Balance positivo para el Gobierno en el primer día de extras de la reforma a la salud
El primer día de las sesiones extras convocadas por el Gobierno para discutir la reforma a la salud culminó con un balance positivo para el Ejecutivo. Logró terminar de evacuar más de 100 impedimentos y, además, consiguió que la Cámara rechazara la ponencia negativa de la oposición y aprobara la positiva. Sin embargo, el desafío para el Gobierno será ahora lograr la aprobación de los 62 artículos en solo dos días.
El balance es positivo para el Gobierno. En el primer día de las sesiones extras convocadas para que la Cámara discuta la reforma a la salud, el Ejecutivo no solo terminó de evacuar los más de 100 impedimentos que bloqueaban el inicio de la discusión, sino que también consiguió que la plenaria rechazara la ponencia negativa de la oposición y aprobara la positiva, lo que allana el camino para continuar con la discusión del articulado. Ahora, su desafío será lograr que los congresistas aprueben, en dos días, 62 artículos.
En la sesión estuvieron presentes el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. La discusión se extendió por más de nueve horas, durante las cuales se presentaron argumentos a favor y en contra de la reforma. La oposición y sectores independientes intentaron, en al menos dos ocasiones, aprobar proposiciones para posponer el debate hasta 2025. Las críticas resurgieron, acusando al Ejecutivo de intentar “pupitrear” el articulado en tres días. No obstante, el Gobierno logró, como lo hizo el lunes con una propuesta similar, que la plenaria rechazara estas solicitudes.
En una tercera instancia, la oposición y los independientes propusieron crear una nueva comisión accidental para estudiar las más de 500 propuestas de modificación de artículos que llegaron a la ponencia. Argumentaron que el tiempo no era suficiente para discutir a fondo cada una de las propuestas, pero nuevamente el Gobierno logró las mayorías necesarias para evitar la creación de esta comisión, lo que habría impedido aprobar el proyecto en las sesiones extras, como pretende el Ministerio de Salud.
En un último intento, la oposición intentó desbaratar el quorum, saliéndose del recinto en momentos en los que los ponentes a favor del proyecto estaban defendiendo el articulado, algo que los congresistas del Pacto Histórico criticaron con dureza al final de la sesión. Las bancadas aliadas del Gobierno, sin embargo, lograron mantener el quorum para continuar la discusión, lo que resultó siendo clave para las intenciones de Minsalud.
En cuanto al debate, se escucharon argumentos a favor y en contra de los temas que han concentrado la atención del proyecto, como la capacidad de la Adres, el llamado banco de la salud, para asumir las nuevas funciones de ser el pagador único del sistema. Este aspecto volvió a generar discusión. “Vuelve a la Adres una entidad descomunal”, señaló el congresista opositor del partido Cambio Radical, Jairo Cristo. Desde sectores críticos con la reforma, se resaltaron las dudas acerca del sistema de control y pago de facturas que liderará la Adres, que, según congresistas como Catherine Juvinao, representaría oportunidades de corrupción.
Juvinao criticó la disposición de la reforma que permitiría el pago anticipado de hasta el 85% de las facturas radicadas en el sistema de salud, dejando el 15% restante sujeto a auditorías realizadas por la Adres y las Gestoras de Salud y Vida. La representante advirtió que “va a generar una fuga de recursos nunca antes vista”.
El Gobierno defendió esta medida como una estrategia para agilizar el flujo de recursos hacia los prestadores y eliminar las autorizaciones, que actualmente son un tipo de control que ejecutan las EPS y que, en ocasiones, se convierten en barreras para los pacientes. Los ponentes explicaron que, si las auditorías detectan irregularidades en facturas ya pagadas, esos recursos serían “restados” en futuras facturaciones.
También se discutió sobre el futuro financiero del sistema. Katherine Miranda destacó que, en su opinión, los cálculos sobre el costo de la reforma a la salud no son precisos. Señaló que no se han estimado gastos importantes, como los relacionados con el sistema de información. Esta advertencia ya había sido planteada previamente por la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), como explicamos en detalle en el pasado.
Según la ANDI, las proyecciones de Minhacienda subestiman en $163 billones el costo del sistema. Anwar Rodríguez, vicepresidente de la Cámara de Salud de la ANDI, detalló que los cálculos de Minhacienda no son realistas ni corresponden al texto de la ponencia que fue aprobado en primer debate. De hecho, hay gastos que ni siquiera se han considerado, como lo que costaría el sistema de información en el sistema.
Las EPS y su transformación en Gestoras de Vida y Salud también acapararon la atención de los congresistas. La oposición criticó nuevamente que las funciones de estas entidades están solapadas con las de otros actores, como los Centros de Atención Primaria en Salud y las Secretarías distritales y departamentales de salud. Los ponentes, sin embargo, defendieron la gobernanza del sistema que promete la reforma y aseguraron que esa gobernanza ha sido enriquecida con propuestas de otros sectores. Si quiere repasar en detalle los argumentos a favor y en contra que se escucharon, revise aquí el minuto a minuto que hicimos.
Al final de la sesión, los ánimos en la plenaria se caldearon. Las bancadas oficialistas criticaron con dureza a la oposición y los partidos independientes por no escuchar la exposición de motivos de la ponencia positiva del Gobierno, especialmente la de María Eugenia Lopera. Por su parte, los partidos en contra de la reforma rechazaron la dirección del debate que llevó a cabo el presidente de la plenaria, Jaime Raúl Salamanca Torres.
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El balance es positivo para el Gobierno. En el primer día de las sesiones extras convocadas para que la Cámara discuta la reforma a la salud, el Ejecutivo no solo terminó de evacuar los más de 100 impedimentos que bloqueaban el inicio de la discusión, sino que también consiguió que la plenaria rechazara la ponencia negativa de la oposición y aprobara la positiva, lo que allana el camino para continuar con la discusión del articulado. Ahora, su desafío será lograr que los congresistas aprueben, en dos días, 62 artículos.
En la sesión estuvieron presentes el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. La discusión se extendió por más de nueve horas, durante las cuales se presentaron argumentos a favor y en contra de la reforma. La oposición y sectores independientes intentaron, en al menos dos ocasiones, aprobar proposiciones para posponer el debate hasta 2025. Las críticas resurgieron, acusando al Ejecutivo de intentar “pupitrear” el articulado en tres días. No obstante, el Gobierno logró, como lo hizo el lunes con una propuesta similar, que la plenaria rechazara estas solicitudes.
En una tercera instancia, la oposición y los independientes propusieron crear una nueva comisión accidental para estudiar las más de 500 propuestas de modificación de artículos que llegaron a la ponencia. Argumentaron que el tiempo no era suficiente para discutir a fondo cada una de las propuestas, pero nuevamente el Gobierno logró las mayorías necesarias para evitar la creación de esta comisión, lo que habría impedido aprobar el proyecto en las sesiones extras, como pretende el Ministerio de Salud.
En un último intento, la oposición intentó desbaratar el quorum, saliéndose del recinto en momentos en los que los ponentes a favor del proyecto estaban defendiendo el articulado, algo que los congresistas del Pacto Histórico criticaron con dureza al final de la sesión. Las bancadas aliadas del Gobierno, sin embargo, lograron mantener el quorum para continuar la discusión, lo que resultó siendo clave para las intenciones de Minsalud.
En cuanto al debate, se escucharon argumentos a favor y en contra de los temas que han concentrado la atención del proyecto, como la capacidad de la Adres, el llamado banco de la salud, para asumir las nuevas funciones de ser el pagador único del sistema. Este aspecto volvió a generar discusión. “Vuelve a la Adres una entidad descomunal”, señaló el congresista opositor del partido Cambio Radical, Jairo Cristo. Desde sectores críticos con la reforma, se resaltaron las dudas acerca del sistema de control y pago de facturas que liderará la Adres, que, según congresistas como Catherine Juvinao, representaría oportunidades de corrupción.
Juvinao criticó la disposición de la reforma que permitiría el pago anticipado de hasta el 85% de las facturas radicadas en el sistema de salud, dejando el 15% restante sujeto a auditorías realizadas por la Adres y las Gestoras de Salud y Vida. La representante advirtió que “va a generar una fuga de recursos nunca antes vista”.
El Gobierno defendió esta medida como una estrategia para agilizar el flujo de recursos hacia los prestadores y eliminar las autorizaciones, que actualmente son un tipo de control que ejecutan las EPS y que, en ocasiones, se convierten en barreras para los pacientes. Los ponentes explicaron que, si las auditorías detectan irregularidades en facturas ya pagadas, esos recursos serían “restados” en futuras facturaciones.
También se discutió sobre el futuro financiero del sistema. Katherine Miranda destacó que, en su opinión, los cálculos sobre el costo de la reforma a la salud no son precisos. Señaló que no se han estimado gastos importantes, como los relacionados con el sistema de información. Esta advertencia ya había sido planteada previamente por la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), como explicamos en detalle en el pasado.
Según la ANDI, las proyecciones de Minhacienda subestiman en $163 billones el costo del sistema. Anwar Rodríguez, vicepresidente de la Cámara de Salud de la ANDI, detalló que los cálculos de Minhacienda no son realistas ni corresponden al texto de la ponencia que fue aprobado en primer debate. De hecho, hay gastos que ni siquiera se han considerado, como lo que costaría el sistema de información en el sistema.
Las EPS y su transformación en Gestoras de Vida y Salud también acapararon la atención de los congresistas. La oposición criticó nuevamente que las funciones de estas entidades están solapadas con las de otros actores, como los Centros de Atención Primaria en Salud y las Secretarías distritales y departamentales de salud. Los ponentes, sin embargo, defendieron la gobernanza del sistema que promete la reforma y aseguraron que esa gobernanza ha sido enriquecida con propuestas de otros sectores. Si quiere repasar en detalle los argumentos a favor y en contra que se escucharon, revise aquí el minuto a minuto que hicimos.
Al final de la sesión, los ánimos en la plenaria se caldearon. Las bancadas oficialistas criticaron con dureza a la oposición y los partidos independientes por no escuchar la exposición de motivos de la ponencia positiva del Gobierno, especialmente la de María Eugenia Lopera. Por su parte, los partidos en contra de la reforma rechazaron la dirección del debate que llevó a cabo el presidente de la plenaria, Jaime Raúl Salamanca Torres.
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