venezuela confirmó su primer caso, se esperaba que sucediera pronto en nuestro país, ya que, desde el pasado 19 de mayo, el INS dio lineamientos a los servicios de salud y reforzó la vigilancia, lo que justamente permitió detectar los tres casos.
De hecho, a principios de junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), junto al gobierno de Brasil, realizó un entrenamiento sobre la detección y el diagnóstico por laboratorio de la viruela símica, en la que participaron siete países de Latinoamérica, incluido Colombia. Y, a nivel mundial, desde el jueves 23 de junio la OMS está reunida en un Comité de Emergencia para analizar si la viruela del mono constituye una emergencia de salud pública de importancia internacionaly qué recomendaciones puntuales deberían seguir los países. Al cierre de esta reunión, el Comité no había terminado, por lo que no se conocen sus conclusiones.
Puede ver: Mortalidad de la viruela del mono no endémica es baja. No hay que alarmarse
¿Comparar covid-19 con la viruela del mono?
Después de tres años de vivir la pandemia del covid-19, cuyo origen, según las mejores hipótesis, apunta a que fue una zoonosis -una enfermedad transmitida de animal a humano-, la mente se hace una trampa: preguntarse si pasará lo mismo con la viruela del mono. La respuesta, sin embargo, no puede darse de manera corta, pero sí hay señales que demuestran que, a diferencia del covid-19, con la viruela del mono no estamos comenzando de cero.
Como le comentó Jaime Castellanos, presidente de la Asociación Colombiana de Virología y director del Laboratorio de Virología de la Universidad de El Bosque, a El Espectador hace un mes, la ciencia ha recolectado información sobre la viruela del mono en humanos desde 1970, lo que marca una gran diferencia con el covid-19. “Eso ya lo hace completamente diferente. Implica que no estamos partiendo de ceros sino que ya tenemos un conocimiento previo. Por ejemplo, sabemos que el mecanismo de transmisión es muy distinto al del coronavirus”.
Puede ver: ¿Cuántos casos hay y en qué países está la viruela del mono?
La viruela del mono, señaló la OMS, se contrae a través del contacto estrecho con alguien que tenga los síntomas, así como con el contacto con erupciones, fluidos corporales y costras. “La ropa, la ropa de cama, las toallas o los objetos, como los utensilios para comer o los platos, que se han contaminado con el virus por el contacto con una persona infectada también pueden infectar a otras personas”, explica la Organización. Un escenario muy distinto al del covid-19, que se transmite a partir de diminutas partículas que expulsamos cuando hablamos o tosemos y que pueden quedar suspendidas en el aire en un espacio cerrado. Se trata de una gran diferencia.
Lo segundo es que existen las vacunas. La viruela del mono es una especie de “prima” de la viruela -causada por el virus Variola virus- enfermedad que fue erradicada del planeta hacia la década de los 70, pero para la que existía una vacuna. De hecho, a pesar de que en los años 80 en los países de Occidente dejó de aplicarse, en varios países de África, comenta el doctor Christian Happi, médico y PhD de la Universidad de Ibadán, en Nigeria, y director del Centro Africano de Excelencia para la Genómica de Enfermedades Infecciosas (Acegid, por su sigla en inglés), “la viruela es parte de la vacunación que se administra a los niños y las niñas cuando crecen”.
Y aunque la viruela y la viruela del mono no son exactamente el mismo virus, la vacuna para la primera sí podría dar cierta protección para la segunda. De hecho, la última guía sobre inmunización de la OMS dice que “se espera que las vacunas contra la viruela proporcionen cierta protección contra la viruela del mono”, aunque también reconoce que “los datos clínicos son limitados”.
Puede ver: Viruela del mono en Colombia: ¿qué es, síntomas y cómo se contagia?
Además, señalan que por ahora -y esto sería otra diferencia con el coronavirus- no es necesario pensar en una vacunación masiva. Se recomienda, en cambio, vacunar a la persona que, se sabe, ha tenido contacto con un infectado dentro de los cuatro siguientes días a la exposición. Y, en brotes más grandes, vacunar a personas que se expongan mucho al virus: como trabajadores de salud o personal que trabaja en los laboratorios clínicos. Último escenario que, claramente, no sería aún el de Colombia.
Finalmente, hay una tercera diferencia. Como señala Franklyn Prieto, director de Vigilancia en Salud Pública del INS, hay un factor estético, por así decirlo, que puede mitigar la transmisión de la viruela. La gripe, así como el coronavirus, se transmiten porque cuando las tenemos -sobre todo sin una prueba positiva para el caso de la segunda- no creemos que sea necesario guardar cuarentena. Seguimos la vida, vamos al trabajo o a la universidad y allí contagiamos a otros. Con la viruela del mono pasa lo contrario: dado que las afectaciones son muy físicas y estéticas, las personas suelen abandonar todo contacto social con otras personas, lo que dificulta aún más la trasmisión.Una segunda oportunidad para pensar en la salud global
La pandemia del coronavirus, se repitió en un principio, iba a cambiarnos. Se pensó que nos iba a enseñar nuevas formas de relacionarnos con el medio ambiente y lograr que los países entendieran que la salud es un tema global: que lo que sucede en China está relacionado con Colombia, por ejemplo. Pero una vez empezó la vacunación la idea se desdibujó: los países con más recursos acapararon las vacunas. A pesar de que, según la OMS, actualmente el 60% de la población mundial ha recibido dos dosis de vacuna contra el covid-19, en países como Nigeria solamente ha sido vacunada el 8 % de la población. En otros lugares, como Libia, la cifra apenas alcanza el 5 %.
Puede ver: Las vacunas contra el covid-19 evitaron casi 20 millones de muertes en el mundo
La viruela del mono podría ser una segunda prueba de si existe solidaridad ante un tema de salud pública. Justamente esta semana la revista científica Nature publicó una nota titulada “Viruela del mono en África: la ciencia que el mundo ignoró”, en la que varios investigadores de este continente denuncian que llevan años advirtiendo sobre los brotes de la viruela del mono y buscando la atención global sobre este tema que, sin embargo, solo llegó con los reportes del virus en Europa. Además, frente a la idea de algunos países de empezar una vacunación masiva les preocupa que el escenario se repita.
A este llamado se unió el doctor Happi. “Existe un doble estándar en cómo se reporta la información de salud pública. Y ese doble estándar es en realidad el responsable de que muchas enfermedades que se pueden convertir en epidemias o pandemias no hayan sido abordadas o no reciban atención”, explicó hace un tiempo a El Espectador.
De hecho, con el fin de desmarcarse de estas separaciones y los estigmas que se asocian al lugar de origen de algún virus o enfermedad, la OMS anunció recientemente que, a la hora de reportar datos sobre la viruela del mono, dejará de distinguir entre países endémicos y no endémicos. Esto para ver si, finalmente, se logra una respuesta unificada contra este y cualquier otro virus.
El jueves en la noche, el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS) anunciaron que se habían confirmado los primeros tres casos de viruela del mono en Colombia: dos en Bogotá y uno en Medellín. Se trató de personas con antecedentes de viaje a Europa que, “tras la toma de muestras de suero, exudado de lesiones e hisopado faríngeo se encuentran en aislamiento con rastreo de contactos”, señalaron las entidades.
Aunque la viruela del mono se identificó en 1958 en una colonia de monos que se utilizaban para investigación -de ahí su nombre-, la primera vez que se detectó en un humano fue en 1970, en la República Democrática del Congo, en África. Los síntomas identificados desde entonces son fiebre, dolores de cabeza y muscular, así como falta de energía durante los primeros cinco días. Pero un rasgo característico son erupciones en la piel y mucosas que aparecen en los tres primeros días.
Durante estos años la viruela símica siguió presentándose en brotes locales en países de África Occidental y Central, donde el virus es endémico. Pero seguramente usted escuchó sobre este virus hasta principios de mayo, cuando las autoridades de salud europeas empezaron a confirmar varios casos en sus países.
Puede ver: Papás, la viruela del mono es muy poco probable en niños. Piensen primero en varicela
La alarma se levantó porque a pesar de que la viruela del mono sí se había reportado un par de veces fuera de África -en Estados Unidos, por ejemplo, se confirmaron unos casos en 2003- nunca se habían dado brotes paralelos en países donde la viruela del mono no es endémica. Y, actualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 3.500 casos confirmados, con el 84 % concentrados en europea, el 3 % en África, el 12 % en las Américas, el 1 % en el Mediterráneo Oriental y otro 1 % en el Pacífico Occidental.
La viruela del mono en Latinoamérica
Colombia no es el primer país de Latinoamérica en confirmar la presencia de la viruela del mono. Antes, países como México, Brasil, Chile y Argentina habían detectado casos. Y, a mediados de junio, cuando Venezuela confirmó su primer caso, se esperaba que sucediera pronto en nuestro país, ya que, desde el pasado 19 de mayo, el INS dio lineamientos a los servicios de salud y reforzó la vigilancia, lo que justamente permitió detectar los tres casos.
De hecho, a principios de junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), junto al gobierno de Brasil, realizó un entrenamiento sobre la detección y el diagnóstico por laboratorio de la viruela símica, en la que participaron siete países de Latinoamérica, incluido Colombia. Y, a nivel mundial, desde el jueves 23 de junio la OMS está reunida en un Comité de Emergencia para analizar si la viruela del mono constituye una emergencia de salud pública de importancia internacionaly qué recomendaciones puntuales deberían seguir los países. Al cierre de esta reunión, el Comité no había terminado, por lo que no se conocen sus conclusiones.
Puede ver: Mortalidad de la viruela del mono no endémica es baja. No hay que alarmarse
¿Comparar covid-19 con la viruela del mono?
Después de tres años de vivir la pandemia del covid-19, cuyo origen, según las mejores hipótesis, apunta a que fue una zoonosis -una enfermedad transmitida de animal a humano-, la mente se hace una trampa: preguntarse si pasará lo mismo con la viruela del mono. La respuesta, sin embargo, no puede darse de manera corta, pero sí hay señales que demuestran que, a diferencia del covid-19, con la viruela del mono no estamos comenzando de cero.
Como le comentó Jaime Castellanos, presidente de la Asociación Colombiana de Virología y director del Laboratorio de Virología de la Universidad de El Bosque, a El Espectador hace un mes, la ciencia ha recolectado información sobre la viruela del mono en humanos desde 1970, lo que marca una gran diferencia con el covid-19. “Eso ya lo hace completamente diferente. Implica que no estamos partiendo de ceros sino que ya tenemos un conocimiento previo. Por ejemplo, sabemos que el mecanismo de transmisión es muy distinto al del coronavirus”.
Puede ver: ¿Cuántos casos hay y en qué países está la viruela del mono?
La viruela del mono, señaló la OMS, se contrae a través del contacto estrecho con alguien que tenga los síntomas, así como con el contacto con erupciones, fluidos corporales y costras. “La ropa, la ropa de cama, las toallas o los objetos, como los utensilios para comer o los platos, que se han contaminado con el virus por el contacto con una persona infectada también pueden infectar a otras personas”, explica la Organización. Un escenario muy distinto al del covid-19, que se transmite a partir de diminutas partículas que expulsamos cuando hablamos o tosemos y que pueden quedar suspendidas en el aire en un espacio cerrado. Se trata de una gran diferencia.
Lo segundo es que existen las vacunas. La viruela del mono es una especie de “prima” de la viruela -causada por el virus Variola virus- enfermedad que fue erradicada del planeta hacia la década de los 70, pero para la que existía una vacuna. De hecho, a pesar de que en los años 80 en los países de Occidente dejó de aplicarse, en varios países de África, comenta el doctor Christian Happi, médico y PhD de la Universidad de Ibadán, en Nigeria, y director del Centro Africano de Excelencia para la Genómica de Enfermedades Infecciosas (Acegid, por su sigla en inglés), “la viruela es parte de la vacunación que se administra a los niños y las niñas cuando crecen”.
Y aunque la viruela y la viruela del mono no son exactamente el mismo virus, la vacuna para la primera sí podría dar cierta protección para la segunda. De hecho, la última guía sobre inmunización de la OMS dice que “se espera que las vacunas contra la viruela proporcionen cierta protección contra la viruela del mono”, aunque también reconoce que “los datos clínicos son limitados”.
Puede ver: Viruela del mono en Colombia: ¿qué es, síntomas y cómo se contagia?
Además, señalan que por ahora -y esto sería otra diferencia con el coronavirus- no es necesario pensar en una vacunación masiva. Se recomienda, en cambio, vacunar a la persona que, se sabe, ha tenido contacto con un infectado dentro de los cuatro siguientes días a la exposición. Y, en brotes más grandes, vacunar a personas que se expongan mucho al virus: como trabajadores de salud o personal que trabaja en los laboratorios clínicos. Último escenario que, claramente, no sería aún el de Colombia.
Finalmente, hay una tercera diferencia. Como señala Franklyn Prieto, director de Vigilancia en Salud Pública del INS, hay un factor estético, por así decirlo, que puede mitigar la transmisión de la viruela. La gripe, así como el coronavirus, se transmiten porque cuando las tenemos -sobre todo sin una prueba positiva para el caso de la segunda- no creemos que sea necesario guardar cuarentena. Seguimos la vida, vamos al trabajo o a la universidad y allí contagiamos a otros. Con la viruela del mono pasa lo contrario: dado que las afectaciones son muy físicas y estéticas, las personas suelen abandonar todo contacto social con otras personas, lo que dificulta aún más la trasmisión.Una segunda oportunidad para pensar en la salud global
La pandemia del coronavirus, se repitió en un principio, iba a cambiarnos. Se pensó que nos iba a enseñar nuevas formas de relacionarnos con el medio ambiente y lograr que los países entendieran que la salud es un tema global: que lo que sucede en China está relacionado con Colombia, por ejemplo. Pero una vez empezó la vacunación la idea se desdibujó: los países con más recursos acapararon las vacunas. A pesar de que, según la OMS, actualmente el 60% de la población mundial ha recibido dos dosis de vacuna contra el covid-19, en países como Nigeria solamente ha sido vacunada el 8 % de la población. En otros lugares, como Libia, la cifra apenas alcanza el 5 %.
Puede ver: Las vacunas contra el covid-19 evitaron casi 20 millones de muertes en el mundo
La viruela del mono podría ser una segunda prueba de si existe solidaridad ante un tema de salud pública. Justamente esta semana la revista científica Nature publicó una nota titulada “Viruela del mono en África: la ciencia que el mundo ignoró”, en la que varios investigadores de este continente denuncian que llevan años advirtiendo sobre los brotes de la viruela del mono y buscando la atención global sobre este tema que, sin embargo, solo llegó con los reportes del virus en Europa. Además, frente a la idea de algunos países de empezar una vacunación masiva les preocupa que el escenario se repita.
A este llamado se unió el doctor Happi. “Existe un doble estándar en cómo se reporta la información de salud pública. Y ese doble estándar es en realidad el responsable de que muchas enfermedades que se pueden convertir en epidemias o pandemias no hayan sido abordadas o no reciban atención”, explicó hace un tiempo a El Espectador.
De hecho, con el fin de desmarcarse de estas separaciones y los estigmas que se asocian al lugar de origen de algún virus o enfermedad, la OMS anunció recientemente que, a la hora de reportar datos sobre la viruela del mono, dejará de distinguir entre países endémicos y no endémicos. Esto para ver si, finalmente, se logra una respuesta unificada contra este y cualquier otro virus.