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El pasado 1 de enero de 2025, Bélgica se convirtió en el primer país de la Unión Europea (UE) en prohibir la venta de vapeadores desechables. Según el gobierno belga, la medida busca proteger la salud pública y el medio ambiente, especialmente para prevenir la adicción a la nicotina en jóvenes y reducir el impacto de los residuos mal gestionados.
El ministro de Salud, Frank Vandenbroucke, calificó estos cigarrillos electrónicos como “extremadamente dañinos” y explicó que están diseñados para atraer a nuevos consumidores. También recordó que muchos de estos dispositivos contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva y perjudicial para la salud.
En 2018, una encuesta sobre salud en Bélgica mostró que el 15,3 % de las personas mayores de 15 años fumaban tabaco a diario. Con el objetivo de reducir esta cifra a cero, o casi cero, para 2040, el país ha implementado medidas como prohibir fumar en espacios deportivos, parques infantiles, zoológicos y parques temáticos, además de restringir la venta de productos de tabaco en algunos supermercados.
Otros países europeos también están adoptando acciones similares. Reino Unido prohibirá los vapeadores de un solo uso a partir de junio de 2025. Australia limitó la venta de vaporizadores exclusivamente a farmacias, y Milán restringió su uso en espacios abiertos desde el 1 de enero de 2025. Mientras tanto, la Unión Europea sigue debatiendo medidas más estrictas para el control del tabaco.
Los riesgos para la salud
En estas páginas hicimos una síntesis de las conclusiones a las que han llegado varios de estudios y contamos por qué algunos miembros de la comunidad científica alertan sobre los riesgos para la salud que podrían traer los vapeadores o cigarrillos electrónicos.
En una revisión sistemática publicada en el The Medical Journal of Australia, por mencionar una más reciente, los autores hallaron “pruebas sólidas de que los jóvenes que nunca fumaron y los no fumadores que usan cigarrillos electrónicos tienen aproximadamente tres veces más probabilidades que los no consumidores de comenzar a fumar tabaco y convertirse en fumadores habituales”.
Una de las preocupaciones de que eso suceda, como indicaba el informe Tobacco, Nicotine, and E-Cigarettes Research Report, del National Institute on Drug Abuse (EE. UU.), es que algunos de los químicos en el líquido de los cigarrillos electrónicos (propilenglicol y glicerol) causan irritación de garganta y tos. Su revisión sugiere que “la exposición al vapor puede estar relacionada con el deterioro de la función pulmonar”.
En su página web, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), también aclaran que, a pesar de que los investigadores aún están aprendiendo sobre los efectos a largo plazo, hay indicios de que algunos de los ingredientes contenidos en el aerosol de los cigarrillos electrónicos podrían ser dañinos para los pulmones a largo plazo.
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