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En 10 diligencias de registro y allanamiento llevadas a cabo en Medellín y Montería, la Dijin de la Policía capturó a 11 personas acusadas de pertenecer a una red que adulteraba medicamentos para el tratamiento de cáncer y otras enfermedades de alto costo. En los operativos que se llevaron de manera simultánea en ambas ciudades, se incautó una tonelada de productos. (Puede leer: Medellín ahora tiene un acuario para personas ciegas y sordas)
Deicy Jaramillo Rivera, directora especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, explicó que, al parecer, “la organización ilegal obtenía los productos de manera oculta en Entidades Promotoras de Salud (EPS), posteriormente les modificaba las fechas de vencimiento y lotes de fabricación, les cubría las leyendas de uso institucional y los comercializaba a un mayor costo”.
Según Jaramillo, los medicamentos se vendían en Medellín, Montería, Barranquilla y Santa Marta y eran distribuidos a través de una asociación dedicada a la atención de personas con cáncer. La funcionaria agregó que esta red también ofrecía, sin autorización, “medicamentos que producen adicción o dependencia elaborados con narcóticos, los cuales tienen restricción y regulación especial”, y que serían opioides sintéticos. (Le puede interesar: Petro y su política de drogas: ¿Podremos reescribir la historia del cannabis?)
En las diligencias de registro y allanamiento, los funcionarios de la Fiscalía y la Dijín “detectaron lo que sería una fábrica ilegal de cosméticos, centros de almacenamiento de medicamentos vencidos o en mal estado, así como los lugares en los que se alteraban cajas y empaques”, señaló la Fiscalía en un comunicado.
Entre las personas capturadas, estaría el presunto cabecilla de la red, además de los encargados de conseguir los medicamentos, alterarlos, modificarlos y distribuirlos. Jaramillo apuntó que las once personas fueron imputadas por delitos como usurpación de derechos de propiedad industrial y derecho obtentores de variedades vegetales; concierto para delinquir; corrupción de alimentos, productos médicos o materiales profilácticos; enajenación ilegal de medicamentos y estimulo al uso ilícito. (También puede leer: Mujeres vegetarianas tienen, al parecer, mayor riesgo de fracturarse la cadera)