Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Pacientes que no responden a tratamientos antidepresivos disponibles presentaron mejoras significativas al tomar una dosis controlada de ayahuasca, una sustancia psicodélica usada en ritos indígenas en la Amazonia y que en las últimas décadas se ha extendido a otros rituales religiosos en el mundo.
Para evaluar los efectos antidepresivos de la ayahuasca (Banisteriopsis caapi), los investigadores brasileños llevaron a cabo un ensayo aleatorio, doble ciego controlado con placebo, en pacientes con depresión resistente a los tratamientos existentes. Los pacientes recibieron una dosis única de ayahuasca o placebo.
“Eso es un estudio considerado preliminar y fue realizado con solo 29 pacientes, pero es el primero a testar los efectos de una sustancia psicodélica en pacientes que no responden a un tratamiento antidepresivo disponible”, dijo a SciDev.Net Dráulio Araújo, uno de los autores del estudio publicado este mes en el journal Psychological Medicine y profesor del Instituto del Cerebro, de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte, en Brasil.
Sin embargo, para el investigador, la perspectiva de usar la ayahuasca en pacientes en corto plazo es reducida, pues hay una serie de desafíos para la implementación clínica de terapias con la ayahuasca, que no está regulada para fines terapéuticos en Brasil.
Para Stevens Rehen, investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro, el estudio de Araújo y su equipo tiene valor justamente por revelar el potencial terapéutico de sustancias presentes en la ayahuasca para síntomas de depresión, “ratificando el papel pionero de científicos brasileños en el campo”.
“Hasta la década de 1970 había muchos estudios con sustancias psicodélicas que pasaron a ser prohibidos por motivaciones políticas mucho más que médicas; a partir del comienzo del siglo XXI, las investigaciones volvieron a florecer y ese período se ha llamado ‘renacimiento psicodélico’”, afirmó Rehen para SciDev.Net.
Rehen agregó: “La falta de medicamentos eficaces para el trastorno del estrés postraumático, la depresión entre otros, motivó estudios de este tipo”.
Aproximadamente 322 millones de personas están viviendo con depresión en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 18% más que hace diez años. Esto representa 4,4% de la población del planeta.
Brasil tiene la mayor tasa de personas con depresión en América Latina y un promedio que supera los índices mundiales: la OMS estima que 5,8% de la población brasileña sufre depresión. La tasa media supera a la de Cuba (5,5 por ciento), la de Paraguay (5,2 por ciento), y Chile y Uruguay, ambos con 5 por ciento.
Incluso en los casos en que existen tratamientos conocidos y efectivos para la depresión, según la OMS, menos de la mitad de los afectados en el mundo (en muchos países, menos de 10 por ciento) reciben esos tratamientos.
Las barreras para la atención efectiva incluyen la falta de recursos, la escacez de proveedores de atención médica capacitados y el estigma social asociado con los trastornos mentales.